domingo, 19 de julio de 2020

VÍA CALDA (y algo más)

Del 3 al 13 de julio de 2020
          ¡Qué tiempos aquellos que estas sendas nos vieron andarlas, cuánto ha quedado en el camino, cuantos recuerdos!
         Hemos vuelto, esta vez en compañía de nuestros amigos Alfredo y Mª Ángeles, a estas tierras abrazadas por grandes y míticas montañas, tierras con marcada huella de un duro pasado y un desaforado presente que, en este duro momento que nos ha tocado vivir por la descontrolada Covid-19, se engalana con los más bellos colores que la naturaleza le brinda.
         Los amigos de Camins comercializan la llamada "Vía Calda", una especie de matrimonio entre el senderismo y las aguas termales de este rincón del Pirineo. Una ruta que comienza su andadura en El Pont de Suert, a las orillas del río Noguera Ribagorzana, remontando las del Noguera de Tor, siguiendo el trazado del Camí de l´Aigua, camino que une la Alta Ribagorça con el Valle de Boi y en el que el rumor del agua te guía a través de la historia de algunos pueblos como Coll, Barrueda, Boi, Erill la Val, Taull..., pueblos en los que el patrimonio románico alcanza uno de los grados más importante de este arte.
          Y, amigos, es el agua la que te lleva por umbríos senderos cubiertos de hayas, pinos, abetos y avellanos, hasta el balneario de Caldes de Boi. Aquí nuestros cuerpos se sumergen en la desnudez del agua, dicen que sanadora; ya veremos.
Caldes de Boí
        De balneario, Caldes, a balneario, Tredós (como si del juego de la oca se tratara, se tira por que le toca), una etapa nos introduce en el Parque Nacional de Aigüestortes. Aquí el recorrido pone a cada uno en su sitio, pues se torna en un mundo de granito, un mundo de lagos, un mundo de saltos de agua, un mundo que toca techo en el Port de Caldes; sus 2570 metros de altura se esconden bajo el pico Montardo que con 2833 metros se erige como la mayor altura de las tierras de la Vall d´Arán. Buena parte de este tramo nos es conocido, pues ya lo recorrimos en algunas otras ocasiones.
            La Vía Calda continúa su discurrir entre un festival de flores, aterriza en los Baños de Tredos para, tras remojarnos en las aguas termales, descender guiados por las bravas aguas del Aiguamòg que, con el rumor de su corriente, comparten concierto con el trino de los pájaros.
Río Garona
        Un bello sendero nos desciende hasta otro río, el Garona, en el que su valle acoge varios pueblos, floralmente engalanados, que reciben al visitante con multitud de colores y olores: Tredós, Salardú, Unha, Bagergue, Arties (con sus baños), Garós, Escunhao, Betrén y la capital de la Vall d´Arán: Vielha.
            No voy a repetir lo dicho en otras ocasiones de este valle, valle que presume de lengua propia, una variante del occitano, valle que presume de una organización administrativa propia y valle que, como el de Boí, acoge un gran patrimonio del arte románico.
             Siguiendo el curso del Garona, la ruta concluye su recorrido en Bossòst, no sin antes haber cruzado el puente que salva las aguas del río Joeu, aguas fecundadas por el glacial del Aneto que tiene a bien aportar al Atlántico, cuando las deja fluir en el Forau de Aigualluts, en el cercano Valle de Benasque.
               
Refugio Cap de Llauset
Pero antes de alcanzar el final de la Vía Calda, el sendero se introduce en otro hermoso bosque que comienza en cercana población de Gausac, para atravesar pequeños núcleos como Aubert y Es Bordes.
             Pero, amigos, antes de haber comenzado a gastar suelas por ese atractivo recorrido, aprovechando el viaje, nos acercamos a comer a un restaurante de altura, el refugio Cap de Llauset que a sus 2425 metros de altura, nos sirve dos menús: el comestible y el impresionante paisaje que lo rodea.
                 Un par de noches en Casa Moliné de Aneto, un hostal rural en el que se duerme bien y se come mejor (y abundante, no es la primera, ni será la última vez que pernoctamos aquí, por algo será), nos facilita ascender hasta el lago de Besiberri, que ya visitamos en una lluviosa mañana  hace un par de años, pero que hoy luce tan radiante como el cielo que se refleja en sus aguas. 
                
Bosque de Carlac
No podíamos dejar de disfrutar del hermoso Bosque de Carlac, en el que bajo una acacia, en el cementerio más pequeño del país, descansa Teresa, un lugar que ya describí en otra ocasión.  Nos llamaba la atención de la escasa referencia de la población de este histórico lugar, en el que se encierra esa triste historia, por lo que preguntamos a un lugareño, el cual nos cuenta que algunas de las gentes que habitan Bausén todavía no han digerido el daño que la iglesia católica causó a Teresa.
        Tras concluir la Vía Calda, pasamos un par de noches en otro alojamiento, el Hotel Seixes, en el que, como en Casa Moliné, uno se siente muy bien acogido. Además su ubicación en Bagergue nos posibilitó disfrutar de un pueblo, ya visitado otras veces, mucho más bello que nunca.
        Añado que estos, como el resto de alojamientos, debido a la situación derivada de la pandemia de la Covid-19, en todo momento nos han facilitado las estancias con la mayor seguridad posible.
        En fin, la Vía Calda nos ha posibilitado descubrir algunos rincones desconocidos, así como los recuerdos de las gentes que, bajo el paraguas de "Os Estalentaos", recorrimos en varias ocasiones estas tierras.
        Ahora quedan en la memoria las imágenes de diez días compartidos por un par de parejas, unidos por la amistad y "algo más", imágenes que las cámaras han recogido y que paso a resumir. En esta ocasión, las imágenes prevalecen sobre las palabras, imágenes que, como epílogo, amplío en los enlaces de cada unos de los días.
        Me he permitido dividir el reportaje en cuatro grandes temas:
  • El camino.- Se recoge el día a día de nuestro caminar por sendas y caminos
  • Los paisajes.- Imposible fotografiar tanta maravilla
  • Las flores.- Un festival de olores y colores
  • El espíritu hecho materia.- Pueblos con iglesias o iglesias con pueblos 

         Nota.- Ribagorza, Boí, San Maurici, Arán... territorios que, como el agua, hemos recorrido; allí se hablan varias lenguas, es por eso que paso a pedir excusas si en los nombres de algunos lugares utilizo, bien el castellano, bien el catalán o, bien el aranés.

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El camino
Llauset.-
        "Tocamos marro" ascendiendo al refugio Cap de Llauset, un corto recorrido para tomar contacto con el granito, el agua, el paisaje y "el menú del día".
        Subimos y bajamos unos 300 metros de desnivel durante 6,3 kilómetros. Me consta que hay restaurantes en los que se come con menos esfuerzo
Camino del refugio Cap de Llauset

Entre flores

Por el puente

Bella estampa
En el refugio
Abajo, el embalse de Llauset

Refugio Cap de Llauset


Estany (lago) de Besiberri.-
        Arrancamos desde el refugio de Conangles caminando por un fresco bosque de hayas. Al contrario que en la anterior ocasión que ascendimos hasta este lugar, hoy el cielo está despejado lo que nos posibilita disfrutar de un extraordinario paisaje; paisaje que se torna en belleza, tanto arriba en el lago como en el recorrido que remonta el barranco de Besiberri.
        En poco más de 6 kilómetros ascendemos y descendemos un desnivel de 545 metros. No está mal.
Por el bosque de hayas

En una de las cascadas del Besiberri

Aguas bravas

Repecho final

Un último esfuerzo

Lago y picos de Besiberri

Posando

Bosque de Carlac.-
        Abandonamos Aneto, en las puertas de casa Moliné, Pilar y Pilar nos piden una "jotica" pero el elenco de cantores de esta ocasión no se encuentra a la altura de las circunstancias. Echo de menos aquel coro de "Os Estalentaos".
        Antes de comenzar la Vía Calda, regalo de un bonito recorrido por un bosque en el que sus hayas milenarias esconden algunos secretos. Comenzamos visitando el cementerio de Teresa.
        Bonito recorrido circular de 7 kilómetros con 380 metro de desnivel.
Con Pilar madre y Pilar hija. Nos despedimos de Casa Moliné
Cementerio de Teresa

En Bausén

En el Coll de Pan (al fondo asoma el Aneto)

Por el bosque de Carlac

Una breve parada

Qué historias no habrán conocido estas hayas

De El Pont de Suert a Boí.-
        Dejamos el río Noguera Ribagorzana para remontar el Noguera de Tor y alcanzar el Valle de Boi, en un bello recorrido que transita por un agradable bosque al que se asoman algunos pueblos y su patrimonio histórico. Caminamos por el "Camí de l´aigua".

        En sus 19 kilómetros, este camino supera un desnivel de 750 metros y tan solo desciende 323 metros, que aunque no es mucho, el último tramo se empina tanto como la temperatura de primeras horas de la tarde. La cerveza recuperó parte de lo desgastado.
A orilla del Noguera de Tor

Engullidos por el bosque

Largo recorrido

Las aguas, algunas veces se embravecen y otras...

...reposan


De Boí a Caldes de Boí.-
        No podiamos seguir sin ascender, por una bonita senda, hasta Taüll con el fin de contemplar alguna de las maravillas de su conjunto románico. 
        Con el gustazo de haber admirado esas joyas, descendimos por el camino de Los Lanceros hasta las orillas del Noguera de Tor para, por un hermoso bosque, dirigirnos hasta el final de una etapa de 9,1 kilómetros de distancia en los que ascendimos 590 metros y descendimos 365 metros. 
Subiendo a Taüll

Casco histórico de Taüll

Arquitectura típica de montaña

Por el camino de Los Lanceros

De nuevo en el Noguera de Tor que...

...cruzamos por un puente

En Caldes de Boí


De Caldes de Boí a Baños de Tredós.-
        Revitalizados por las sanadoras aguas del balneario dejamos las placenteras sendas de bosques y ríos para introducirnos en el mundo del granito. Aquí el paisaje es distinto: los estanys, o estanhs, o ibones, como llamamos a lagos los de Aragón se suceden, uno tras otro, unidos por las aguas que en este año de alta pluviometría, la tenemos a raudales.
        Llegados a Baños de Tredós, Pepe, Alicia y el pequeño Manuel, que pronto tendrá compañía, nos acogieron con gran simpatía y profesionalidad.
        En un recorrido de 12,2 kilómetros ascendimos unos 900 metros y descendimos unos 670. No esta nada mal.
Lago Cavallers

Reflejos

Caminando (de las flores hablaremos más adelante)

Un descanso en el refugio Ventosa i Calvell, ubicado en...

...un lugar idílico sobre el Estany Negre

Estany de Travessani (a la izquierda los Besiberris, en el centro la pala de Sucre)

Que no falten las sonrisas

No estamos solos

En el Port de Caldes

Refugio de Colomers

Lago Mayor de Colomers.

De Baños de Tredós a Vielha.-
        Era la primera vez que descendíamos de Baños de Tredós sin coche y sin raquetas por la pista que sube desde Salardú. Pero, sorpresa, en esta ocasión lo hicimos por la senda que, entre bosques y floridos prados, transita por la margen derecha del río D´aiguamòg hasta alcanzar  bonitos pueblos como Tredós, Salardú, etc. 
        El resto del camino, hasta Vielha, lo hicimos en bus para no castigar más a uno de los pies de un componente del grupo, pie que se estaba quejando desde el primer día. 
Salimos de Baños de Tredós...

...por bosque...

...por prados plenos de...

...flores

En Tredós
Buen tiempo, mejores rostros


De Vielha a Bossòst.-
        Hoy recorremos otra sorprendente etapa que en su totalidad transita sobre el Camin Reiau, antiguo sendero que utilizaron las gentes de la Val d´Arán para comunicarse entre los pueblos. Antes había sido calzada romana que atravesaba todo el valle, los restos encontrados en las cercanías de Es Bordes lo atestiguan.
        El camino sigue el curso del río Garona, mostrándonos un espléndido bosque, agua a raudales y pueblos que conservan las raíces de su existencia.
         En Bossòst, Elies, gerente de la Hostería Catalana, nos acoge con gran amabilidad, ofreciéndose para todo aquello que nos hiciera falta.
        Los más de 17 kilómetros y desniveles de 260 metros positivos y 500 negativos, dieron por finalizada esta travesía de Vía Calda que, créeme, pateadas mil y una senda por estos valles, nos ha sorprendido gratamente.
        El resto del tiempo lo vamos a utilizar visitando algunos pueblos que han quedado en el tintero.
A por la última

Fuente

Lavadero en Es Bordes

Puente sobre el Joèu, aquel río que nace en el Aneto.

Agua en el camino

El Garona desde el puente de Hèr

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  Los paisajes
        Si los caminos han sido de lo más variado, ¿qué decir de los paisajes que han quedado recogidos por nuestros ojos y, cómo no, por las cámaras?. Montañas como el Montardo, Besiberrís, Comaloforno, macizo del Aneto, etc. Lagos, estanys, praderas, ríos..., todo ello alojado bajo un reluciente cielo azul:
Embalse de Llauset

Ibón de Botornás

Valle del río Llauset

Barranco de Besiberri

Lago y picos de Besiberri

Caneján

Bosque de Carlac

Aneto, Coronas, Maldito, Maladeta...


Verde como nunca

Extraño ser en el bosque

Mirando al cielo

Puente sobre el Noguera de Tor

Flotando

Embalse de Cavallers

Entre lago y lago

Estany Negre

Maladeta desde el Port de Caldes

Lago Mayor de Colomers

Río D´aiguamòg

Río Garona

También son paisaje

Uelhs deth Joeu (Ojos del Judio)

Aquí reaparecen las aguas que engulle el Forau d´Aiguayuts.

El río Noguera Pallaresa a su paso por...

Montgarri

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Las flores
        ¿Qué decir de la paleta de colores que nos regalan las flores en esta época del año? Es un jardín que la naturaleza adorna con multitud de ejemplares, nacen aquí y allá, brotan en los sitios más insospechados; flores de pétalos abrazados en tiempos de abrazos rotos.
Clavelitos

Pie de liebre

Astrancia

Lilium pyrenaicum


Nomeolvides

Calderones

Viborera

Angelica

Árnica de montaña

Rododendro

Geranio de montaña

Dedalera

Gentiana acaulis

Gentiana lutea

Jardines...

...regalados

Digitalis purpúrea o dedalera

Persicaria

Una erebia libando en la flor

Clavel de pastor

Un cardo en el jardín

Hortensias

Brunella

Otra hortensia

Rosa de montaña

Árnica


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El espíritu hecho materia
        Los valles de Boí y Arán albergan un rico patrimonio, no solo material. La arquitectura de los pueblos, basada en la madera y la piedra, se concentra en torno a sus iglesias, muchas de ellas de estilo románico.
Santa Eulalia de Erill la Val (S.XII)


La iglesia de Sant Joan de Boí  (S-XI) es una de las iglesias más apreciables y antigua del románico lombardo de esta comarca.

Imagen impactante es la del joven cojo que echa su mano sobre el sexo. Precisamente las partes pudendas del individuo fueron "censuradas" y raspadas siglos más tarde.


Estas, como el resto de pinturas, son réplicas de las originales que se guardan en el MNAC.

Arquitectura popular en Boí

Calle de Taüll

Santa María de Taüll

San Climent de Taüll (S-XII). Magnífico ejemplo de arte románico lombardo tanto por su interesante arquitectura como por sus bellísimas reproducciones de las pinturas que, como en la anterior, con el fin de ser conservadas, se exponen en el MNAC (Museo Nacional de Arte de Cataluña).

Pantocrátor de San Climent

San Andreu de Salardú (XII y XIII)

Cristo de Salardú (XIII),  una de las obras más representativa del románico aranés

Pinturas del siglo XVI. 
La iglesia de Sant Miquèu de Vielha (siglo XIII-XV)  de estilo Románico-Gótico-Renacentista.

Cristo de Mig Aran (XIII)

Portada de S. Miquèu de Vielha (S. XIII)

Iglesia de la Purificación de Bossòst (XII)

Santa María de Vilamós (XI-XII)

S. Martín de Tours en Gausac (Gótico del XIII al XV)

Portada de S. Martín de Tours

Santa María de Arties (XII)

San Pedro de Gessa (XII)

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         Solo es una pequeña muestra de todos los rincones que, de trekking o de turismo, hemos visitado.             Pueblos, caminos, puertos, montañas, valles, iglesias y gentes; gentes con mascarilla, bajo la que se esconden los deseos de que esta pandemia que estamos padeciendo pase, si tiene que dejar alguna huella, sea la de la sensatez.
        Por ahora esta Vieja Mochila y el que suscribe entran en "fase II". Mientras tanto puedes viajar a esos rincones que comentaba al principio, viajar con buen rollo y con el reportaje del día a día que dejo a continuación:


6 comentarios:

  1. Me encanta viajar con vosotros aunque solo sea a través de los buenos y bonitos relatos que nos ofrece José Luis, gracias.

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    1. Gracias amigo o amiga. Al no saber quien eres, siento mucho no poder contestarte personalmente, pero no importa, el hecho de que, al menos desde esta página, nos acompañes me alegra enormemente.

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  2. Qué bonito....y qué poco me he cansado.
    Gracias a tu Vieja Mochila, que me ha traido al presente increibles recuerdos y vivencias, con vosotros y alguién más......

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    1. Gracias Fernando, comparto tus sensaciones. A los zaragozanos, ahora nos toca un poco de paciencia y un mucho de sentido común, y a los foráneos, que se anden con mucho ojito que el bicho, como yo, no entiende de fronteras. Un abrazo

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  3. Hola.

    No conocía está Vía Calda, pero me parece una travesía muy interesante, con unos paisajes muy diversos comenzando y finalizando con esos preciosos bosques atravesados por ríos, y entre medio, esa zona de alta montaña repleta de estanys.

    Además como bien comentas, todos estos pueblos ofrecen unas edificaciones preciosas construidas con los materiales de la zona, además de una riqueza cultural donde el románico es el rey.

    Sin duda una buena idea hacer esta travesía, para olvidarse un poco de lo que estamos pasando.

    Un saludo

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    1. Gracias Eduardo. Conforme vamos cumpliendo años, bajamos las cotas para detenernos en los detalles que en el esfuerzo de los grandes ascensos quedan invisibles ante nosotros. Efectivamente, se trata de una travesía muy interesante por tierras que ya hemos visitado en varias ocasiones y que siguen atrayéndonos. Un saludo

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