miércoles, 2 de noviembre de 2016

PEÑA MONTAÑESA

Día 29 de Octubre de 2016
Peña Montañesa.
       Con la resaca de una semana montañera que nos han brindado Os Andarines d´Aragón en tres jornadas dedicadas a la naturaleza y senderismo, magistralmente cerrada con la intervención del aventurero y periodista Sebastián Álvaro, Toño Luño y un servidor nos vamos a tierras del Sobrarbe con la sana intención de subirnos a lomo del monarca de este reino que es, nada más y nada menos, esa montaña que se asoma sobre río Cinca por la parte más occidental de una sierra que cabalga entre los ríos Cinca y Ésera, la Ferrera: hablamos de la "Peña Montañesa".
         Como mandan los cánones, Peña Montañesa tiene sus leyendas, Un de ellas la comenté en otra ocasión (enlace a ella); otra dice que este monte es la mismísima Bella Durmiente, petrificada por causa de un hechizo maligno; otra de las fábulas dice que se trata de Pirine, ya que su silueta se asemeja a los bellos contornos de una dama tendida sobre las tierras del Sobrarbe. Además, considerando que la bella Pirine fue enterrada en estos montes se supone que la Peña Montañesa es, posiblemente, su mausoleo. Así son las leyendas.
Guerrilleros.
        Por su estratégica posición fue, también Peña Montañesa, testigo de la Guerra Civil contra la agresión del dictador Franco. Hubo una importante línea de frente entre los fascistas (nacionales) y los demócratas (republicanos). Aún es fácil observar restos de trincheras en el monte de Santa Engracia y en la sierra de Araguás, pues desde allí controlaban la carretera de acceso a Aínsa-Bielsa-Francia.
         Las personas mayores todavía recuerdan que el conflicto bélico fue tan intenso que durante unos días los habitantes de algunos pueblos abandonaron sus casas para esconderse en las cuevas de la base de la roca de la Peña. Allí cocinaban y se calentaban procurando que no se viera el humo.
"Guerrillero Toño".
     Ya más tarde, durante la posguerra, las cuevas de la Peña Montañesa  fueron refugio también de una de las cuatro agrupaciones guerrilleras antifranquistas más importantes de toda la península: la Agrupación Guerrillera del Alto Aragón, encabezada por Villacampa.
       Los maquis resistieron en la clandestinidad en las cuevas de la Peña Montañesa hasta 1952, llegando incluso a instalar en una de ellas una imprenta para editar folletos de propaganda. La certeza del fin de los maquis se constató en 1956, cuando la Guardia Civil descubrió un zulo lleno de armas y munición en una de las muchas cuevas que ocuparon durante esos años.


          A estas alturas del año en que lo más lógico sería quedarnos en casa con el brasero humeando bajo la mesa camilla y los cristales de las ventanas empañados por la humedad de una lluviosa estación otoñal, ¡nada de nada!, este "veroño", seco donde los haya, nos ha echado de la cama y, temprano, estamos camino del Norte, por una carretera que Toño conduce tranquilamente entre la densa niebla que cubre el valle del Ebro.
San Beturián.
      En L´Ainsa, tomamos un ligero desayuno, aún no ha amanecido y las estrellas nos anuncian que, a pesar de "la rasca de l´albada", el día promete generosidad para esta pareja de "estalentaos".
     Por una retorcida carretera vamos en dirección a San Beturián (Victorián), real monasterio del que ya di cuenta en esta otra entrada de Viejamochila.
       Dejamos el coche en un nuevo aparcamiento que han habilitado, justo enfrente del punto en el que se inicia (1080 m.) por su cara sur, una de las rutas, la más clásica, de la ascensión a la mole pétrea de Peña Montañesa.
Ya alborea.
     Por ahora, arrancamos a caminar algo abrigados, pues el "astro calefactor" todavía anda arrancando motores. Además, las primeras rampas transitan por un espeso bosque de robles, quejigos, algún que otro pino y grandes ejemplares de boj, cuya sombra pronto da paso a una valiente y deslumbrante "lorenzo" (sol) que nos acompañará en toda la jornada.
        Poco a poco la vegetación va perdiendo altura, la senda todo lo contrario, su trazado en diagonal nos acerca a una especie de collado en el paraje denominado Poyuelo d´Arriba (1281 m), desde el que ya contemplamos las primeras vistas de La Fueva y Mediano completamente cubiertos por la niebla.
El monte entre niebla.
As Gotelleras.
      Bajo imponentes farallones, la senda avanza en zigzag, salvando algunos bloques, escondidos entre enormes erizones, que nos llevan a los pies de una faja rocosa (1453 m.) que vamos dejando a nuestra derecha.
      Poco más arriba, pintada sobre una roca, una inscripción señala la dirección por "La Faja del Toro", que no tomamos, otra vez será.          Seguimos y se nos abre otro murallón de roca al que denominan "As Gotelleras" que debemos de salvar, y dos son los caminos a elegir: el uno a la derecha, que hay que superar con una pequeña trepada, así que nosotros, que aún recordamos "la del Perdiguero", elegimos continuar por la senda, que aunque da un pequeño rodeo, está más adaptada a nuestros castigados cuerpos. Además, al ser más despejada de vegetación, las vistas van mostrando lo más bello de su esencia.
Bello paisaje (observo).
       El camino, por el momento, va suavizando su pendiente y se nos abre una verde ladera salpicada de pequeños bojes y traidores erizones. A nuestra derecha, un abrevadero y una cabaña, me recuerdan la anterior vez que, con once años menos, ascendimos esta montaña con los zagales de Esbarre.
        Hoy, esta zona de "Os Plans" presenta algo más de luz que en aquella ocasión y, como corresponde, nos detenemos a realizar nuestra primera parada, pues llevamos cerca de mil metros superados y el "motor ya pide gasolina".
        Pasan un par de mozas que nos saludan y nos desean buen provecho. Tampoco es que nos vayamos a reventar el estómago, tan solo un plátano y un par de porciones de chocolate, marca Toño, son los alimentos que tocan digerir (por ahora).
Cabaña de Os Plans
Toño en Os Plans.
       Reanudamos la marcha, a la derecha observamos la presencia de un pluviómetro que debe de estar más seco que el bolsillo de un mono.
      Antes de dejar "Os Plans", echamos una mirada a la panorámica que se nos abre ante nuestros ojos con los sedientos embalses de Mediano y El Grado al fondo, ambos liberados de la niebla que se resiste a abandonar el valle de La Fueva.
        Aquí hay dos opciones, subir por la derecha hacia la Tuca de San Beturián o, a la izquierda, por encima de la Faja del Toro que es el camino que elegimos nosotros, y no nos pena.
¿Algún problema?.
      Damos por finalizado el caminar por "Os Plans", ahora descendemos, bajo el prado, por una senda que transita sobre un cortado con un profundo embudo que nos deja observar ese cauce del Cinca cuya ribera riega los pueblos de Escalona y Laspuña.
     Tras nosotros escuchamos al par de mozas de antes, se han detenido, también, a repostar y será de buen octanaje la gasolina que se han tragado pues no paran de "charrar y charrar" en un catalán que nos suena. Les preguntamos -¿ande sois?- ¡De Tamarite de Litera!-
     Las dejamos pasar, pues las tamaritanas (que no samaritanas) van algo más ligeras que nosotros que caminamos como Caperucita Roja. No cogemos flores pero... "fotos, vídeo, paisaje"...
Bajo los farallones, el embalse de Mediano.
Caprichos.
      Este tramo esconde algunas trampas que salvamos con la experiencia que nos dan los años.       Tras el cruce de un fácil canchal, el sendero sube salvando algunos pinos de buen porte y extrañas formas. Le echamos el ojo a uno y le nombramos "mesa para la vuelta", pues será sitio idóneo para comer.
       Pero para eso falta mucho, a nuestra derecha ya adivinamos la cima que se asienta sobre piedras y piedras, entre las que se atreven a crecer pequeños pinos y... -mira José Luis ¿son sarrios o corzos?-. La distancia y lo profano de nuestros conocimientos en la materia nos dejan con la duda a cuestas.
          Las dudas no pesan, pero el último arreón hacia la cima es otra cosa; ya llevamos mucha subida y el cansancio se va notando.
En segundo término "Os Plans".
Nos está marcando el camino.
        El sendero, corrijo, el pedregal a seguir, flanqueado por varios hitos, se orienta hacia el NO dejando La Peña a nuestra derecha, hasta que giramos hacia el E. ganando altura por un auténtico canchal de ladera en el que los mojones, más que orientar, desorientan un camino que, ahora fuertemente, girando hacia el N. nos coloca en la cumbre de la Peña Montañesa (2291 m).
    La tamaritanas (que no samaritanas) ya han llegado y tras nosotros serán catalanes y franceses quienes nos acompañen en este magnífico balcón en un día excepcionalmente despejado.

En la cumbre.
        Toño anda más contento que un zagal en la tienda de "Chuches Mariano":
                    -Yo todo lo que había oído comentar de la Peña Montañesa tiraba a negativo- me dice-.
                    -Bueno es que cuesta subirla -le contesto-
                    -No es pa tanto.
                    -Ya, pero hay piernas y piernas
                    -Además, José Luis, después del Perdiguero esto está chupado.
                    -Fijate Toño, mira las Tres Sorores, mira el Castillo Mayor, el Cañón de Añisco...
                    -Anda, es verdad, si hasta la Brecha y el Taillón los veo y veo, también, el camino que                          recorrimos en la última del Stadium y...
                     -Toño, cuando estuvimos, hace once años aquí con los de Esbarre, se nos puso una nube                      y tuvimos que bajar por piernas.
Bebiendo paisaje.
        Nos quedamos un buen rato, la cima está animada. 
         Intercambiamos cámaras los unos a los otros, pues aquí el "selfie" no recoge la belleza del paisaje, ni de la alegría de la faz de las gentes que se esfuerzan en subir a las montañas para beber unos buenos tragos de paz, de silencio solo roto por el cántico de las aves que comparten las mismas emociones que "estos locos de la montaña", solo que ellas vuelan, nosotros soñamos. Realmente, también suenan los saludos de un grupo de franceses que están llegando a la cumbre. ¡Bonjour! Llegan, también, los catalanes. ¡Bon día!.
¿Bajando p´arriba?
       Toca bajar, toca despertar, toca pisar suelo y... !vaya suelo!.   
      Descendemos los primeros metros por la misma vía del ascenso, pero pronto tomamos un atajo por un canchal que me hace recordar cuando, de joven, esquiaba por nieve, solo que esta vez los copos son piedras.
       El atajo, pronto nos ubica en la senda de subida y -¡ahí está el pino-fonda!, así que a comer que nos lo hemos ganado, ¡vamos, "digo yo"!. Además, llevo en el fondo de la mochila una mini-nevera con un par de frescas "ámbares" que van a maridar con los bocatas como debe de ser. Nos llegan unos mensajes de Maite y Piedad que "también están maridando" un buen aperitivo en la "citygoza".
Paredes pintadas.
      El resto del descenso lo realizamos por el mismo sendero de subida, únicamente, gracias a la siembra de hitos, las Gotellas las salvamos por el atajo que en la mañana no hemos querido coger. Una pequeña destrepada y "p´abajo". 
     El ritmo que llevamos y el calor de este caliente y seco Otoño nos hace sudar, pero más sudaron aquellos que, en estas montañas, lucharon por defender la libertad.
    Y aquí dejamos la Peña Montañesa, dejamos San Beturián, Mediano, La Fueva, El Grado, Escalona, Morillo, L´Ainsa; y como dice un trocito de esa bella canción de la Ronda de Boltaña:

Tal vez a trocitos se te fue llevando
la gente que hicieron marchar,
o bajo las aguas de un negro pantano
reposas dormido y en paz,
igual que a los pies de Peña Montañesa
las ruinas de San Beturián.

       Tan fuertes como La Peña, tan valientes como aquellos guerrilleros, tan grandes como el Mediano, tan hermosas como esos paisajes, tan solidarias como el boj con la tierra... ¡así son nuestras chicas!. 
         El día siguiente han participado en la carrera de la mujer, esa carrera contra el cáncer, esa carrera en la que todas ganan, y como dice una frase que con orgullo lucen en sus camisetas  ¡Hoy ganan las chicas!
Hoy ganan las chicas.


       Hasta pronto.

LOS CLICS DE LA JORNADA













DATOS TÉCNICOS
Recorrido

Perfil.
Distancia: 10,7 Km.
Desnivel acumulado +: 1315 m.
Desnivel acumulado -: 1315 m.

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