Así nació el vertiginoso "Chemin de la Mâture" (Camino de los Mástiles) allá en 1772 que fue utilizado para estos fines hasta 1778. Pues sí, amigos este camino protagoniza la travesía de hoy.
Pronto nos adentramos en ese "chemin" cavado en las paredes calizas que se desploman sobre lo más profundo de la Garganta de Sercoue. En el primer tramo, al otro lado del barranco, contemplamos los zigzag que ascienden a lo más alto del Fuerte del Portalet.
Pero ahora toca disfrutar del paisaje, dar rienda suelta a la adrenalina y desviarnos unos metros para acercarnos al espectacular Puente de las Trungas con el fin de admirar la fuerza de las aguas... Habrá que dejarlo para otra ocasión pues "le pont est tombé".
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¡Cuidadito! |
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Por la sombra del hayedo. |
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Hacia l Col D´Arras. |
Poco a poco la niebla va levantando, el denso bosque de hayas nos protege de los rayos solares que en estas fechas tienen su dosis de "mala leche".
Ahora, una fuerte subida, en dirección norte, nos acerca hasta el cruce de Ayous, momento en que abandonamos la GR.10 para girar hacia el oeste.
Caminamos por un sobrecogedor hayedo habitado por impresionantes ejemplares de avanzada edad. Una gran haya parece haber estado habitada por algunos de esos seres mágicos que habitan los bosques: ¿serían duendes, serían gnomos, o serían elfos? ––es la magia de la montaña––
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Ni duende, ni gnomo, ni elfo... yo también estaba. |
Por un momento, el prado sustituye al bosque, el sendero discurre con un desnivel casi inapreciable y, casi sin darnos cuenta, alcanzamos el Col D´Arras en cuyas proximidades, junto a un abrevadero, realizamos un merecido descanso.
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Macizo del Aspe. |
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Por el Bosque de Bieus. |
Reanudada la marcha, hacia el oeste se nos va abriendo el paisaje descubriéndonos el espectacular macizo del Aspe, con el pico del mismo nombre acompañado de los Llana de la Garganta y Llana del Bozo. Desde este otero, también se divisa la casi totalidad del valle D´Aspe en cuyo fondo se nos muestra la población de Urdos.
De nuevo nos introducimos en un espeso hayedo en el que la senda comienza a descender con algo más de ánimo que en el prado, se trata del Bosque de Bieus que, como en toda la jornada, el haya reina en estas verdes espesuras.
Tras pasar por el parking de Seberry o Bieus, descendemos bruscamente hasta alcanzar el "chiringuito Béloute Café", un buen lugar para posar los traseros en cómodos bancos o duras piedras y, bajo la protección de sombrilla o haya (esta más natural) sacar de las mochilas la metralla gastronómica, pedir unas birras y "pagarlas bien pagadas" (no hay competencia en "aquestos lares").
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Cuando el Ruisseau Buscagne. |
Aunque se está muy bien, hay que dejar el idílico confort del garito, quedan 500 metros que descender y sudar para hacer algo de sitio para la birra final.
En algunos tramos, el sendero desciende con poca compasión para los recién comidos, el cruce del barranco (ruisseau le llaman por aquí) Buscagne nos regala un poco de frescor en esta calurosa hora del día (nada que ver con los 43 grados de hace unas jornadas en nuestra ciudad de Zaragoza).
Cruzamos una pista, ya se van oyendo los vehículos que circulan por el fondo. El otro sonido, este más agradable, de las aguas de la Gave D´Aspe nos indican que ya estamos llegando al final de la excursión.
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Etsaut. |
Efectivamente, ya se ven las primeras calles de Etsaut que nos reciben con su cementerio mirando al río y sus casas felizmente desparramadas. La llamada Torre de los Moros, una estructura militar del siglo XIV, y una fortaleza dos centurias posteriores son las joyas de la corona monumentalmente hablando.
Algunos pequeños hoteles, típicos de esta región de Aquitania, y los viejos railes del tren que, adentrándose en el túnel internacional, llegaba hasta Canfranc nos recuerdan que alguna generación venidera verá pasar por las vías los ansiados trenes que unan más a las gentes de uno y otro lado del Pirineo
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Puente de las viejas vías. |
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Torre de los Moros. |
Toca proceder al acostumbrado "lavado del gato" para subir al autobús, cuya primera parada es en Villanua co la sacrosanta intención de meternos al cuerpo la ansiada dosis del acostumbrado extracto de cebada, esta vez bastante más asequible a los bolsillos hispanos.
De vuelta a la Caesaraugusta, entre sueño y sueño, echo una reflexión de la jornada y, excluyendo la parte histórica referente a los caprichos de las noblezas, el resultado no puede ser mejor; entre otras cosas por la perfecta y seria organización de estas gentes de Montañeros de Aragón.
Hasta pronto.
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Datos técnicos
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Recorrido |
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Perfil:
Distancia: 10, 9 Km.
Desnivel de ascenso, 740 m.
Desnivel de descenso, 795 m. |