jueves, 22 de octubre de 2015

EXPOSICIÓN DE ACUARELAS EN EL PICO MAZ O TXAMANTXOIA

Día 17 de Octubre de 2015
Pico Maz.
    De nuevo vamos a disfrutar de uno de los regalos más impresionantes que nos brinda la naturaleza.
    Puedes observarlos una y mil veces. Los colores del otoño en el Pirineo te atraen y te transportan a uno de esas pinacotecas del mundo en las que los más afamados acuarelistas cuelgan algo parecido a esto, pero es eso, "solo parecido". 
      Hoy son los zagales de Esbarre los que nos llevan hacia uno de esos rincones del Pirineo en el que, con la excusa de subir un pico, disfrutamos de lo anterior descrito.

    Alborea el día, con frescor y limpio cielo, el autobús arranca de una festiva Zaragoza con una treintena de animosas y animosos tragamillas.
      El viaje, como casi siempre, nos lleva hacia el norte del "Oregón hispano" y como siempre, los primeros kilómetros los paso con los ojos cerrados y las orejas abiertas: "hoy son los Beatles quienes suenan en los auriculares". (Ya sé que hay cosas más modernas, pero explíquenme alguna que la supere en calidad).
Peña Ezcaurri.
       Peña Oroel vela el sueño de Jaca, la ciudad duerme, tan solo siete personas andan perdidas por una de sus arterias, ¡ah!, son "gentes esbarrianas" dispuestas a pasar un buen día con el resto.
       Todos juntos, nos detenemos en Puen d'a Reina (Puente la Reina) a desayunar, no es que el camino proyectado vaya a ser exigente pero "es la costumbre".
   Atravesamos unos de los pueblos más encantadores de nuestra geografía, primero Echo, luego Ansó.
La armada ¿invencible? en la cima del Maz.
¡Esto pica p´arriba!
    Dos valles separados por unos pocos kilómetros, el primero regado por el Aragón Subordán y el segundo por el Veral, cuyo recorrido sigue nuestro autobús hasta detenernos en su mismo nacimiento, unos metros antes del refugio de Linza.
     Con los botas debidamente atadas y en "fila de a uno", comenzamos a caminar por una senda que discurre bajo un sinfín de colores propios del hayedo en otoño.
      No ha habido terreno para calentar las garras y desde el primer paso, el desnivel de subida es poco agradecido con estos visitantes. Pronto nos vamos desprendiendo de algunas prendas montañeras ("guarretexes", "softshelles", camisetas, enaguas...).
El Maz desde su Rincón.
     A nuestra izquierda, cualquier claro de entre la espesura del bosque, nos deja ver el pico Maz, a caballo entre Navarra y Aragón de 1945 m, que si bien no es de gran altura, nos sirve como excusa para dejar, por una jornada, el bullicio zaragozano y contemplar la belleza que nos ofrecen las faldas del Maz, como le decimos en esta parte aragonesa, o Txamantxoia, como le denominan las gentes navarras.
     El esfuerzo se ve recompensado por las vistas que la cima nos ofrece, el infinito se abre ante nuestros ojos. A nuestro alcance tenemos "montón de puntos" del Pirineo oscense, navarro y francés que se nos ocurra, así como otras Sierras y Macizos de menor entidad. Es indescriptible todo lo que se puede ver. Parece mentira que una montaña que no llega a los dos mil metros tenga las vistas que nos presenta ésta: Anie, Castillo d´Acher, Peña Ezcaurre, Bisaurín, Mesa de los Tres Reyes...
Rincón de Maz.
De vuelta.
      Y bajo nuestros pies, el Rincón de Maz, testigo de nuestros últimos pasos y sala principal de este impresionante museo de la naturaleza.
     Hoy no van a ser protagonistas, los esforzados montañeros, ni las grandes cumbres, ni los valles y barrancos, ni, tan siquiera,  el viento de la cima ni la recóndita senda de la bajada: hoy es la explosión de los colores de otoño, los verdaderos protagonistas de esta página.
     Eso sí, la jornada ha terminado con unas buenas raciones de migas, garbanzos, chuletas, bacalao y ¡que sé yo más!. ¡Cuadrilla triperos!.
Hasta pronto

Las fotografías las puedes ver y descargar haciendo clic  aquí
Pase de diapositivas, haz clic aquí
Los datos técnicos y track, lo dejo en este enlace.

Pequeña selección capturada en la sala principal.

Nos adentramos en el bosque...
...unas vacas nos ignoran. Pacen.
Los cambios de colores... 
...que hacen los bosques...
...la tierra húmeda...
...las hojas que caen...
...y el laberinto de la lluvia...
...me hace sentir otro matiz.
¡Comienza ...
...el bello espectáculo...
...que cubre los paisajes con un manto color fuego!

6 comentarios:

  1. José Ramón García López24 de octubre de 2015, 12:32

    Naturaleza en todo su esplendor. Precioso.

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  2. ¡Qué maravilla! Gracias por compartir, así podemos disfrutarlo.

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    1. Compartir, si hace falta, se comparte, pero hay que vivirlo en directo, así que ya sabes...

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  3. En vuestra linea........sencillamente expectacular !!!!!....gracias por darnos envidia sana.

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    1. De ninguna manera se puede plasmar en este humilde blog lo que captan nuestros ojos, más difícil, si cabe, reflejar los sentimientos y sensaciones que uno percibe. Un abrazo

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