martes, 26 de junio de 2012

COLLADO TRIGONIER

Además de la actividad de la que suelo escribir en estas páginas, existe "el mundo". Esta es la cuestión por lo que ya hace varios días he estado ausente. Celebraciones fin de curso de nietos, apoyo a reivindicaciones como la de los mineros aragoneses que tras un montón de kilómetros  recibimos en la citigoza con la rabia del precio que se les quiere hacer pagar, no solo a ellos sino a todas unas comarcas que viven de las minas. Reivindicaciones como la defensa de la educación pública a la que en beneficio de la privada-religiosa tratan de desmantelar. reivindicaciones como la agresión contra los derechos que todos tenemos a la salud pública y que, por cierto, pagamos y no es gratuita como algunas lenguas viperinas nos quieren hacer creer, la pagamos y es nuestra.
Lo cierto es que algunos, amparándose en la crisis que no hemos creado los trabajadores, van minando poco a poco a la sociedad recortando derechos logrados con muchos esfuerzos, durante muchos años y aplicando políticas favorables a las grandes finanzas a las que no solo no castiga, sino que perdona sus pecados como son la evasión fiscal de los beneficios obtenidos de manera fraudulenta.
Bueno y podríamos seguir y seguir pero para desconectar, aunque solo sea por un día, pues eso a "tirarse al monte".
Y eso es lo que hicimos el pasado sábado día 23. Con la familia Esbarre pues que nos fuimos de "excursión" por el por nosotros siempre recordado y  amado valle de Bielsa. Pero como el Pirineo siempre tiene cosas que admirar nos adentramos en una zona que tanto Maite como yo desconocíamos, se trata del valle y collado de Trigoniero o Trigonier, como se quiera. El único contratiempo a tan gratificante jornada fue el autobús que nos trasladó: a la ida no quería parar por lo que a punto estuvimos de aparecer en Francia y a la vuelta no quería andar pese a la prisa que algunos teníamos por ver el partido de la "sele".


La belleza del valle nos dejó sorprendidos por su belleza. El barranco de su nombre nada tiene que envidiar a otros valles mas conocidos pero en este caso la carencia de miles de visitantes lo hacen verdaderamente espectacular.











La explosión de belleza con que la naturaleza regala a nuestros ojos en estas fechas, logró que por fin pudiéramos contemplar el rododendro en flor junto a otros ejemplares ya descritos en anteriores entradas.










Asimismo tuvimos la suerte de ver una de las múltiples variedades típicas de rocalla, concretamente la llamada "oreja de oso" y que  de ella, aquí dejo muestra.










Y como de explosión de la naturaleza hablábamos, nada mejor que una instantánea de la parte menos fotografiada de la "parda". 












Pese al despiste del vehículo descrito, comenzamos en lenta pero progresiva ascensión por el valle, como he dicho disfrutando del paraje.









Maite, siempre muy bien escoltada por el joven Luis, me sorprendió tanto como la naturaleza y es que "chino chano" o como diría el conde "sin prisa pero sin pausa" se tragaba los desniveles con relativa facilidad.










Al cruzar el barranco paramos para echar un trago de agua y fotografiarnos en tan bello paraje.
Me acompañan Luis L. Maite, Piedad, Lola y agachado el joven Luis C.








Tras dejar, ríos, cascadas y bosque y tras descansar un poco en el refugio de Trigonier,   con bastante calor, comenzamos una empinada cuesta que tras mas de 1200 m. de ascensión nos dejo en el collado en el que un ligero y fresco viento nos recibía en un enclave desde el que se divisaban varios de los picos que abrazan el valle frances de Moudang. Unas horas mas tarde les eliminamos de la eurocopa.



Como en el collado hacía fresquete decidimos bajar a comer al refugio y como se puede adivinar, con una calor insoportable.
No hacía falta dar el toque de salida, don Lorenzo nos empujo a continuar el largo descenso hasta el rió Barrosa en el que una vez más, cada cual hizo exhibición de la fina lencería típica del ajuar montañero.
Del mencionado desfile, como es lógico, no saqué ninguna fotografía aunque  hubo alguien que lo hizo.
A la vuelta y cumpliendo el rito correspondiente, paramos, esta vez en el bar de la gasolinera de Parzan, a tomar unas buenas jarras de cerveza y es que con la calor que pasamos había que hidratarse, además de que algunos entendidos dicen que muy saludable tras el ejercicio. Cito una párrafo de una revista que ha llegado a mis manos:



"Después de realizar ejercicio físico, lo mejor es disfrutar de una cerveza, así lo han dado a conocer algunos de los expertos que han intervenido en el Simposio Cerveza, Deporte y Salud celebrado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada.
Hay que desterrar la idea de que cerveza y deporte no realizan una buena combinación, la realidad es que beber cerveza moderadamente después del ejercicio, permite entre otros, una buena rehidratación y una pronta recuperación del metabolismo. Los nutricionistas y expertos indican que es muy recomendable incluir en la dieta de los deportistas la cerveza, además, afirman que es la primera bebida más recomendable después del agua.
Para llegar a estas conclusiones, se realizó un estudio en el que participó el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Facultad de Medicina de Granada. Se tomaron los datos de un grupo de jóvenes a los que se les ofreció agua o cerveza después de realizar ejercicios físicos en condiciones un tanto extremas, temperaturas de 40º C y ausencia de humedad relativa.
La verdad es que una cerveza sienta muy bien tras un día de trabajo, ahora también después de realizar deporte. Y tú, qué prefieres ¿agua o cerveza?"


Pues nada, hasta otra.


José Luis

martes, 12 de junio de 2012

VALLE DE TENA

Aunque la salida del pasado fin de semana tuvo un carácter mas turístico que en otras ocasiones, no por menos importante no es merecedor de ocupar un humilde espacio en estas páginas.
Me explico: Por mi avanzada y poco cuidada edad ya hace años que como la mayoría de humanos padezco ligeras molestias, por no decir dolores de espalda. Con tal motivo a finales del siglo pasado me apunté a una actividad que nuestro exmo. ayuntamiento ofertó a sus ciudadanos, se trata de natación terapéutica y tras catorce años de convivencia de varios de los participantes se forjó cierta amistad que hoy en día y con la citada actividad concluida, todavía continua.
Cada año hemos intentado acabar los finales de curso con un fin de semana en un paraje muy diferente al de cada martes y jueves en el que nuestros sentidos disfrutaran de las maravillas de cada lugar.
Viajamos a Andorra en pleno invierno con el fin de que algunos conocieran eso de andar con raquetas, pero lo mas parecido a la nieve era la nata que adornaba alguno de los postres que nos echamos al cuerpo.
Otros años estuvimos por el Sobrarbe,  Matarraña, Valle de Hecho, Valle del río Ebrón, en principio con algunos participantes que con el tiempo y otras circunstancias han dejado de acompañarnos y a los que de vez en cuando recordamos.
                                                                                                                                                                        Pues eso que con Encarna, Narciso, Conchita, Paco y Maite, del 8 al 10 nos fuimos esta vez por el valle de Tena para lo que reservamos un apartamento en el pueblo de Lanuza a pie del embalse de su mismo nombre.

































El paisaje que se apreciaba desde el lugar era único con el embalse, Sallent de Gállego y Peña Telera inundando nuestros sentidos de energía positiva.








Para los que no lo conocían, nada mas llegar y visto el sol radiante que calentaba nuestros cascos, nos dirigimos hacia Artouste para subir al lago en el su famoso tren. En el Portalet el sol decidió dejarnos y lo único que se podía apreciar de Francia era el asfalto de la carretera. Una vez confirmado por parte de una empleada del lugar en el que existe una estación de la Meteofrance, de que iba a continuar así, decidimos abortar el intento y la verdad, a mi manera de apreciar las cosas valió la pena.



Y si digo que valió la pena es porque con la mañana avanzada volvimos a nuestro sol, ese al que muchos europeos echan de menos y decidimos preparar unos bocatas y subirnos a El Saldo a dar buena cuenta de una tortilla de patata que Paco no preparó. (¿?)










Y nada, aunque alguno no está muy acostumbrado a esto de las cuestas del monte, los guié con mucho gusto por  sendas mas agradables que los railes gabachos.











Tras digerir la mencionada vianda, como sobremesa al acto, pues a disfrutar de tan bello rincón.









Foto desde la cascada.
















Esta imagen confirma lo de aquellos que no están acostumbrados a los accidentes geográficos del monte.









Una vez cargadas las pilas y en clásica formación sendedera, con un calor que acabó con nuestras reservas de agua corporal, nos dirigimos a Escarrilla con el propósito de hidratarnos. Y lo hicimos con unos traguitos de zumo de cebada.











Al tomar posesión del apartamento, se vio quien estaba fuerte.................................












.......................y quien...............¿?












Aunque en pijama, "yo también estaba"











Por la tarde, unos andando y otros motorizados, nos desplazamos a Sallent de Gallego a disfrutar de las calles de este encantador pueblo.








El sábado, como los expertos de la climatología anunciaban que las precipitaciones iban a ser débiles y como el día anterior a pesar de que esas cuestas...................., decidimos subir a los ibones de Anayet.



Con el fin de que todos llegaran al final marqué un paso al que le llamo "Motor Perkins" que eran los viejos diesel que aunque despacio, siempre llegaban












En uno de los múltiples pero cortos recesos, algún componente de la expedición tuvo  a bien coger mi cámara y retratarme.





Una flor destacaba sobre el resto.................













.................................., bueno, varias eran las flores.










Ya llegando a los ibones, cruzamos algunos neveros  que con mucho poder de sufrimiento, algún miembro del grupo demostró que hasta con unos vaqueros se pueden alcanzar altas metas.
Yo la verdad, me quedé gratamente sorprendido.










Ya en los ibones nos hicimos la clásica foto en la que destaca el impresionante pico de Anayet al que varios de los presentes dudamos subir, pero el tiempo no estaba para que nadie nos esperara en el lugar y lo dejamos para otra ocasión.









Mientras algunos dimos unas vueltas para admirar el paisaje, Encarna y Narciso nos esperaron disfrutando del entorno y de la bonita panorámica con el Midi de Ossau al fondo.









Ya comidos, Conchita decidió que para ver una rana no hay nada mejor que darse un baño en el barranco de Culibillas y una piedra mojada en la que apoyó un pie le ayudo a darse un buen remojón de pies a cabeza. Lo certifica en que lleva puesta mi chaqueta, la suya estaba muy mojada. Para el resto de prendas no teníamos repuesto por lo que el descenso lo realizo bastante bien hidratada.






Para el domingo teníamos algún proyecto pero el día salió lluvioso y nada, unas visitas por Lanuza, la jaula de Hoz de Jaca y el Balneario de Panticosa que por cierto, los especuladores lo están dejando hecho un asco, nos fuimos a comer a la estación de Huesca en donde nos despedimos hasta otra.






En resumen, que sin realizar grandes gestas se pueden pasar buenos ratos y es que además del entorno, la compañía es imprescindible para tal empeño y esta lo es.
Otra cosa es la vuelta a la realidad: La selección empata, el pobre? Alonso es 5º, en Paris también llueve y a Rafa le pesan las pelotas, la UE les da un préstamo de 100.000.000.000 de euros a los banqueros para que lo paguemos entre todos (divididos para 5 millones de parados, les tocaría a 20000 euros con los que podrían consumir y generar empleo y a su vez ingresos para este maltratado estado), la prima está por las nubes, los analistas de las primas andan forrándose, Dña. Gospedal justificando los recortes en la sanidad, educación, cultura, medio ambiente, etc., pero no justifica sus múltiples ingresos.
Vamos, que en cuanto pueda, al monte. Mientras tanto a luchar.
Ciao

lunes, 4 de junio de 2012

GRUTA LECHERINES

Ayer me, o pobre de mí, amanecí en un hotel, no se si de cuatro o cinco estrellas, de Marbella. No, yo no puedo permitirme esos lujos, en realidad iba subvencionado por no se que organismo representativo de alguno de nuestros poderes del estado. En Puerto Banús me invitaron a un zinzano a bordo de una patera de tropecientos metros, la verdad es que se me subió un poco a la cabeza pero al llevar conductor en un flamante marseratti que me esperaba a pie de la nombrada nave, no tuve que conducir aunque estoy seguro de que de haberlo hecho y haber sido parado por las fuerzas del orden establecido en los viales públicos, se me habría perdonado por mi cara de buena persona. El final de todo esto es que cuando me comunicaron que mi nieto se había pegado un tiro en el pie, voy y "me despierto" de tan horrible pesadilla.


Yo creo que esto es motivo de la primavera y es que el día anterior, con las buenas gentes de Esbarre salimos al monte y claro, con semejante alfombrado de flores de prado, lo normal es que borracho de tanta hermosura, por la noche, tengas semejantes alucinaciones.






El autobús que conducía Carlos, un gran profesional del volante y que se había pegado una semana por Galicia soportando a algunos compis que anduvieron por esos caminos a saludar al santo de Santiago, nos paró en Villanúa a desayunar, unos café y otros caldo de cebada.

Ya en Canfranc y guiados por el sherpa Javier comenzamos en una lenta pero constante ascensión cuando la temperatura todavía era soportable.






En el transcurso de este agradable comienzo, nos encontramos con otro grupo en el que iba algún que otro conocido de mi trabajo. Maite no dudó en aprovechar y preguntar a uno que había estado por Nepal, mil y un detalles.










Ya, al abandonar el bosque comenzamos a padecer de esa temperatura que en Zaragoza se había batido el récord de toda la península. 
Pero para Maite, eso no es motivo para con su chino-chano disfrutar de la montaña










 y de espectáculos como los que nos brindan sus prados cuando los narcisos parecen saludar a los que por allí pasamos.


Los pedos de lobo parecen renunciar a su nombre y recrearse con caminar esos seres de dos piernas y dos bastones que admirados, preguntan a unos y otros. ¿que es esto?, hasta que tras contestar el mas sabio micólogo del grupo, es inevitable la risa por el nombre que se le ha dado a este hongo.




 También la prímula a querido ha querido salir con todo su esplendor a los chicos y chicas de del monte y saludarnos con sus deslumbrantes pétalos amarillos.





Y con la genciana primaveral voy a dar por terminada la descripción de los mil colores, que si así seguimos, el blog puede durar una eternidad.











Pese a lo poco que ha nevado este invierno, todavía en algún paso sombrío hay que pisar nieve pero con la temperatura reinante no hubo ningún problema para pasar, si que la culera de mas de uno probó la temperatura del suelo.









El grupo de rezagados dirigidos por el mas "joven" del grupo y que en esta jornada cumplía........años, también pasó el paso con la tranquilidad que da llevar muchas botas gastadas en terrenos como estos.







Ya en la entrada de la espectacular "Gruta de Lecherines" nos echamos las chaquetas pues en un par de metros la temperatura bajaba un montón de grados. 
Y la he tratado de espectacular porque los agujas heladas que de sus techos cuelgan, mas que una amenaza, parecen dibujar formas de múltiples y bellos brillos buscando el descanso del frío suelo.
La cara de las chicas certifican lo dicho, pese a que ya habían salvado mas de mil metros de desnivel por un terreno bastante exigente.







Aunque para exigente lo que nos encontramos unos cuantos descerebrados que ascendimos hasta un collado que según me dijo Ricardo se llamaba el "Paso del Sarrio"










 y que una vez coronado por estos, mas que sarrios, cabras montañesas, nos asomamos al valle del Aragón desde donde se divisaban un montón de míticas cumbres (Anayet, Midi d´Ossau, etc).







Una vez disfrutado y fotografiado el momento, comenzamos el duro y pedregosos desneso hasta la Mallata de Lecherín bajo" donde nos esperaba el resto del grupo ya haciendo la digestión de la comida y con la paciencia de soportar los rayos que don lorenzo estaba descargando con los que lo hacíamos en el segundo turno.



El descenso hasta Canfranc, lo hicimos con bastante celeridad ya que teníamos muchas ganas de llegar a la zona boscosa y refrescarnos en fuentes como esta de "Los Abetazos" y llegar al autobús en el que Carlos nos regresaría a casa, no sin antes realizar la ritual parada y dar cuenta de una jarras de cerveza que todo hay que decirlo, ¡bien ganadas!




Y perdón por la introdución, hasta otra.