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Selva de Oza |
En invierno cuando la climatología se presenta adversa e impide ascender algún pico, hay que esperar que llegue la denominada "ventana de buen tiempo" para, ¡zas!, atacar la cima. En este caso, días de sofocante "chicharrina", buscamos nuestra particular ventana de frescor para echarnos al monte.
Hoy toca remontar las aguas del río Aragon Subordán, disfrutar del tajo que sus aguas han esculpido a su paso por la Boca del Infierno y respirar aire puro a nuestro paso por la Selva de Oza. Se trata de nuestra aproximación hasta la casa de La Mina, antiguo puesto fronterizo de los carabineros desde donde controlaban el paso de las gentes que cruzaban por el Puerto del Palo, ora por contrabando, ora caminando hacia la libertad.
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Primeras cuestas |
Aquí dejamos "el buga", Maite y yo nos ponemos las botas y bien protegidos por ungüentos protectores de los rayos solares, comenzamos a caminar por la GR.11 en dirección a esa especie de proa de barco que se aprecia desde aquí abajo: el Chipeta Alto. Un cartel indica la dirección hacia el collado de Pietraficha, pues allá que vamos.
En sus primeros metros, la senda se introduce entre helechos, salpicados de blancas achilleas, dibujando una cómoda serie de lazadas que hacen muy llevadero este primer desnivel hasta alcanzar el refugio de Sabucar.
A nuestra derecha observamos el barranco de la Foyas hacia donde se dirigen los que ascienden al ibón de Acherito o hacia el puerto del Palo. Detrás, el Castillo d´Acher se torna cada vez menos altivo, enseñándonos el interior de sus murallones.
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Proa del Chipeta Alto |
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Barranco Acherito |
El sendero sigue su curso en dirección N.O., pronto alcanzamos el desvío del dolmen de Acherito que visitaré en el descenso, comprobando cómo la vegetación se va imponiendo a la "litohistoria". Pero son otras las piedras que llaman la atención, me refiero a las paredes del Chipeta, pico que, visto desde este otro ángulo, presenta un aspecto imponente.
Seguimos nuestro camino, poco a poco, conforme vamos ganando altura se nos van mostrando los impresionantes relieves que delimitan el barranco de Acherito por el oeste, con una sucesión de afilados picos y collados que van desde el pico Sobacal hasta el Petraficha. Al fondo del barranco, tras el Mallo Acherito y su puerto, son visibles las espectaculares Agujas de Ansabere.
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Pared oriental del Chipeta Alto y collado de Pietraficha |
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¿Adónde van esos? |
Ahora el sendero toma la dirección oeste, ganando altura en
cada uno de los pasos, pasos que son observados por un sarrio, el animal nos mira con cara
extrañeza, debe pensar: ¿adónde van estos dos?.
Dejamos al bóvido pastando y antes de meternos de lleno en la canal que tenemos delante hacemos un breve descanso para reponer fuerzas y charrar con un joven montañero que anda recorriendo la GR.11 en dirección opuesta a la nuestra.
Abandonamos el pasto para ascender por unos canchales rocosos. La pendiente se hace más pronunciada y la senda más tortuosa hasta que alcanzamos el collado de Petraficha.
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Cerca del collado de Petraficha |
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En el collado de Petraficha |
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La cara amable del Chipeta Alto |
El paisaje que nos ofrece el collado es, simplemente, un adelanto de lo que tendremos en la cima; pero lo que llama profundamente la atención es la dicotomía orográfica de esta montaña que cae vertical sobre la Selva de Oza y se desliza suavemente hacia Zuriza.
En este punto abandonamos la GR.11 girando en dirección sur, por un sendero escasamente marcado por la ladera, sendero que parece adentrarse en un jardín de lirios, de entre los que destaca uno blanco como queriendo homenajear a las gentes de la sanidad en la dura batalla contra el Covid-19. Un hermoso paisaje en unos complicados momentos.
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Los lirios del jardín |
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En la cima |
Conforme ascendemos, la senda se difumina, pero dirigimos nuestros pasos de forma intuitiva hacia la loma desde la que se adivina lo más alto de la proa a la que hacia referencia al principio: la cumbre del Chipeta Alto.
¿Qué altura tiene el pico?: los mapas y el GPS dicen que 2175 metros, pero aquí arriba, grabada sobre un artilugio metálico, dice 2189 metros. ¡Ah! ahora entiendo la diferencia: la placa es de un club montañero de ¡Bilbao!.
¡Qué importa metro más o metro menos!, Lo que sí importan son las vistas que desde este inmejorable balcón tenemos a uno y otro lado:
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Ibón de Acherito desde la cima |
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Sierra de los Alanos, al fondo Ezcaurre |
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Castillo d´Acher |
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Zoom del Midi d´Ossau |
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Cima del Chipeta Alto |
El largo valle de Guarrinza y la marcada linea fronteriza de los puertos de Palo y la Cunarda, con todos sus picos; los gigantes de Los Valles Occidentales, Castillo d´Acher, Bisaurín, Agüerri y la sierra de Secús; la sierra de Lenito, Peña Forca, así como la impresionante sierra de los Alanos con su cresteada figura; hacia el norte, el ibón de Acherito protegido por las escarpadas murallas fronterizas como el Pic du Lac de la Chourique, el pico Larraille y la Brecha de Hanas. Difícil es nombrar a todos, pues este mirador abarca todo un mundo de montañas y valles, pero no puedo dejar de nombrar algunos como la Mesa de los Tres Reyes, Mallo Acherito, Petrechema, Agujas de Ansabere y más allá, en la distancia, las inconfundibles siluetas del Midi d´Ossau, Anayet, Vártice...
Ahora es cuando piensas eso de que ha valido la pena el esfuerzo, esfuerzo que se ve recompensado por un descanso en la cima bajo un cielo azul, a sabiendas de que vamos a comenzar el descenso por el jardín de lirios y que seguiremos haciéndolo sobre los pasos que nos han traído aquí.
Llegados a Oza sentimos el sofocante calor impropio de estas latitudes, nada que no pueda curar un par de jarras de cerveza en la cantina, bajo la sombra de su gigantesca haya.
Datos técnicos
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Recorrido |
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Perfil:
Distancia, 12 Km.
Desnivel de ascenso, 975 m.
Desnivel de descenso, 975 m. |
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