sábado, 29 de abril de 2023

UN ALTO EN LA SENDA

ABRIL DE 2023
Con Maite y los nietos en 2019
            Ya son varios los meses en los que mi “vieja mochila” duerme en un rincón del armario. La salud (la mía, no la de la mochila) me va marcando el día a día, algo alejado de las montañas a las que, desde mi destierro, miro con una pequeña dosis de envidia y otra, mucho más grande, de esperanza. Es algo así como cuando, en el sendero, haces un alto para recuperar fuerzas y continuar subiendo hacia la cima.
        No dejo de mirar al futuro, como decía, siempre con esperanza, pero en las idas y venidas a las consultas médicas y hospital, los evocadores momentos florecen, como florecen las flores de mi balcón. Una enorme satisfacción se apodera de mí cuando las salgo a regarlas.
Nuestro maestro de ceremonias, Luis Casao, nombrándonos
 "tresmilistas" en 2006                                     
                Estrenando milenio, la ausencia de otra flor, la más bella que uno pueda tener, nos llevó a Maite y a mí a replantar la maceta, a llenar ese vacío. Una de nuestras formas era incrementar nuestras idas y venidas por montañas, valles, ríos y lagos que hasta entonces los veíamos imposibles.
        En todo este tiempo, al esqueje le salieron otros brotes: un par de nietos, más amigos, más experiencias que se transformaron en recuerdos, y más querencia por nuestros pasos.
        Es una ligazón fuerte con personas con las que hemos vivido, aprendido, compartido, reído y llorado en estos años.
        Esta “Vieja Mochila” es testigo de las innumerables correrías de por aquí y de por allá, por las cimas del Alto Atlas y los pueblos cubanos; de las travesías por los valles y picos pirenaicos y las excursiones en animadas jornadas con los amigos de Esbarre y Stadium Casablanca. 
En el Parque Nacional Alejandro Humboldt (Cuba)
Con el grupo Esbarre en el Tour del Mont Blanc en 2008
Con la sección de montaña de Stadium Casablanca en la clásica de Beret, en 2011
Paso Monte Moro. Bajo la "Madonna"
 (frontera Suiza-Italia), en 2015
        Algún que otro garbeo nos permitió admirar los paisajes alpinos en rededor de gigantes alpinos como los Mont Blanc y Monte Rosa; y sin salir del continente europeo, caminamos por los Cárpatos y Balcanes, disfrutando de sus paisajes (y de su cerveza). En Madeira fuimos testigos de la fuerza del fuego y el milagro de la naturaleza para recuperarse de los incendios que, cada vez más, asolan la superficie terrestre.
    Si esto no era bastante, si no estábamos gozosos de disfrutar de esas idas y venidas, con algunos años en la espalda, volamos a Nepal para darnos un “garbeo” hasta el Campo Base de esa “colina” que llaman Everest, Sí, fuimos a visitar las montañas del Himalaya y volvimos con la imagen de sus gentes, de los niños camino de la escuela, de los monjes budistas jugando al fútbol entre oración y oración y de las sonrisas de hombres y mujeres regalándonos su “namaste”.
Nepal: equipo, guía, sherpas y porteadores
Bulgaria en 2014
Nepal. Cima del Gokyo Ri (5357 m.) en 2012
Nepal. Cima del Kala Patthar (5545 m.). Al fondo, el Everest
Eslovaquia en 2013
Amigos hacia la cima, hacia el encuentro de la luz del sol
        Pero ¿qué sería de las correrías por todos estos lugares sin los compañeros de viaje?. Saber que en el esfuerzo, en las charlas del camino extendidas, en el descanso del refugio, en los buenos y no tan buenos momentos, tus amigos de la montaña están allí, donde te necesitan y los necesitas. Algunos de ellos ya van cumpliendo (y cumplimos), con mucha honra, algunos años, otros partieron en busca de paisajes desconocidos.
        En fin, se ve que estamos en esa etapa de la vida en que cuesta menos mirar atrás que acercarse al futuro que, por cierto, lo vamos a atacar, como en esas ocasiones en que las cimas están cerca, ya se ven, pero como dice esa conocida frase montañera: “tras una cima, viene otra cima”.
        Espero que el barbecho toque pronto a su fin, para vivir los caminos, para partir al amanecer, siempre al encuentro de la luz del sol y saber reconocernos en cada vuelta del sendero, en cada flor, en cada trino de los pájaros, en el frío, en la sed, en el cansancio y en el cariño de tus amigos, de tu compañera, de tus hijos, de tus nietos... y del tuyo.


Dejo algunos enlaces de algunas entradas (más bien salidas):
BULGARIA                                                                     TOUR DEL MONT BLANC
TOUR DEL MONTE ROSA                                           RUMANÍA
MADEIRA                                                                       CUBA
CHAMONIX                                                                   ANDORRA
DE COLLIOURE A CADAQUÉS                                 CAMINO DE SANTIAGO NORTE (I)
LA PORTA DEL CEL.                                                    SETAU SAGETH (Séptimo sello)
CARROS DE FOC                                                         TOUR DEL ANETO
TOUR DEL CARLIT                                                     VÍA CALDA


lunes, 5 de diciembre de 2022

POR LA RAMBLA DE BARRACHINA AL EMBALSE DEL ARQUILLO (Crónica de un ausente)

Día 3 de diciembre de 2022
        Hay momentos en que la salud acerca el otoño hasta tu portal, ves el suelo alfombrado de las hojas que el bosque ha puesto a tus pies, pero miras arriba y la ausencia del follaje te deja ver la luz que alumbra el sendero por el que transitas con tus amigos.
        Que mi ausencia no empañe esos momentos que la salud me ha hurtado, momentos que las imágenes regaladas por buenas y sanas gentes me trasladan a esas tierras turolenses que, desde casa, me llevan por la senda de la ausencia y por el rumbo del viaje incompleto en una jornada cautiva de caminos, Son esas imágenes las que cuelgo en las paredes de mi imaginación como cuadros en el aire.
        ¡Ea, pues!, dejo aquí esas imágenes, obras de Maite, José Antonio Atrian, Ricardo..., de esta jornada, cuya primera parte ya conocía, caminos que discurren por la Rambla de Barrachina, la que llaman el "Gran Cañón de Teruel", cuyo paisaje se asemeja a aquel otro cañón, allá en "yankilandia".
        Me cuenta Maite que tras pasar por un sabinar "muy chulo", se adentraron en el cauce del río Guadalaviar para disfrutar de ese paisaje ribereño, de sus cascadas y de sus estrechos equipados con pasarelas y puentes.
        Una escalera de más de trescientos escalones, los dejaba en la presa del embalse del Arquillo, para, finalizar la jornada en un garito del barrio de San Blas, en el que daban rienda suelta a la acostumbrada sesión de rehidratación.
        ¡Ahí va!:

        Hasta otra

sábado, 5 de noviembre de 2022

PUNTA CUCURAZA, MIRADOR PEÑA MEDIO Y "BARUCA D´ESBARRE"(Circular desde Panticosa)

 Día 5 de noviembre de 2022
Destino
        Que a nadie le extrañe que, año tras año, en estas fechas, la "gambada* d´Esbarre" transite por los caminos y veredas de algún santo lugar en el que cuchara, plato y tenedor (y algún destilado) nos recuerden que un año más, estos rodamientos siguen bien engrasados.
        Son las siete de la mañana, le ha costado, pero pareces ser que el "veroño" va muriendo y nos presenta una mañana otoñal, propia de estas fechas, que adivina por las indumentarias que los cuarenta mozos y mozas que accedemos al bus lucimos hoy; gripes y otros asuntos derivados de la salud propia o ajena (o falta de ella) ha dejado en tierra a ilustres esbarristas, a los que les deseo que pronto vuelvan a la normalidad.
Embalse e Búbal
        En el camino, el albor de la mañana nos descubre la cara y cruz del paisaje: luchando contra esta dura sequía, la mies ya va pintando de verde los campos de la Hoya de Huesca, pero más arriba, embalses como los de Arguis y Búbal nos producen una buena dosis de tristeza, sobre todo tras haber concluido el que sería mes más lluvioso del año.
        El café y demás menesteres matinales, los ejecutamos en el acostumbrado garito de Senegüé, para seguir el camino que nos deja en la villa de Panticosa, pueblo que me produce algo de tristeza cada vez que lo veo: el ladrillo y el hierro se van apoderando de uno de los más bellos rincones del Pirineo. Sirva como ejemplo el Puente Viejo, cuya fotografía he de recortar para no mostrar coches, autocaravanas, hierros (no forja), cables, etc. No hay que preocuparse: en compensación, también andan exportando hierros a las hermosas montañas que rodean este rincón de nuestra geografía (estamos en la era de las pasarelas y las tirolinas). Es mi opinión que, seguro, no coincide con otras muchas.
Fotografía castrada del Puente Viejo
Entre robles
        ¡Hale!, ahora que ya me he desahogado, a lo que vamos. Abrigadicos (ya teníamos ganas) arrancamos a caminar por las empinadas calles de Panticosa (1184 m.) en dirección norte. Cruzada la carretera que sube al balneario tomamos una pista que transita entre explotaciones ganaderas, guardadas por algunos canes que, mejor, no encerrarse con ellos. Pronto hacemos una parada, hemos de desprendernos de alguna ropa, pues cuestas y sol se alían para calentar al personal.
        En el "esbarre", ** por el que luego bajaremos, tomamos una bonita senda que se adentra en un bosque en el que predomina el roble, árbol que se resiste a mostrarnos el "estriptis foliar" propio de estas fechas. Un letrero dice: "Fuente Arrafal" (1410 m.); cual zahorí me detengo en busca del preciado líquido, pero ¡na de na!, ausencia total.
Aparece la primera nieve
        Seguimos ascendiendo, Maite y yo nos rezagamos del grupo, pero hemos de aligerar el paso, pues tras nosotros un ganado de ovejas nos va empujando. Afortunadamente, el pastor las desvía por otro camino y como estos zagales de Esbarre son buena gente, han esperado a ser alcanzados.
        China chano, seguimos subiendo hasta desviarnos unos metros, en dirección sur, para asomarnos al mirador de Peña Medio (1555 m.). Aquí se nos abre el paisaje, pero para describirlo esperemos a subir un poco más, y alcanzar la cima puntera que nos espera allá arriba.
        Retrocedemos unos metros para retomar el sendero que habíamos dejado, cuyo trazado, blanqueado por la nieve caída ayer, discurre paralelo al barranco del Monde. 
Vista de Panticosa desde el mirador de Peña Medio
Pisando nieve
Con los Luño Brothers
        Unos metros más y alcanzamos un collado (Cerro O Monde, 1787 m.), punto que sin ser pico, es el más alto de la jornada. Aquí dejamos nuestra ruta para desviarnos a la izquierda y transitar por un cordal en el que la nieve caída ayer dificulta pone a prueba la destreza y el canguelo de algunos: ¡todos aprobados!
        Ya estamos en el objetivo del día, la Punta Cucuraza (1765 m.) y su mirador,  humilde en altura, pero enorme en las vistas que nos ofrece sobre el valle de Tena, como el embalse del Bubal necesitado de más aportación hídrica; más cerca, bajo nosotros duerme su sueño otoñal Panticosa; pero, amigos, mirando a uno y otro lado emergen, como fantasmas, las cimas vestidas de blanco, de las sierras de Tendeñera y Partacua; más lejos, las bicéfalas Foratata y Middi d´Ossau, así como la piramidal Anayet parecen elevar plegarias a lo más alto del cielo.
Sierra de la Partacua
Middi d´Ossau y Peña Foratata (dos montañas bicéfalas)
Los de Esbarre
¡Hale!, a levantar la garra
        Pero hoy tenemos obligaciones a menor cota, así que "foto de grupo y  media vuelta", para volver al Cerro O Monde y tomar la pista que une Lanuza y el mirador de Sierra Plana. Esta pista la recorremos durante 1,5 kilómetros, aproximadamente, para abandonarla por una senda que discurre entre robles, hayas, fresnos y boj. Pese a que hemos de salvar algún árbol caído es un agradable descenso que tomamos con alegría, pues abajo Panticosa se va viendo más cerca. Algunos rincones nos enseñan esos colores mágicos que el otoño pinta de oro.
Llegados al punto en el que cerramos el círculo que hemos iniciado en la subida, solo queda un tramo que cubrir para alcanzar el bus, pero aquí no termina la juerga, hay que acicalarse para, en Gavín, asistir a la... 

¡Gambada d´Esbarre!
Preparados para mover el diente
        Ya lo anunciaba en la introducción, cada mes de noviembre los "bosses" de Esbarre nos preparan unos momentos de jarana gastronómica, son momentos de echar un vistazo a las salidas al monte del último año y comprobar que, pese a las dificultades, esto marcha. En los postres echamos de menos al griposo animador Julián, aunque hay que reconocer que Fernando y Ricardo no lo hacen nada mal, máxime cuando el segundo comenta que gracias a todos nosotros Esbarre sigue vivo. Pero que sería de este grupo sin un puñado de personas que se rompen los sesos para elaborar un calendario a gusto de todos; que antes de cada salida ya han mamado, palmo a palmo, el recorrido; que, como todos, también tienen otras obligaciones personales; que soportan con diplomacia los humores de cada cual; y que aúnan experiencia y mucho ánimo para preparar el calendario del 2023 (¡toma jabón!)
        Tras todo esto, Javier se torna en "niño de San Idelfonso", aunque cambiando bombo por ordenata, para proceder al acostumbrado sorteo de material de montaña, material que Carmen reparte entre los agraciados. ¿Que qué material se alojan en el interior de unas coquetas bolsas de papel?: no hay guantes de alta montaña, ni camisetas guays, ni buffes multicolores, ni bastones supertelescópicos, etc., que superen en importancia  a estos regalos, si te pilla un temporal por el monte. Sí, amigos,  que una buena dosis de embutidos y queso de Teruel  no te falten en la bolsa de primeros auxilios. Gracias, amigos
        Hasta otra

* Gambada, fiesta en aragonés
** Desvío en aragonés

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Datos técnicos 
(El track, pulsando en la palabra wikiloc del mapa)