lunes, 24 de junio de 2013

LIZARA A ECHO (Por la sierra de Gabás)

Día 22 de Junio de 2013
La Luna.


No se si tiene algo que ver el gran tamaño con que la luna asoma sobre el horizonte en esta madrugada,  pero lo que sí se puede aplicar es la frase que, vuelta por pasivo sería: "tras la tempestad viene la calma". Esta semana que se nos va, no solo se nos ha llevado un poco de cada una de nuestros gozos, nuestros sueños, nuestros anhelos, etc., también se nos ha llevado parte de unos valles a los que algunos les tenemos cariño y otros sienten admiración: El de Benasque y el de Arán.
Los ríos Ésera y Garona (primos hermanos pese a las disputas ideo-nacionalistas de algunos), nos han mostrado la fuerza que pueden alcanzar cuando reciben grandes caudales de agua y nieve. Pero por fin, hoy amanece un día algo parecido a lo que tiene que ser por estas fechas.
Hoy vamos con el Grupo Esbarre en un minibús en dirección al refugio de Lizara, desde donde partiremos. Estaba programado el ascenso al Bisaurín, pero el estado de la nieve aconseja cambiar la ruta. Los responsables de grupo se reunieron con Doña Prudencia y así lo decidieron.
El viaje es placentero, tras pasar Zuera, la Hoya de Huesca presenta tonalidades diferentes a la última vez. El verde del cereal ha dejado paso a los primeros ocres anunciadores de que ya pronto, las cosechadoras irrumpirán en los campos de Aragón. Tras pasar Huesca,  la Peña Gratal nos guía camino del puerto de Santa Barbara, hoy se celebra la Marcha ciclista "Quebrantahuesos" y sus 11000 participantes van a ocupar las carreteras de los alrededores de Sabiñánigo y Jaca.
Pasamos por La Galliguera, a contraluz observamos  los Mallos de Riglos, que cortados por la línea de acero por la que a duras penas transita el "canfranero" esperan a los primeros escaladores  amantes de estas moles.
El Gállego baja con fiereza, hoy es un buen día para la práctica de los deportes que se practican en sus aguas bravas y que los cerealistas monegrinos reivindican empantanar. El aliviadero del embalse de La Peña, escupe un gran chorro de agua a fin de dejar espacio para los aportes del Gállego y el Asabón.
Un alto en el camino y recogida de un par de miembros del equipo en Puente La Reina. Por las carreteras de los Valles Occidentales, margen derecha del Osia (se ven restos de la riada), nos adentramos en el de Aragües por un estrecha y oscura pista asfaltada (oscura por el  bello bosque de hayas, robles y coníferas) y tras pasar por Los Corralones, nos deja en el refugio de Lizara.
Lola, Maite, Fernando y el Bisaurín.
Botas, gorras, cremas, gafas, agua..., todo el equipo completo de 25 almas, comienza a ascender tras el refugio por una senda que nos adelanta el grado de desnivel que vamos a tener de subida, pero no el que por la tarde descenderemos.
Hoy, el equipo lo comandan Javier, Ricardo y Fernando, unos fichajes que poco a poco están alcanzando cotas tan importantes como en aquellos viejos e inolvidables tiempos de "El Comandante". La verdad, es que se lo están currando (y eso que los walkies les suelen fallar). ¡Seguid así!

Marcas de la Senda de Camille, la GR-11, ...

Las múltiples señalizaciones nos dicen que vamos por el buen camino, vamos por la GR 11, la Senda de Camille y además, el collado de Lo Foratón lo vamos viendo desde que hemos salido. De la misma manera, el que no nos quita vista es el Bisaurín, que con sus 2640 metros, vigila cada uno de nuestros pasos. Por el cordal sur, la blanca nieve nos deja observar el ascenso de algunos montañeros ascendiendo a este bonito pico.
Nosotros seguimos, el camino es para tomárselo con tranquilidad y tomar instantáneas del paisaje más bello del ...,

Gentiana campestris

bueno, seguro que hay otros pero hoy toca este y el días es espectacular, la macroluna ha dado paso al sol más cercano del año, la tierra ha sido generosamente regada y las flores de prado montañés se han acicalado para que la cámara del maestro Pedro Rovira, plasme la belleza de mil y una flores que tan científicamente conoce y nos explica, siempre que tenemos la suerte de tenerlo como compañero de viaje.




No se si es una Crepis, pero me gustó.
Fuente de Fonfría.
Seguimos por suave senda, la fuente de Fonfría refresca nuestras mentes pero no los cuerpos que ya pronto, las subida hacia el collado y el astro rey, irá poniendo a tono.
El grupo se va estirando, unos van ganando altura con "gran rapidez", sus largas piernas facilitan la labor; otros van más tranquilos "captando con su retina" la gran variedad de flores y bichos de los que yo solo soy capaz de captar una pequeña parte.



La cabeza sin cabeza.
Hasta el momento, solo he podido plasmar con la cámara las anchas espaldas de "las máquinas" de Esbarre, por lo que tras una larga paliza y atajos, consigo darles alcance para retratar sus rostros, ¡quedan mejor por detrás!. Es broma, son majos estos chicos, lo que pasa que les tenemos algo de envidia por sus largas garras.
Vamos ganando metros y ya parece que tocamos el collado Lo Foratón, el Bisaurín sigue en su sitio controlando nuestro quehacer y la brisa nos anuncia que ya llegamos.


Maite, José Antonio y Piedad en el Collado Lo Foratón.

Efectivamente, estamos en el collado y la vista se amplía. Se nos ofrece un hermoso panorama de cumbres: desde el Anie y el Ory, hasta el macizo de Monte Perdido, destacándose en las cercanías el Peñaforca, Agüerri, Alano, Chipeta, Castillo de Acher, Sierra Bernera y macizo de Aspe.
Todavía hay gente que dice cuando se refieren a nosotros - ¡están locos!- Pues sí, uno se vuelve un poco majara cuando en sus ojos se refleja el brillo de la emoción de tener a su alcance tal maravilla.


Maite y Lola haciendo cima.
Ahora giramos en dirección suroeste, vamos a crestear por toda la sierra de Gabás en un subir y bajar que nos dejará las piernas más molidas que la maizena.
La brisa se ha tornado en un fresco viento que pone a más de uno los poros a modo de piel de gallina, pero el personal es valiente aunque moquee. Tras pasar por un ventisquero de piedras, una ligera subida nos deja en el Puntal Alto de Lo Foratón. Descendemos con cuidado por un suelo sembrado de lajas sueltas, subimos una loma, bajamos hacia un collado...

Foto del grupo
El siguiente objetivo es la Punta Gabás a la que todo el grupo asciende y que con el fondo del Bisaurí, es fotografiado presidiendo la comitiva el banderín de honor (a Ricardo nunca se le olvida echarlo a la mochila),
El viento ha amainado y don Lorenzo aprieta con ganas, aprovechamos la parada para darnos una nueva capa de protección y ¡otra vez p´abajo!.
Las extremidades inferiores de algunos van notando el sube y baja, por lo que deciden no subir el siguiente pico.

Atrás, el Bisaurín.

Con 2149 metros, la Cuta, marca el vértice entre las sierras de Gabás, la de Maito y La Cuta. Los que hemos subido, comenzamos a descender en dirección al punto donde nos espera el resto del grupo.
Descendemos un poco más y profundos rumores gastrointestinales nos avisan de que es hora de parar y aligerar las mochilas de peso.
De postre, Lola y Luis que recientemente cumplieron años, nos sacan unas palmeras de chocolate que nos saben a gloria.
Hoy no toca siesta, así que mochila al hombro y a bajar, no solo la comida sino también, los más de mil metros de desnivel que nos quedan.
Las garras del pino.
Tras alcanzar la punta de Ramírez (o Remírez, o Ramiezo, o...) una fuerte bajada deja a más de uno las tabas más secas que la Salineta de Bujaraloz en verano y en las caras se adivina a quienes les sienta mejor subir que bajar.
Además (¡por fin!) hace calor, el prado se ha tornado en bosque de pinos y ya sabemos el resultado del enlace de humedad + sol + pino. El suelo despide un vaporcillo que mezclado con el polen que despiden las flores agitadas a nuestro paso, facilitan notablemente el estornudo de los que somos alérgicos. Incluso, los árboles parecen retorcerse, no se si por el calor o por nuestro paso.
Finalmente, en lo más profundo vemos Echo y con el ánimo que nos caracteriza llegamos al bus que  junto a un complejo ganadero nos espera. Mientras van llegando un grupo que se ha quedado con Juan y sus dos rodillas, algunos desvergonzados se dan un baño en el barranco de Bernaza en pelota pura y dura (bueno, menos dura), el resto nos refrescamos y como el conductor va pillado de hora, nos tomamos la cerveza en marcha. Los piernaslargas se han adelantado y en el Foratón (bar, que no pico ni collado) y han adquirido unas botellas que nos han sabido a gloria.
Vuelta a Zaragoza y... Hasta pronto.
La luna, comienza a menguar.

AQUÍ, MÁS FOTOS

DATOS:

Recorrido

Perfil: 14 Km. Desnivel acumulado: ascenso= 840 m.  descenso= 1500 m.




4 comentarios:

  1. ¡Qué bien os lo pasáis! Y nosotros aquí encerrados.

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  2. ¡Jo Amor!, te ha costado menos abrir esta entrada que a mí darle al click del ratón. Ánimo que las vacaciones están más cerca.

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  3. Muy chula la descripción, da gusto tener estos compañeros/amigos de viaje.

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  4. Ya me gustaría saber con que anónimo he compartido viaje.

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