miércoles, 19 de febrero de 2014

POR EL BARRANCO DE LA BALSA. (María de Huerva)


A uno, que otras obligaciones le han impedido compartir con los del Stadium una jornada como esta, le causa envidia, aún es más, le corroe hasta lo más profundo de sus entrañas no haber participado en esta aventurilla.. Y no vale aquella recurrente, pero poco real, frase de "la envidia es sana", ¡la envidia es envidiosa!. Y, además, como estos "jóvenes", son tan buenos chicos, van y me cuentan por varios medios, por activa y por pasiva, lo espectacular de la jornada. ¡P´a matalos!.
Mira tu, que estas caras me suenan.
Dentro de una de las actividades de la sección de montaña, "Descubriendo Nuestro Entorno" (el de Zaragoza), el domingo 16 de Febrero -me cuentan-, se fueron a descubrir el Barranco de la Balsa, en las proximidades de María de Huerva. Quienes no conocían el lugar, quedaron sorprendidos de que, tan cerca de casa, hubiera un lugar tan sobrecogedor (exceptuando las motos de trial que recorren y destrozan los caminos). Vamos, que disfrutaron más, que mi perro en el Pº Sagasta.


Petroglifo
Varios petroglifos, aparecen en este bonito recorrido que asciende a la Plana de María, espectacular balcón de Zaragoza y su entorno sur.
La Plana de María de Huerva o Zaragoza,   conjuga una singular red agreste de barrancos excavados en yeso y una amplia superficie cubierta por el pinar, bosque natural instalado en ladera.
Los agrestes barrancos y vales descienden hasta el río Huerva, con la típica vegetación de tomillo y otras plantas amantes del yeso.
Las laderas más escarpadas y umbrías están pobladas en su tramo superior por pinares carrascos salpicados de encina, coscoja, sabina y romero, con una rica avifauna forestal y algunas de las rapaces más emblemáticas, como el búho y el águila real.
La zona era frecuentada cada invierno por rebaños trashumantes del Pirineo, concretamente del valle de Ordesa, al amparo de viejas parideras y aljibes funcionales.
Además este ambiente es idóneo para las nutridas poblaciones de calandrias, cogujadas, terreras, pardillos, gangas, ortegas, rocines y aguiluchos cenizos, aunque la reciente instalación de cientos de aerogeneradores ha transformado para siempre la fisonomía y tranquilidad de este paraje. Lugar que , me cuentan, los del Stadium aprovechan para realizar un merecido descanso y echarse al cuerpo el inevitable bocado.
Los gigantes de la Plana de María
Admiran, cuales Quijotes, los gigantes molinos del progreso: "En esto descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo, y así como Don Quijote los vio, dijo a su escudero: la ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o poco más desaforados gigantes con quien pienso hacer batalla, y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer: que esta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra. ¿Qué gigantes? dijo Sancho Panza".
El Bisonte y...
Tras el descanso, bajan por una arista, camino de nuevo, hacia el barranco de la balsa, para volver a María de Huerva. Me cuentan que en próximas jornadas, volverán por la zona a recorrer otros barrancos como el de Las Almunias, La Sal, etc. Esperemos poder acompañarles y no volver a ser presa de ¡la envidia!.

Hasta pronto.

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