Vieja Mochila

¡POR FIN!

Si, por fin un día de fin de semana sin lluvia, eso es, ayer primer domingo de mayo nombrado a petición de unos grandes almacenes "el día de la madre", Piedad, Maite y yo y por eso de  hacer muchos kilómetros de coche, nos fuimos a los impresionantes Mayos de Riglos.

Lo del tiempo lo certifico con esta fotografía de la vista de la Galliguera vista desde el espectacular emplazamiento entre los mayos Pisón y Firé.

A primeras horas de mitad de mañana, o sea a las 10 h. y tras tomarnos unos cafés en el Albergue de Riglos, comenzamos a subir entre los majestuosos mayos arriba mencionados. Las chicas tan frescas y lozanas como corresponde al momento.

Como puede verse en la fotografía, "yo también estaba", llegamos al primer collado en el que se dividen los caminos de la Foz de Escalete y el que íbamos a seguir nosotros que era rodear los Mayos sin perder altura.

Si bien es cierto que la parte alta del recorrido la transitamos por la zona en la que se produjo un importante incendio en Agosto del 2011, eso no quita porque flores como esta prímula llamen la atención del retratista. 

No obstante, en algún momento el paisaje era desolador.

Avituallamiento, aún queda bastante camino que recorrer.

A mitad de mañana ya empezaba a calentar el sol

Como andábamos bien de tiempo y fuerzas, nos desviamos de la ruta prevista para admirar la ermita de San Miguel (s. XII) y el castillo de Marcuello (s.XI) y desde cuya atalaya se divisaba la majestuosa Hoya de Huesca)

Admirando las buitreras en el barranco de la Mota.

Ya de bajada y con ganas de llegar a Riglos, los estómagos hacían un ruido que nos impedía disfrutar del murmullo del río que no llegamos a ver por la espesa vegetación que rodea su cauce, nos encontramos con un grupo de ferratistas que venían de hacer la del Cubilillo de Os´fins entre los que se encontraban.....................................................

Juan Bazán de Aragón Aventura cuya compañía en el Trekking del Mont Blanc no podemos olvidar y de...........

..............nuestro siempre apreciado Jesús (apodado "el comandante") y que durante muchos años nos ha guiado y en alguna ocasión sigue haciéndolo cuando salimos con  el grupo Esbarre.

Ecuentros como estos, da gusto que se produzcan en la montaña o en cualquier otro lugar.

Bueno y con esta impresionante imagen de los Mayos,  a esperar a la próxima que si el tiempo no lo impide, llegará pronto.