Día 23 de marzo de 2021
Sierra Limes |
Érase una vez cuatro amigos muy distintos: un ratón, un cuervo, un ciervo, y una tortuga, que vivían en el medio del bosque... Bueno, el cuento seguiría si la partida de hoy fuéramos ratón, cuervo, ciervo y tortuga, pero no es el caso, pues, aun siendo cuatro, la evolución de nuestra especie nos ha dejado "tal cual".
Las ansias por ir más allá de nuestra provincia zaragozana, nos llevan a la de Huesca, concretamente al llamado "Sobremonte de Biescas", allí entre barrancos y montes se encuentran los pequeños núcleos de Aso de Sobremonte, Yosa de Sobremonte y Betés, pueblos que presumen de su arquitectura tradicional, caracterizada por recias construcciones de piedra de dos o tres plantas, tejados de losa y hermosas chimeneas.
Entrando e Betés |
Un par de kilómetros más adelante, cruzamos un puente sobre el barranco Galen de Tena.
Como una postal, Betés se nos presenta bajo la Sierra Limes con Punta Facera (3036 m.) y Punta de Burrambalo (2146 m.), teñidas de blanco, montes que, en antaño ascendimos con las gentes de Esbarre (¿cuándo volverán esos tiempos?).
En Betés |
A la entrada del pueblo, en la fachada de una casa en ruinas, un cartel nos indica que ya hemos llegado a "Betés de Sobremonte" y que la altura en que se encuentra es de 1264 m.
Nos adentramos en las calles vacías, una de ellas nos deja ante la iglesia parroquial de Santa Bárbara. El edificio, al que se accede por el "camposanto", se ve que fue construido en sillarejo con un par de naves unidas entre sí por dos arcos. La iglesia, originalmente fue un templo románico del que tan solo se conserva el ábside, unido a la torre,que descubrimos rodeando la iglesia.
Torre y Ábside |
Ermita de Santa Orosia |
Bajo el cielo completamente azul, desandamos unos metros la carretera para tomar una pista que asciende suavemente hacia la ermita de Santa Orosia, más humilde que la homónima que duerme bajo el Oturia, pero, no por eso menos digna; como en aquella, las gentes de Betés suben en romería cada 25 de junio.
Dejamos la ermita de la santa, pues hemos de continuar el camino. Pronto abandonamos la pista para tomar una, muy agradable, senda que se abre paso entre pinos y robles, árboles que, a nuestra izquierda, nos protegen del abismo que se abre sobre el Barranco de Aso; por la derecha somos flanqueados por muros de piedra seca, fabricados por aquellas gentes de la tierra para sustentar los bancales.
Casa tradicional |
Iglesia de San JuanBautista |
Una vez llegados al pueblo de Aso, observamos su arquitectura tradicional, propia de la montaña, que presenta un aceptable estado de conservación. El conjunto se agrupa en torno a la plaza de la iglesia y una calleja perpendicular. Sobre el tejado de algunas casas solariegas, emergen las tradicionales chimeneas cilíndricas. Antes de abandonar el pueblo, en el que no vemos más habitantes que un par de gatos, nos detenemos ante la portada de la iglesia de San Juan Bautista, construida en el siglo XVII.
Barranco de Aso |
Tomamos la GR-15, llamada también "Senda Prepirenaica", que discurre paralela a la GR-11. Un cartel indicativo nos introduce en un bonito sendero que, camino de Yosa, desciende hasta lo más profundo del barranco de Aso. Aquí, cada cual como puede o sabe, cruzamos a la orilla opuesta, pues el camino continuará por la margen derecha.
Estamos en un buen lugar para realizar un inmerecido descanso, cargar combustible alimentario y observar los restos del "Molino de Aso". Cuentan que fue un tal Santos Bara, quien de acuerdo con el ayuntamiento de Aso, realizaron la construcción de una acequia que alimentaría el edificio en el que se molía el trigo que se cosechaba en el pueblo, la harina era distribuida entre los vecinos, pues cada casa tenía su amasadería donde elaborar el pan para su consumo. En el interior del molino, queda la muela. Algo más abajo, un segundo edificio, alimentado por la propia acequia, a través de un tubo, albergaba una minicentral hidráulica para abastecer de energía Casa Oliván.
Testimonio del pasado |
Viejo roble (el árbol) |
¡Canta el gallo!; eso es, estamos entrando en el último de los pueblos del Sobremonte, Yosa. Nuestra llegada es celebrada por el canto de estas aves de corral.
Hepática |
Iglesia de San Úrbez |
Casa Basajarau |
Barranco de Arás |
Desde esta senda apreciamos la majestuosidad orográfica que conforman los barrancos de Galín de Tena o Puyuelo (aquel que hemos visto en Betés), el barranco de Sorasfachas o Selba y el barranco de Aso; todos ellos desembocan en el Barranco de Arás, en el que pervive el recuerdo de la tragedia de 1996.
Con la habilidad demostrada en el de Aso, cruzamos este de Arás. Los diques de contención de las aguas, generan agradables saltos, cauce en los que el barranco se muestra bravo por unos momentos y manso en otros.
Saltos |
Las Señoritas de Arás |
Más mansos que bravos, seguimos el camino que ahora nos deja sobre el mirador de Las Señoritas de Arás o Chimeneas de las Hadas, un grupo de tres chimeneas, una de ellas de gran tamaño; los restos de la segunda que, tras perder la roca que forma el sombrero, está desapareciendo por la erosión; la tercera, más pequeña, se encuentra en periodo de formación.
De las Señoritas de Arás, también conocidas como "el cura y la casera", cuentan que fue un hechizo el que transformó al párroco del pueblo y su criada en piedra tras mantener un encuentro amoroso. Este tipo de formaciones son llamadas Hoodoo en inglés y Demoiselle Coiffée en francés.
El Cura |
Por la pista de BTT |
El buga de Alfredo ataca las mismas curvas que en la ida, pero ahora al revés, las toma en dirección al restaurante del Camping Valle de Tena, pues allí, como decía al principio, tenemos "hora de caducidad" y un buen menú.
No ha sido una gran travesía, no constará en los anales de los récords, pero hemos recorrido rincones escondidos en unos valles, en los que los pueblos y la naturaleza protagonizan un encuentro que, como el cura y la casera, viven un auténtico idilio.
Hasta pronto
Datos técnicos:
Recorrido |
Perfil |
Track |
Te seguimos con mucho placer tus desplazamientos, y muy agradecidos por tus explicaciones,
ResponderEliminarque son verdaderamente muy amenas.-
Un Saludo Amigo, José Luis
Roberto.