miércoles, 7 de noviembre de 2012

TREKKING C.B. EVEREST POR GOKIO.(Continuación II)


Día 9 de Octubre de 2012.- Lukla(2850m.)-Phakding(2610m.)

Distancia: 8,1 Km.
Ascenso acumulado: 216 m.
Descenso        "       : 429 m.































Pese a que es el primer día de trekking, un expectante ambiente aventurero se palpa en el escaso aire que respiramos en el interior del microbús que nos traslada al aeropuerto, para embarcarnos en la avioneta que nos dejará en Lukla. Hace pocos días que uno de estos aparatos no llegó a su destino y eso nos hace pensar y mirarnos los unos a los otros. Además la compañía que nos traslada se llama "Tara"(sin comentarios). Nos consolamos con la frase -"ahora no toca"-.
Llegamos a la terminal de vuelos internos del aeropuerto de Kathmandú. Me recuerda a los vetustos aeropuertos por los que en los años 50, siendo niño, nos servían de escala a mi familia y a mí en los viajes a Guinea Ecuatorial (entonces colonia del imperio).
Con aspecto de taller de reparaciones, grandes pilares sustentan la nave alumbrada por clásicos fluorescentes colgados sobre largos tubos.
El azul "cielo" de las paredes, parece anunciarnos que el viaje que vamos a realizar, será así de claro.



Fernando José y yo nos lo tomamos con filosofía y nos acomodamos en el sofá más grande que encontramos: el pavimentado suelo.
Como puede verse en la foto, ya estreno el brachirulo, que para eso son las fiestas de la siempre inmortal ZGZ.  F.J. luce la camiseta del Nordic Walking (publicidad encubierta), deporte este del que es monitor o algo así y del que yo no soy, precisamente, muy aficionado.





Con algo de retraso y algo acoj..., subimos a la avioneta que nos llevará a Lukla.
Comienza la aventura de "Os Estalentaos".











Una bella y oriental tripulante de cabina, pasa una bandeja con algodones para proteger los oídos del ruido de los motores (si funcionan) y unos caramelos para endulzar el viaje.
La mirada de la azafata parece querer decir: "Con Tara o sin ella, usted viaja seguro".
¡Ya veremos!...






...¿Y que vemos?. Unos esparadrapos sujetan una especie de reloj adquirido en un bazar del Thamel.
El cuadro de mandos se parece a los que vemos en las películas de la II Guerra Mundial.
Miro por la ventanilla y veo que un motor comienza a girar. Por el otro lado veo que el izquierdo no gira,- ¡oh mira tú! ya da vueltecicas.-
Aunque con vieja tecnología, el aparato vuela y vemos a los dos pilotos manejar las teclas con la misma soltura que lo haría Frédéric François Chopin en el piano.


Por el camino, las cámaras fotográficas echan humo (las fotos, se pueden ver en los enlaces ubicados en esta web), profundos valles a nuestros pies, edificaciones de simple planta, bosques tropicales, a la izquierda de nuestra marcha, la cordillera mas impresionante del Mundo: El Himalaya.
Ya han pasado 35 minutos de vuelo y sentimos que el temor a volar por esos parajes, era infundado. Bueno era infundado hasta que vemos a los pilotos manejar una serie de palancas y alzando el cuello, divisamos la diminuta pista del aeropuerto de Lukla.

Video de YouTube (anónimo)



Con las piernas, aún, temblando y con la convicción de que el tema de estos aviones es, como con todo. Riesgo lo hay pero, como ya dije, más hay en Kadmandú a la hora de intentar cruzar una calle.

Javier baja por la escalera como si nada, el pelo ya lo tenía blanco antes de embarcar.





Una vez en Lukla, nos recibe el Shirdar Nuru y a través de la comercial "calle mayor" (en la que algunos haciendo uso del regateo de Thamel, adquirimos unos grandes y coloridos paraguas) nos conduce a un lodge en el que comeremos.
Aunque la temperatura es agradable, unas pocas nubes nos anuncian posibilidad de lluvia.




Nuru nos presenta a todo el equipo que nos apoyará en el camino. En anterior entrada, ya los presenté pero resumiendo son: tres sherpas con función de guías y cinco porteadores. Cada porteador lleva la carga de dos de nosotros más sus pertenencias, o sea, unos cuantos kilos.
Comemos y sin perder tiempo (nos quedamos sin siesta), emprendemos la marcha.



Nada más salir, la primera puerta tibetana nos saluda y en varias lenguas nos da la bienvenida a un mundo que nos va a regalar unos días inolvidables.









Pasamos por el primer chorten (por la izquierda). Se trata, junto con las estupas y los gompas, de uno de los monumentos arquitectónicos vinculados al budismo. 
Son alineaciones con grabados de oraciones en piedras alineadas.
El de la foto, cuando volvimos, supimos que lo había pintado nuestro sherpa Pasang. Es un artista.

Una calzada, casi perfectamente empredada, nos lleva por el valle del Dudh Koshi.
Pasamos por varios núcleos de lodges, nos cruzamos o adelantan montones de porteadores cargados de tal manera, que nos produce dolor de cuello, solo de pensar en lo que con sus frentes acarrean.
Comienza a llover ligeramente y el valle luce algunos árboles monumentales como los arces. A lo lejos observamos como la mano del hombre ha esculpido multitud de terrazas en la tierra para cultivar alguno de los frutos que esta nos regala.

También vemos que algunos aspectos de la madre naturaleza, son idénticos a los de nuestras tierras.
Maite y yo, nos acordamos de Atos, nuestro perro, que con menos suerte que los de la foto, ha quedado en la guardería hasta nuestro regreso.





Cruzamos el primero de los varios puentes colgantes que a lo largo del camino nos íbamos a encontrar.
Algunos, como ya veremos, son "altamente" espectaculares.






Maite, hace girar una gran rueda de oración, cada una de sus vueltas acciona una campanilla. Su sonido imprime un ambiente espiritual al entorno, Maite también.







Yo, paraguas en mano para que no se me moje el pelo, hago girar ruedas más pequeñas. Como decía, siempre pasamos por la izquierda y si el impulso me lleva a las de menor tamaño, debe ser por que el abajo firmante necesita oraciones, también pequeñas.





Bueno, seguimos el camino y alucinado por las cargas que trasladan algunos porteadores, vamos observando el paisaje subtropical en el que delante de nosotros ya van apareciendo montañas como los picos de Kongde y sus glaciares que nos indican que ya estamos hablando de alturas de más de seis mil metros. El entorno, nos hace pensar en alguna similitud con el Pirineo, pero las dimensiones de todo el paisaje, nos devuelve a la realidad, estamos en el Himalaya.

Kongde Ri

Sin darnos cuenta y tras pasar por estupas, chortens, puentes, banderas de oración, las orillas del Dudh Koshi nos dejan en Phakding. Tras tomar el the con que nos obsequian cada día los guías, tomamos posesión de nuestras ¿habitaciones? y el grueso del pelotón sale a dar un paseo. Maite y yo nos quedamos por la población, obsequiando a los niños con algún material escolar que nos hemos traído. Luego, ya con los frontales,  salimos al encuentro del resto.
En la cena, de nuestro petate, una longaniza sale para deleite del personal. No es que haya sido un día como para ganarse semejante manjar, pero el entorno consigue que los corazones se ablanden y uno que no lo tiene de piedra y ante el ambiente de camaradería que el grupo emana, no puede resistirse ante las adversidades. ¡Estaba buenísima!. 


Día 10 de Octubre de 2012.- Phakding(2610m) - Namche Bazar(3450m)

Distancia: 13Km.
Ascenso: 1148 m.
Descenso: 288 m.


























Los niños con los que estuvimos anoche, ahora nos saludan -namasté-. Conforme vamos caminando, nos cruzamos con muchos de ellos que, uniformados, se dirigen a la escuela, como ya dije, por los mismos caminos y con el mismo medio de transporte escolar que nosotros: A pié.
Salimos de Phakding, nos encontramos con un gran puente colgante que nos deja en la margen derecha del Dudh Koshi, el imponente caudal de sus aguas, luce el típico color tomado de los glaciares que lo alimentan.
Una de las múltiples estupas que a lo largo del camino nos encontraremos, llama nuestra atención por las banderas de oración que la adornan.
A nuestra derecha, al otro lado del río, enclavado bajo el saliente de una roca, divisamos el gompa de Pema Choling.
Los gompas, son pequeños monasterios tibetanos, fortificados construidos en puntos elevados o estratégicos. Suelen tener un patio interior que da acceso al recinto principal de oración, intensamente decorado. (Ya los veremos)


En un camino con subidas y bajadas por las orillas del río, llegamos a la aldea de Monjo (2850 m.), repleta de lodges. 
Al poco rato, nos presentamos en el punto que marca la entrada al Parque Nacional Sagarmatha. Tras cumplir con unos trámites de permisos, pagos, etc., sacamos unas fotos de la puerta de acceso y reemprendemos el camino por una bajada estrecha y con grandes paredes de rocas de las que cuelga una gran vegetación y algún panal de abejas. 
Paramos a comer en Jorsale, seguimos a 2800 metros y todos nos preguntamos cuando subiremos de verdad. Con el sube y baja de lo andado, nos da la sensación de estar más altos.
Durante la comida, Fernando Garrido nos ha advertido de que hoy ya toca bajar el ritmo, vamos a superar los tres mil e iremos notando el"aire enrarecido" y el mayor esfuerzo de marcha.. Los fotógrafos dejaremos de ir d´arriba  p´abajo disparando las camaras para no pagar ningún esfuerzo extra.
Efectivamente, la vista del impresionante puente de Larja, el mas alto de todos los que cruzamos, nos anuncia que las cuestas de verdad van a comenzar. Se encuentra en la confluencia de los koshis (rios) Bhote y Dudh.
Benjamín, que esto de los puentes colgantes no son santos de su devoción, prefiere posar su mano derecha (que es la buena), sobre la sirga principal, atestada de banderas que el viento agita (lo que produce más sensación de acoj...), parece darle más seguridad.
Además, tras de nosotros y casi empujándonos, viene una manada de yaks y esos no respetan a nadie.



Nada más cruzar el puente y tras bajar unas empinadas escaleras de acceso, nos retiramos a un lado para dejar pasar a los mencionados bóvidos. 
Es espectacular observar los accidentados terrenos que el yak con su carga, es capaz de salvar.


Efectivamente, el terreno se empina. El camino es amplio y muy transitado. El polvo comienza a pasar factura a nuestras vías respiratorias pero todavía no toca quejarse. Discurre por un denso pinar que hace que el ambiente se mantenga fresco. Poco a poco, vamos remontando metros a  ritmo lento que en un momento nos deja en un mirador repleto de gente. Claro, es el lugar desde el que, por primera vez, vemos el Everest (foto)
Bebemos agua, cambiamos impresiones con unas montañeras de Galapagar y reanudamos la marcha.
                                  

Miro el GPS y ya estamos a 3100 metros y a uno, que es propenso, ya le comienza a doler un poco la azotea. Esta noche empezaremos a darle a la pastilla.
Preciosas aves de corral (y el precio del agua), nos van anunciando que nos acercamos al destino de esta dura etapa que os Estalentaos la vamos afrontando con relativa facilidad.





A nuestros ojos, en un espectacular circo, aparece Namche Bazar (3450 m). Su bella estupa nos da la bienvenida a la ciudad, lugar de encuentro de mercaderes tibetanos desde hace 500 años. Nuestras tres campeonas (Maite, Lola y Piedad), posan con cara de felicidad por lo conseguido en el día de hoy.
¡Sois las mejores!
Tomamos the, algunos nos duchamos con agua fría, otros lo hacen luchando con un calentador que por 200 dinares te deja escaldado.
Antes de la cena salimos a dar un paseo por el pueblo y ¡Oh!, es como Thamel. Tiendas y tiendas de montaña y regalos jalonan sus estrechas y empinadas calles. De algún garito sale música occidental que llama a menear el esqueleto. Algunos aprovechamos y desde uno de los múltiples locutorios que hay, llamamos a la familia. Están en la siesta, no nos acordábamos de la diferencia horaria. 
Hace frío. Maite y yo compramos agua para el día siguiente y nos volvemos al lodge. Una vez allí, les pido entrar en internet (150 dr) y tras luchar con un teclado totalmente desconocido, consigo mandar un correo a familia, amigos, compañeros, etc.
Cenamos con entrantes de frutos del cerdo hispano que sacamos de nuestra recámara y a dormir.


Día 11 de Octubre de 2012.- Namche Bazar-Namche Bazar (Aclimatación)

Distancia: 10,2 Km.
Ascenso acumulado: 715 m.
Descenso       "        : 710 m.


























Día de aclimatación, llegamos a la cota de 3900 metros y ya empezamos a notar en nuestras carnes, que todo esfuerzo gratuito, luego se paga. Por tal motivo lo tomamos con tranquilidad, disfrutamos del paisaje, sobretodo de la vegetación. Cerca de los cuatro mil metros, crece el rododendro, pero no de forma tapizante como lo conocemos en el Pirineo, aquí son verdaderos árboles de varios metros de altura. 
Desayunamos unos huevos fritos, tan de gallina como los que en muchas ocasiones me ha preparado Luis en el Mesón El Maño de Bujaraloz, pero ni las manos ni el aceite son los mismos.
La mañana aparece prácticamente despejada y lo primero que vemos al asomarnos al exterior del lodge es el Thamserku (6608 m.), cuya nevada estampa nos acompañará en más de un día. 
Por las calles de Namche, vamos ganando altura hasta alcanzar la aldea de Chhorkung, que será punto de partida mañana y en la que paramos a comprar agua, ese líquido imprescindible en estas alturas.
Sabiamente, los guías nos llevan en esta ruta circular en el sentido contrario de las agujas del reloj con la finalidad de que antes que lleguen las nubes que todos los días aparecen a partir de mediodía, acceder a uno de los mayores espectáculos a los que uno puede tener acceso. Más adelante lo veremos.
Una empinada cuesta, en varias lazadas, nos va elevando por encima de Namche Bazar. El colorido de sus tejados le da un caracter como de casitas de juguete infantil.
A 3800 metros nos encontramos cruzando una pista de tierra, es el aeródromo de Shyangboche cuyo origen se debe a la construcción del Hotel Everest Wiev, que unos japoneses construyeron 90 m. más arriba, dicen que es el hotel más alto del mundo. Esta altura a los que sus clientes suben en helicóptero, ha producido en alguna ocasión que alguno de ellos, haya tenido que ser evacuado antes de tomar posesión de sus carísimas habitaciones (las hay con oxigeno incluido).
Ah, pero antes de ver semejante choza, en una construcción, desde su muro, nos enseña el espectáculo a que hacía referencia.
En un mismo plano, el Ama Dablam (6812 m.), el Llotse (8516 m) y el Everest (8848 m.). Y como no, "Os Estalentaos" la mar de felices.
Fernando G. nos explica que la cara que estamos viendo del Llotse es la de mas caída del mundo (4000 m.). Decidimos sobre la marcha, no medirla.
Si los dos gigantes, Llotse y Everest, imponen, el que fascina es el Ama Dablam. Alguien dijo que significa "madre dando a luz" por la forma que tiene. Otras fuentes consultadas, me dicen que es "la joya de la madre". Bueno al fin y al cabo, es lo mismo: "La madre que da a luz una joya de crío".(Esto es mío). Si su imagen fascina es por su soledad en una cordillera plagada de siete y ocho miles, por sus nevadas paredes y porque, como ocurre en algunas montañas del Pirineo, lo vamos a ver desde múltiples lugares.
Con Maite, el Ama Dablam y el Llotse


Seguimos andando y dejamos de lado el hotelito japonés, a mí me parece que al entorno le sienta como dos pistolas al buenazo de San José.
Disfrutamos más, observando la abundancia de las flores de edelweiss que crecen por estos mágicos lugares.





Al contrario que los rododendros, la genciana del himalaya es una flor pequeña si la comparamos con las que ya conocíamos. 

Vamos con tranquilidad, ya hemos superado la cota máxima del día y nuestro organismo nos pide descender. Además, aún nos quedan dos poblaciones que visitar y el día es corto.




La primera es Khumjung (3780 m.), una población en la que sus residentes son en su totalidad de la etnia sherpa.
A esa altitud, la agricultura se limita tan solo a la patata, que por cierto, ahora están recolectando. Lo hacen con sus propias manos, labran con la ayuda del yak si lo tienen, si no, lo hacen manualmente. Posteriormente cavan un hoyo en el suelo y entierran el tubérculo para que no se congele y se conserve todo el invierno.
Enterrando patatas

Con el excremento del yak, forman unas tortas que pegan contra la pared más soleada y cuando se seca, lo emplean como carburante en las estufas. Desprende pocas calorías, pero no hay otra cosa. Nosotros somos testigos.
Comemos en el exterior de un lodge, esta vez con reposo post-alimentario (siesta al sol) hasta que una nube nos avisa de que la temperatura va a descender hasta niveles no apropiados para siestas.


Por cierto, antes de comer,  hemos visitado el gompa de Khumjung que como todos los visitados, es un espectáculo de color en el que las diferentes formas en que Buda aparece representado, se quedan en un segundo lugar, "El cuero cabelludo de un supuesto Yeti" preside la entrada del templo.
A mí, me da grima la visión de tal cabellera.
El único monje del lugar, nos pide una contribución a cambio de sacar fotos.

Nos echamos las mochilas a la espalda y antes de proseguir la marcha, pasamos por la Khumjung Hillary School, una emblemática escuela de primaria y secundaria para niños sherpas, primera de las muchas obras de carácter social y de conservación, impulsada por el primer hombre que pisó la cima del Everest : Edmund Hillary.



En su acceso, este espectacular centro educativo luce una bella estupa y con el chorten más largo del Himalaya Nepalí. Todo esto se puede ver en las "FOTOS DE NEPAL".










Vista parcial del chorten deKhumjung

Seguimos la marcha y en pocos minutos nos presentamos en la vecina aldea de Khunde (3840 m.) con construcciones similares a la anterior, los tejados son todos verdes. Nos dice F.Garrido que a esta zona la denominan "Valle Verde".
Visitamos el hospital que la fundación Himalayan Trust, financió en 1966 y que las tres sanitarias del grupo adornan con su sabiduría.
No se, si por Europa las cosas siguen de estas maneras, alguna de ellas pedirá traslado a Khunde.

La temperatura comienza a descender por momentos, lo que nos invita a volver hacia Namche Bazar, no sin antes echar una mirada hacia atrás y despedirnos de un alto valle en el que el impacto de sus pobladores sherpas preparándose a recibir el invierno, nos ha dejado un fuerte recuerdo, difícil de plasmar en estas páginas.
Pasamos por el lado contrario de la pista del aeródromo de Shyangboche y en un fuerte descenso, nos plantamos en un Namche medio cubierto por las nubes que todas las tardes nos visitarán.
Aún damos una vuelta por las tiendas y tras comprar unas pilas y agua, Maite y yo decidimos refugiarnos en el lodge. 
Ha sido un día de aclimatación, hemos subido a una cota importante y dormir por debajo de ella, nos ayuda. No obstante, alguno comenzamos a sentir "cosícas", pero lo vivido en esta jornada, supera con creces cualquier molestia.
Cenamos (todavía, bien) y en un momento somos presas de los sacos de dormir.
Buenas noches.

Día 12 de Octubre de 2012.- Namche Bazar(3450 m.)-Phortse (3850 m.)



Distancia: 10,6 Km.
Ascenso acumulado:981m.
Descenso       "        526 m.



























Hoy es el día de la fiesta mayor de Zaragoza, nuestra ciudad, "el Día del Pilar". Uno que no es mucho de aglomeraciones festivas, en esta ocasión no puede dejar de sentir nostalgia de su tierra y de los suyos, máxime cuando estás en el otro pompis del mundo. Y certifico que el resto del grupo comparte estos sentimientos, ya que en el desayuno rompemos a entonar unas jotas que nos ponen los pelos de los brazos como erizos, a nosotros y a un grupo de la Hispania que ha llegado la noche anterior. Nos presentan a una tal Pilar a la que le entonamos aquella de: "La nieve ardía..." Cantar, no cantamos bien, pero le ponemos mucho empeño.
Con los ojos algo brillantes todavía y con una mañana radiante, nos ponemos en marcha por las calles de Namche, ahora con las tiendas cerradas. Compartimos las estrechas vías urbanas con alguna que otra caravana de yaks que cargados, acarrean materiales diversos a otras poblaciones.
Pasamos por el alto de Chhorkung de nuevo, e iniciamos un trayecto que discurre por una fuerte ladera.
En una pared, apoyado, veo el artilugio de la foto, le llamo "piolet de porteador". Cuando van andando con la carga colgada de la frente, lo usan como cualquiera de nosotros usamos el piolet, se ayudan cogiéndolo del mango. Para descansar, lo colocan en forma de puntal y apoyan la carga sobre él.
Seguimos la marcha, mil metros abajo divisamos el puente de Larja que dos días antes hemos cruzado. El camino es precioso, debajo de la impresionante ladera por la que estamos avanzando, se adivina un hilo de agua, es el Dudh Koshi, estamos a la entrada del gran valle del Khumbu.

Estupa 50º Aniversario, detrás el Everest y Llotse
Tras varios recodos, divisamos la estupa conmemorativa del cincuenta aniversario de la primera ascensión al Everest, que como se ve en la fotografía, hoy no está para visitas.
En la estupa, paramos a echar un trago.


Como no, la coral del grupo,  rompe a entonar unos cánticos a la pilarica ante un monumento budista. Este podría ser un motivo más por el que nos hemos autodenominado "Os Estalentaos".


Alguien ha traído una de esas cintas, típicas de Zaragoza, con los colores de la bandera aragonesa, que dejamos atada a la barandilla que rodea a la estupa.
Con pintas de baturros perdidos por el monte, reanudamos la marcha, pasamos por Kyangjuma, un enclave en el que, girando la cabeza, volvemos a ver el Thamserku y delante de nosotros, adivinamos el trazado que lleva al monasterio de Tengboche y que a la vuelta visitaremos.



En el camino, nos adelantan varios porteadores, en unos casos acarreando material de los turistas y en otros, como el de la foto, material para la construcción de edificaciones con destino al turismo de montaña. Este transporte, puede durar varios días. Es un trabajo más que duro, pero es la fuente de ingresos que este incipiente e importante tránsito de montañeros, está aportando a la pobre economía del pueblo nepalí.

Descendemos por un recodo bañado por una pequeña cascada que un barranco aporta al entorno, aguas que riegan un bosque de arces y que en estas horas de calor (temperatura+esfuerzo), agradecemos.
Pero como "la alegría dura poco en casa del pobre", subimos unas empinadas escaleras de piedra con unos peldaños tan altos que uno se pregunta si quien la proyectó, era sherpa o sueco. Una barandilla, nos da seguridad en este tramo.
A nuestra izquierda, hemos dejado un sendero que lleva a Khumjung (estuvimos ayer) y enseguida, a nuestra derecha, el que nos traerá, a la vuelta, de Tengboche. Nosotros cogemos el que lleva a Gokyo.
Ya hemos dejado el valle del Khumbu tras recorrer una ladera, llegamos a Mong, una aldea a 3990 m., situada en un collado en el que las vistas son, casi insuperables. Comemos en uno de los lodges del sitio. Yo disparo, una vez más la cámara apuntando al Ama Dablam, se me cae al suelo y "ante ustedes, la última foto de mi máquina". Menos mal que entre todos, llevamos buena artillería fotográfica.
En esta población existe un monumento dedicado al lama, nacido aquí, Sange Dorje, introductor del budismo en el valle del Khumbu en el siglo XVII.
Para postre, tenemos una fuerte bajada que afrontamos con la alegría que caracteriza a este grupo, máxime en el día de la fiesta de su tierra. Al final del descenso llegamos a Phortse Thenga, a orillas de nuestro compañero de varios días, el Dudh Koshi. Un par de montañeras que, valientes ellas, se están bañando en sus aguas, arrancan graciosos comentarios de diversa índole entre el personal.
Ascendemos fuertemente, por un denso bosque que nos lleva al pueblo de Phortse (3850 m.). Un chorten con relieves de Buda, nos recibe. Es una población en la que se percibe la vida tradicional de sus habitantes.
Transitamos por unas estrechas calles jalonadas por muros de piedra, cerrando recintos destinados al cultivo de patata y a los yaks. Vemos a una mujer ordeñando  (alguien dice que la hembra se denomina "nak), pasamos en silencio, ya que parece ser, les gusta dar leche con tranquilidad.




Nos alojamos en un lodge. Su dueña nos cuenta que ha estado en Nueva York, que el viaje le costo dos días de aviones, que tiene dos hijos y dos hijas, ellas casadas con norteamericanos y residiendo en Utah.
La decoración del local delata el impacto que Estados Unidos, causó en la señora. Comentamos acerca del paseo que se tuvo que dar para coger un vuelo en Kathmandú.
La estufa de "caca de yak" calienta el comedor, nos tomamos el the y descansamos tras jornada exigente.

Antes de que anochezca, unos cuantos sacamos lapiceros y cuadernos de los petates y nos damos un paseo por las calles. No hay muchos niños, pero, como siempre, ellos y sus madres nos saludan y agradecen ese minúsculo detalle que les va a dar entretenimiento durante un buen rato.

Dejando paso a unos impresionantes yaks que a duras penas caben en las calles, volvemos al lodge y...




...nos encontramos a un enano que con cahirulo en la testa, saca tales carcajadas de los que allí asistimos, que nos deja con escasos de pañuelos.
Con los pies en la mesa y con las manos gesticulando de manera descontrolada, el liliputiense nos anuncia que esta noche va a ser proclamada la reina de las Fiestas del Pilar en el Himalaya.
La comisión de festejos se ha reunido en pleno y tras un duro debate -"ha resuelto proclamar reina de las fiestas a...







...Maite"-. Como damas de honor son nombradas, Lola y Piedad.
En calidad de rey consorte y parte interesada de la comisión, me toca ponerles las correspondientes bandas y hacer entrega de un ramo de flores a la que en las próximas jornadas será "nuestra reina".
El resto del tiempo es "mi reina".

Así somos "Os Estalentaos", ¿será mal de altura?



Otra etapa que hemos superado, ha sido una grata jornada, jalonada con bellos paisajes y buen rollo del grupo. A algunos ya nos va afectando la altura, pero como ya dije en otra ocasión, son problemas que si los ponemos en un plato de la balanza y en en el otro, la experiencia vivida, claramente gana esta última.
Para no hacer pesada la lectura de este relato, por el momento lo dejo así y muy pronto, 
C O N T I N U A R Á

5 comentarios:

  1. De nuevo inteto dejarte un comentario. Lo conseguiré?. Muy bonita ( y larga) esta estalentada entrada. La he disfrutado y me ha dado mucha envidia sana. Quiero más

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  2. Pronto saldrá el próximo capítulo, estoy en ello.

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  3. Felicidades, esperamos la próxima entrega y ya podéis ir diciendo cuanto os ha costado la gracia desde Barajas, por cabetza, y para juntar los reales.

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  4. Es difícil contestar tu pregunta. Todo depende del número de personas, de si llevas guía español, de las fechas del vuelo, de si llevas porteador o no, etc. Yo te recomiendo que te pongas en contacto con cualquier empresa de las muchas que existen y pidas presupuesto.
    Resumiendo, no es caro, ya que una vez allí las cosas no son de precio elevado y si no quieres gastar, pues no consumes más que lo necesario.
    Espero haber satisfecho tu curiosidad. ¡Ah! y el resto de entregas ya las publiqué en este blog

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  5. Gracias, averiguaremos; ya leí el relato completo; os habéis hecho una aventura bellísima y esperamos que la nuestra sea así de buena.
    Éxitos.

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