jueves, 4 de agosto de 2016

TOUR DEL ANETO (III)

Día 20 de Julio de 2016 (De Cerler a Castanesa)
A comenzar la jornada.
      Hoy tenemos prevista alguna ascensión, concretamente a la Tuca de Castanesa o Pasolobino (Pizolobino en patué) (2858 m.) por lo que ya teníamos previsto subir en vehículo hasta el aparcamiento del Ampriu (1910 m.).
         Desayuno rápido y a "la rue", el autobús conducido por Bárbara, que ejerce de fotógrafa, espera que lo abordemos. Ya montados en la máquina, la conductora nos obsequia repartiendo, uno a uno, caramelos. Algunos recordamos los caramelos que nos regaló la azafata del "avión a Lukla".


Camino de Basibé.
        En el Ampriu, nos preparamos para darle al calcetín, a estas alturas las garras están fuertes, las cabezas frescas y el ánimo por las nubes, hoy también, Maite ha decidido acompañarnos.
           Caminamos por la pista que asciende en dirección SE. y que va paralela al arrastre de esquí. Una de las muchas marmotas que emiten el típico chillido, sale a nuestro encuentro pero ante la proximidad de los diecisiete humanos toma las de "villadiego".
     El cielo delata que las previsiones meteorológicas se van a cumplir, las nubes y el ambiente, se van cargando por momentos.

La Tuca habrá de esperar
   Superados los trescientos cincuenta metros de subida, llegamos al collado de Basibé (2277 m.). Aquí se abre el valle de Castanesa, un inmenso prado por el que tendremos que ir adivinando el camino.
      Aquí surge la duda: ¿subimos o no a la Tuca de Castanesa?. Aunque nos autodenominamos "estalentaos", en estos casos "Doña Prudencia", que siempre nos acompaña, nos aconseja desistir del intento, la Tuca siempre estará allí para que la subamos y la bajemos. Así que, todos de acuerdo, comenzamos un largo descenso por el valle de Castanesa.
Basa de Pascual
         El ganado pasta a sus anchas, en la Basa de Pascual, una gran concentración de reses vacunas parecen reunidas en asamblea permanente. Me recuerdan a esas escenas del cine western, aunque por otro lado me vienen a la mente, imágenes como la del Congreso de Diputados. -Perdónenme, estoy algo mayor y "estalentao".
       Decenas de sendas discurren por el pastizal que el ganado se encarga de marcar, tomamos la que nos parece más humana y que lleva hasta una cabaña, lugar ideal para descansar los músculos y fatigar el estómago con los alimentos que hasta aquí hemos porteado. Las botas (de vino), lanzadas con la pericia de años y años de experiencia, vuelan de mano en mano.
       Pero queda tajo por andar, a partir de aquí, lo hacemos por las pistas que utilizan los ganaderos para subir con sus "cuatroporcuatro".
¡Pasaaaa la botaaa!
Sin palabras.
       Abajo, en la orilla izquierda del Barranco de Basibé, un pequeño núcleo de edificaciones; son las Bordas de Llana D´Obarra en la que se ve un gran grupo de gente con mochilas.
       Este grupo nos lo encontramos en un cruce de caminos, se trata de un grupo de scouts, concretamente el Okapi de Zaragoza. En un atajo les adelantamos y "os estalentaos" ejercen de eso dejando pasar a los chavales bajo un arco de bastones, ¡que horror!.
       Durante unos cuantos kilómetros coincidiremos con ellos, incluso un mozalbete que no anda nada fino, reconoce a Lola como su "ex-pediatra".
Río Baliera
      Pasamos por delante de la Borda de Teodoro D´Ardanuy que es antesala para la parte más baja del valle de Castanesa, regada por el río Baliera que cruza el fondo del valle regando sus orillas y propiciando una frondosa vegetación dominada por álamos temblones, avellanos y tilos. Descendemos por su cauce para ir al encuentro de pequeñas poblaciones, donde el aire limpio y puro impregna nuestros pulmones. Poblaciones de origen ganadero, donde la tradición pervive gracias a la sabiduría heredada por unas gentes, que a través de generaciones han sabido convivir en perfecta armonía con un entorno que intereses especuladores pretenden destruir.
Ruinas de la ermita de San Vicente.
        Atrás, la Tuca de Castanesa ha desaparecido entre grandes nubarrones, cosa que refuerza nuestra decisión de desistir.
      Aquí comienza a soplar un fuerte viento de tormenta, una rama caída de un árbol me pasa rozando. El personal acelera el paso.
       A la altura del puente que lleva a Denuy, comienza a llover débilmente, un poco más adelante observamos las ruinas de la ermita de San Vicente y un poco más adelante ya adivinamos la pequeña localidad de Fonchanina, su decena de habitantes se dedican fundamentalmente a la agricultura y ganadería. Tiene, frente a su iglesia, una fuente de la que algunos toman agua y hablando de agua, ahora no llueve, ¡jarrea a cántaros!.
Iglesia de Fonchanina.

            A paso ligero, con ropa impermeable, llegamos al fin de la etapa, a Castanesa, pueblo  dividido en dos, Castanesa de Arriba y Castanesa de Abajo las dos tienen una calle y una iglesia, la de San Martín (románica) que fue reformada en el siglo XVI y ampliada en el XVII, la de Santa María de Nova
San Martín.
(Yglesia de la Virjen de la Nova, pone a la entrada) también románica del siglo XII. También reformada, la capilla de Santa María de la Piedad ahora en ruinas, y la ermita de San Silvestre.
       Nosotros aterrizamos en lo más hondo de Castanesa, en "Ca de Graus", muy concurrido a estas horas. El dueño de nuestro alojamiento anda algo agobiado por el "exceso de trabajo", nos comenta que no podremos desayunar mañana a las siete porque tienen que descansar (sin palabras). Durante la cena, su hijo Rubén le contradice y atiende nuestra demanda. -No es que madruguemos por gusto, en verano hay que comenzar pronto la jornada para que cuando el calor apriete, llevemos un buen trecho caminado y, además, las tormentas suelen entrar por las tardes. Es un establecimiento de montaña, no de playa-.
"Yglesia de la Virjen de la Nova"
          Maite se encarga de repartir dormitorios. Por la tarde nos vamos a visitar a los "De Arriba", aparte de las iglesias mencionadas, observamos casas solariegas de grandes dimensiones.
        Como hoy no ha habido grandes desniveles de ascenso, algunos suben a la torre de La Nova para apreciar de cerca las campanas y sus badajos. 
           En la plaza Mayor entablamos una buena charrada con gentes del pueblo, nos cuentan curiosidades del valle, de sus pueblos, sus gentes...
           La cena tiene la presentación del cocinero Rubén formado en la Escuela de Hostelería de Guayente, en los postres brindamos a la salud de Maribel y Javier que pasan su última noche con nosotros, el santo les demanda y han de andar camino de Compostela.
La lluvia ha dado paso a un cielo estrellado que esperamos sea  el augurio de que mañana va a ser "un buen día", ahora todos a...zzzzzzzzzzz
Sueño con un país de siete meses sin gobierno. Despierto y...¡es real!
Buena nuei

Datos técnicos:
Recorrido

Perfil:
Distancia, 16,2 Km
Desnivel acumulado + 566 m.
Desnivel acumulado - 1018 m.

Día 21 de Julio de 2016 (De Castanesa a Aneto)
Adiós a los que se van...
     Adiós a los que se quedan, 
y a los que se van también...
              Maltratamos la estrofa de L´Albada de Labordeta, Maribel y Javier nos dejan, se van.  Ellos se van pero su bota de vino, queda confiscada. Se van a gastar suelas, camino de Compostela, a pedirle al santo ( a los santos hay que pedirles lo que sea) que las raciones de pulpo de Cacabelos y Melide no les siente mal, que el vino de Petrouso haga de ellos buenas personas, que el chorizo de Molinaseca no participe en el "juego de las lorzas", y, como no, una pequeña rogatoria para este pobre pecador, apartado, muy apartado, del buen "camino".
          Queda también en Castanesa Maite, ha caminado más de la cuenta y el cuerpo le pide calma.
Pronto alboreará.
Un alto en el Qüeso.
          Comenzamos a garrear por las calles de Castanesa d´abajo hasta una senda que la lluvia ha dejado muy resbaladiza, tanto que alguien del grupo mide con su cuerpo.
         Al fondo, trescientos metros más arriba, divisamos el Serrat del Qüeso (collado del Cueso), hacia allí dirigimos nuestros pasos. Una vez en él, realizamos la primera de las paradas, hoy la etapa es más exigente y hay que tomarla con calma. Desde el Serrat, observo un pueblecito, es Ardanuy y, a nuestra izquierda, otros doscientos metros de subida, nos espera Punta la Quasta (1930 m.) que alcanzamos por un sendero poco amable con estos "jóvenes".
El Turbón.
         Abajo queda Castanesa, no lo veremos más, una llamada telefónica y los tres que han quedado allí, nos hacen señales, -¡los vemos! ¡nos ven!-, las coloridas prendas que cubren nuestros cuerpos se divisan a grandes distancias.
       A partir de aquí la ruta se endurece más si cabe, comenzamos a padecer el "castigapiernas" del lomo (cordal argot montañero) de Cornaledo que se inicia con un ligero cresteo hasta alcanzar el Turonet del Cap de la Capsereta (2267 m.). Caminamos en dirección Norte, escoltados, a nuestra derecha por el valle de Barrabés, y a la izquierda por el de Castanesa que nos muestra buena parte del recorrido de ayer. Ejerciendo de guardaespaldas, el Turbón (2492) que aunque algo lejano, su imponente mole parece decirnos que tranquilos, que ¡aquí estoy yo!.
Por "la lomera"
        Delante de nosotros, un par de collados (2234 m. cada uno) con loma en medio y, de nuevo, "lomo p´arriba" por sendero imaginario que cubren las flores de este inmenso prado.
       Alcanzamos otra "cima" el Pico del Mich del Vedal (2322 m.) . Yo, que encabezo el grupo, miro hacia atrás y observo que las "jetas" de algunos andan algo descompuestas. De vez en cuando hay que parar para recuperar "cara bonita".
        De nuevo descendemos, esta vez hasta la Colladeta Del Sarronal (2246 m.), desde la que mirando hacia el frente vemos la siguiente "cuestecica". La tomamos inventando un zigzag eterno que, definitivamente, nos deja en el Pico de Cornadelo (2434 m.).
En el Cornadelo.
         Es hora de echar un bocado, posar las nalgas en el prado, sacar las botas de vino y disfrutar de este agradable entorno.
        A uno de los debutantes le cae una cariñosa "bronca": ha cargado con el vino, y para aligerar peso tan solo ha cogido 300 ml. de agua. Afortunadamente, el resto llevamos suficiente para "dar de beber al sediento" 
       Las caras de los amigos han quedado recompuestas, así que, antes de arrancar de nuevo, nos hacemos la "foto de grupo", tan demandada una y otra vez por Piedad. En esta ocasión el fotógrafo es fotografiado.
Fotógrafo fotografiado.
Margaritas moradas.
Collado de Salinas.
     A partir de aquí, será todo bajada, larga pero bajada al fin y al cabo. Bellas flores cubren el pastizal.
    Descendemos en paralelo a una alambrada, que separa los pastos de ambos valles, hasta el Collado de Salinas (2184 m.) en donde giramos bruscamente hacia el Este para tomar la recientemente señalizada GR.18 hasta la cabaña de la Fon del Bisbe. En el abrevadero del corral, el debutante carga agua y, casualidad o ciencia, posteriormente no padece de ningún trastorno intestinal.
         Seguimos caminando por pista de tierra que, más adelante se convierte en caluroso asfalto. Algunos atajos acortan considerablemente el trazado curvo del camino hasta llegar al puente que cruza el río Llauset. Aguas arriba, el dique delata que tras él, se encuentra el embalse que nos sirvió de punto partida, hace unos días, para una bonita travesía por los ibones de Cap de Llauset, Botornás y Angliós.
Dique de la presa de Llauset.
        Camina que te camina por la carretera que sube a la presa, con un calor asfixiante, pasamos por el barranco del Clot y, poco más adelante, unimos nuestro camino, el GR.18, con el de la GR.11 que, poco más adelante, nos saca de la carretera para acometer la senda que, bruscamente, nos baja más de trescientos metros hasta Aneto (1350 m.).
         Maite se ha encargado de que Mario de Casa Moliné (alojamiento por un par de días), tenga suficiente stock de cerveza para estos sedientos elementos que hoy sí, hoy nos la hemos ganado con creces (el resto de días, también).
          Aseados, por la tarde, algunos damos un garbeo por el pueblo y alrededores. Aneto tiene la sede del Centro de Interpretación del Parque Natural Posets Maladeta en el que informan a través de paneles, material interactivo y un documental muy logrado. 
San Valeri.
        Aneto se agrupa en una pronunciada pendiente. Mantienen elementos de la arquitectura pirenaica, formando un conjunto magnífico y equilibrado, con abundantes ejemplos de su pasado arquitectónico". En el listado de estos ejemplos s sitúa casa Feixa, casa Puyol y Casa Sanglés.
           La iglesia parroquial de San Valeri lleva grabada en la portada de su fachada la fecha 1809. No tiene un estilo definido vista desde el exterior. En un extremo del templo se encuentra la torre.
        Llega la hora de la cena. Luis Lasala, hace entrega a las damas, de unas pequeñas "fallas" que ha adquirido en el Centro de Interpretación.
       Mario, Pilar y Pilar hija, nos han preparado una mesa para, dicen, recuperar fuerzas, y yo digo ¿será para varios días?. Unas inmensas tortillas hispanas (una para cada dos comensales), ensaladas, fiambres, longanizas... y todo ello regado con un caldo peleón de esos que ayudan a dormir.
        Y eso es lo que hacemos rápidamente los tres que mañana, pese a las malas predicciones climatológicas, intentaremos ascender al Pico Mulleres (3010 m) por su vía oriental. Así que...
...zzzzzzzzzzzzz¡¡¡
Buenas noches







Datos técnicos:
Recorrido

Perfil:
Distancia, 19,7 Km.
Desnivel acumulado + 1233 m.
Desnivel acumulado - 1341 m.

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