lunes, 28 de abril de 2014

DE NOCITO A VADIELLO (Por el Camino Natural de la Hoya de Huesca)

        Hoy todo parece ser diferente, las calles de Zaragoza, a estas horas (6:40 h.), se encuentra muy concurridas. Una impresora 3D virtual, parece haber escupido jóvenes muchachos fabricados con la misma pasta: traje negro, camisa blanca y corbata oscura ellos, y ellas, chaquetilla torera sobre blusa clara, falda corta y manoletinas (así me dicen Maite y Piedad que se llaman) en los pies (los tacones van en el bolso). Debe ser aquella vieja tradición de celebrar el "paso del ecuador" o "fin de curso" o ¡que leches sé!, yo la llamaría "trompa de fin de curso". Las mentadas entre paréntesis, Luis Casao y yo, hemos quedado para acudir al punto de salida del autobús que los chicos del Stadium han fletado.
        En el lugar de salida, varios otros buses, vomitan cientos de estos personajes de la noche (día para nosotros) universitaria. Además unos cuantos, nos ofrecen un espectáculo del más puro estilo del spagueti-western, vamos, que se enzarzan a patadas y puñetazos. ¡Que horror!.., ¡vámonos p´al monte!.
        Desconectados del panorama, nos dirigimos de nuevo, hacia la sierra de Guara, a seguir con una más de las etapas que conforman el Camino Natural de la Hoya de Huesca, y van...,(¿?) ya ni me acuerdo.
        Mismo bus y conductor de la anterior, en que ambos nos recogieron en Nocito y que hoy nos depositan en el mismo lugar.
Río Guatizalema
        Vamos a recorrer el tramo que desde aquí va a el embalse de Vadiello. Hoy, el protagonista va a ser el río Guatizalema del que ya adelanté no hace mucho que su nombre deriva del árabe guadix (río) y alam (tranquilo), aunque otras fuentes dicen que lo hace también del árabe wàdì salama (río de los Salama),  ya que a finales del siglo VIII Huesca pertenecía a la poderosa y conocida familia árabe de los Banū Salama, quienes bautizaron a este río con el nombre de su propio linaje. 
        Nace en el Valle de Nocito, en una zona de la Sierra de Aineto conocida como El Paular, a 1.370 metros de altitud. Tras atravesar la Sierra de Guara y la Sierra de La Gabardiella entra en una zona de barrancos formados por el Monte de La Ronera al Este y la zona de los Mallos al Oeste.
Embalse de Vadiello.
        El agua recogida en esta zona es aprovechada más adelante para llenar el Embalse de Vadiello. A partir de aquí todavía continúa encañonado hasta La Almunia del Romeral, haciéndose su topografía paulatinamente menos abrupta hasta llegar a las llanuras de la Hoya de Huesca y desembocar finalmente en el río Alcanadre. Antes de la construcción del embalse de Vadiello los pueblos beneficiarios de las aguas del Guatizalema lo llamaban "matapanizos" porque lo disfrutaban solamente a medias, ya que se quedaba sin agua cuando más falta hacía.
Primeros pasos.
        Aun no son las 10 de la mañana y ya estamos cruzando el pueblo de oeste a este para comenzar la travesía. Unos habitantes nos saludan a nuestro paso, el sonido de cincuenta botas animan la calle principal y eso no se ve todos los días.
        Vamos ligeros, las previsiones son de lluvia a partir del mediodía, además toca cambio de calzado en un par de ocasiones y eso ralentizará la marcha del pelotón. Como de costumbre, la cabeza va comandada por el "pionero Félix" que hoy se ha propuesto no desviarse ni un metro de la ruta, ¿lo conseguirá?.
Antiguo Mesón de Nocito.
        En la última casa de Nocito, su esquina nos orienta hacia el sur, dirección por la que transitaremos durante toda la jornada.
        Pasamos por el antiguo Mesón de Nocito, edificación construida con materiales propios del entorno, coronando su estructura con el tejado de lajas de piedra. El boj sirve de jardín natural al entorno del mesón. Seguimos, todavía muy frescos, por la margen derecha del Guatizalema. El barranco de La Pillera, lo dejamos a la izquierda y nos trae el recuerdo de que un día antes de su accidente, lo anduvo Lola en compañía de Luis. -Ya veis, el primer día y ya os echamos de menos-.
Vadeando el barranco.
        Seguimos el curso fluvial, el murmullo de sus limpias aguas sirven de acompañamiento a los pájaros en su polifónica obra del canto a la naturaleza.
        El decorado se compone de una vegetación a base de arces, bojes, tejos, avellanos, pinos silvestres robles y guillomos asomando sus primeras hojas y el camino flanqueado por floridos tomillos,  contrastando a pocos metros con las encinas que crecen en las solanas del valle.
        El primer vadeo lo realizamos al cruzar el barranco Cagical en el que unas bien puestas piedras nos facilitan la maniobra.
¡Como nos anda el chaval!
        Comienza el segundo de los protagonistas de la jornada, "su perfil matagarras". Abajo, en los datos técnicos, se puede apreciar el diente irregular de sierra por el que transitamos.
        Unas escaleras de madera nos bajan hasta el mismo cauce del río, recorremos su ribera. Pasamos por unos pilaretes metálicos que a falta de unas sirgas, compondrán una barandilla. En mi opinión me parece excesivo, el derroche de amueblamiento que se está colocando en el monte, supongo que es para justificar los 2.330.900,23 de euros invertidos en el Camino Natural de la Hoya (¿natural?).
Primer vadeo en el Guatizalema.
        Eso sí, para cruzar el río, llevamos cangrejeras y toalla, pues, a pesar de no traer un gran caudal, su paso hay que hacerlo con los pinreles más mojados que el hígado de los chicos de la mañana y parece ser que en el presupuesto no hay una pequeña partida para dotar a la senda del famoso Camino, de una triste pasarela. Pero como se trata de pasarlo bien, lo hacemos con buen humor, el agua no está muy fría.
        Una vez secas nuestras bajas extremidades, reanudamos la marcha dejando a nuestra derecha un curioso peñasco del que sobresalen varias encinas luchando contra la gravedad.
Pablo, ¿señala el camino a seguir?.
        Poco a poco vamos ganando altura, el río queda a nuestra derecha cada vez más abajo (o nosotros más arriba, como se quiera), al oeste divisamos el pico de Gabardiella que hace ocho días ascendimos.
        En el este, el cordal de Ronera que une el Corcurezo con el Fragineto, nos recuerda que está pendiente nuestra visita a un pico que por razones varias, se nos resiste.
        Llegamos a un altero en el que algunos plantean detenernos a alimentar al hambriento ser humano, pero como sopla un poco de viento, lo hacemos unos metros más abajo.
Gabardiella.
Bajando.
        Cada cual saca lo que ha portado, como siempre se comparten las cosas, especialmente el vino que en esta ocasión ha traído Julián y que su  gran calidad ha dejado la bota más vacía que los ordenadores de la tesorería de la calle Génova de Madrid.
        Tiramos los cuerpos y las ingestas p´abajo por una bonita senda-pasillo con el suelo alfombrado de hojas secas y las paredes decoradas con boj. 
        Poco a poco vamos cayendo hacia el río, y cuando digo cayendo es literal. Comienza a llover ligeramente y estamos ante el último vadeo. En esta ocasión no hago ninguna fotografía ya que, cámara en la mochila, botas colgadas, pantalones remangados (por debajo del nivel del agua), sandalias cangrejeras en los pies, uno a uno, vamos cruzando el río Guatizalema, cuyas aguas han sido enfriadas por alguna nevera en su curso y que dado el lento caminar acuático, quedan los pies más fríos que el semblante de la Gospe.
Ejemplo de como quedan las piernas tras el vadeo.
El Proyectil.
        Poco a poco, el personal vamos cruzando y recomponiendo el grupo, retomamos el camino bajo la atenta mirada de El Proyectil por un lado y la escarpada pared oeste del Pico Montidinera por el otro. 
El río va deteniendo su velocidad, comienza a ser víctima de la presa de Vadiello.
        Delante de nosotros, una pared de la que, entre su poca vegetación, se asoma una senda que por varias pedreras hemos de superar. En una longitud de 650 m, el desnivel es de 175 (27%) y solo mirar se te pegan las botas al suelo. ¡Pero aquí hay mucho nivel!
Juventud combatiente.
        Unos más ligeros y otros al paso, vamos atacando las primeras cuestas que tras tantas subidas y bajadas, van comenzando a pesar en el cuerpo.
        El embalse se va quedando mas abajo a cada metro que subimos y el sudor del personal acelera el vaciar de cantimploras. La amenaza de lluvia se ha quedado en eso, en amenaza, y las piedras y la cuesta nos calientan de lo lindo. Los más ligeros ya nos indican que queda poco y efectivamente, en un santiamén llegamos a lo más alto de esta cuesta y "hay que ver lo que cuesta".

Pico Borón.
        Nos detenemos y giramos la cabeza hacia atrás para disfrutar de las vistas en las que destaca el Pico Borón y abajo, se nos ha quedado pequeño esta parte del embalse de Vadiello.
        Conforme retomamos la marcha, el camino desciende casi con la misma verticalidad de la subida pero con mejor piso, pese a lo cual, algún trasero pasa a ser parte importante de la decoración del suelo. Algún pequeño escorchon y poca cosa más, habrá que practicar la "técnica de descenso por pedrera".
La senda recorre la ladera que sirve de vaso al embalse.
El Huevo. 
        A nuestra izquierda, oeste geográfico, entre la ligera lluvia que lo acompaña, observamos la Peña de San Cosme y El Huevo, que no se quien lo bautizó con ese nombre. Lo miro una y otra vez y me pregunto que animal pone huevos de esas características (dejo la foto y admito opiniones).
        Un fuerte giro, nos introduce sobre un puente que salva el Barranco del Diablo y tras varias subidas y bajadas más, adivinamos los túneles que indican la proximidad de la jornada.
        Y así es, como dirían "nuestros inteligentes gobernantes", ¡ya se ve la luz al fondo del túnel!, la madre que los...
Embalse de Vadiello.
        Y efectivamente, en la luz vemos al conductor que ante nuestra presencia se dispone a cargar los calderines de aire para abrir los maleteros.
        Aquí queda el Guadix-alam, aquí quedan las sinfonías de lo naturalmente bello, aquí queda Vadiello, nosotros nos llevamos la mochila cargada de lo sorprendente que es, una vez más, la Sierra de Guara. El que quiera conocerla que se meta en sus entrañas, que nosotros, con los del Stadium, nos vamos a la Osca de Oregón a meternos un buen jarrón (de birra).
        Hasta pronto
Para ver las fotos, haz click aquí.
Y más entretenidas, aquí.

Datos técnicos:
Mapa del recorrido.
Perfil.- Distancia: 13,9 Km. Ascenso acumulado: 660 m.  Descenso acumulado: 850 m.

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