jueves, 31 de mayo de 2018

NORDIC WALKING (Marcha nórdica)

                   No sé si será porque voy acumulando años, no sé si por autoconvencerme de las aportaciones saludables que esta modalidad aporta, no sé si por el trabajo de quienes están asumiendo la responsabilidad de promocionar este deporte,  que me han llevado a participar en la marcha popular que servía como colofón a las Primeras Jornadas de Marcha Nórdica en Aragón, actividad organizada por el CAI Nordic Walking.



Inauguración.
         El viernes, día 25 de Mayo, inauguraban las jornadas el presidente de la FAM Luis Masgrau y el del Comité Aragonés de Marcha Nórdica Fernando Morata. Posteriormente fue Pedro Pallás quien nos contó la situación creciente de esta modalidad en Aragón. Un par de intervenciones más, para explicarnos las aportaciones de la marcha nórdica a nuestra salud.
           El sábado, día 26, como ya sabéis quienes ojeáis esta "Vieja Mochila" me fui de monte por lo que no pude asistir a la segunda jornada, ¡ah! pero a uno que tiene amigos, le han contado que fue todo un éxito.
Intervención de Jordi Pau.
            Juan Miguel Minguillón que junto con su pareja "Encarnita" se engancharon a esto del nordic como diputado a su escaño, me apunta que a primera hora de la mañana se expusieron ponencias de tres doctoras especialistas en cardiología y reumatología, advirtiendo de los peligros del sedentarismo y la conveniencia del ejercicio físico, incidiendo especial relevancia en la práctica de la Marcha Nórdica, actividad en la que dos de las ponentes son asiduas.
          A continuación, los asistentes disfrutaron con la presencia de Jordi Pau Caballero, instructor "Maestro de Maestros" con un palmarés impresionante, formador de más de 100 monitores de N.W., además de sus actividades en montaña, esquí y especialista en temas de Salud. Disertó y  amenizó sobre la historia desde sus orígenes en Finlandia, su visión actual y perspectivas a futuro.
               Por la tarde y después de superar dos grandes tormentas, se realizó en el Parque José Antonio Labordeta  un taller de perfeccionamiento.
Taller en el parque.
Calentando.
         El domingo, día 27, a primeras horas de la mañana somos más de ochenta personas los que, en la mismísima plaza del Pilar, dirigidos por Jordi Pau, ante la mirada de algunos turistas orientales, y con un día excepcional, estamos realizando los ejercicios de calentamiento.
           El recorrido que nos han preparado, de unos 15 kilómetros, es algo así como un coctel de lo más representativo de la ciudad de Zaragoza con el río Ebro como eje principal.
         El grupo arranca desde la misma plaza presidida por la basílica del Pilar, la catedral del Salvador y el palacio renacentista de La Lonja (S. XVI).
Los participantes.
Hacia el azud.
             Los leones del Puente de Piedra, de origen romano, ven pasar a unos animales bípedos con unos palos en las manos, aguas abajo de un río teñido por las otras, las del Huerva que las tormentas han coloreado de rojo. 
             Será la pasarela del azud, construido para elevar la lámina de agua del Ebro a fin de hacer navegable lo innavegable, la que nos deja en la otra orilla del río (margen izquierda).
      Ahora caminamos a contracorriente pasando bajo el Puente de Hierro (S. XIX) pintado, más recientemente, de un horroroso (a mí me lo parece) azul y blanco, coincidiendo con los colores del equipo de fútbol de la ciudad. Menos mal que no les dio por elegir los tonos de los vestidos de bailarines y bailarinas del Plata.
El Pilar, el Puente de Piedra, el Ebro y los "walkers".
Pasando bajo el puente.
              La comitiva sigue su curso, ahora bajo el de Piedra, arriba un dron  graba una carrera popular. La ciudad parece una fiesta.
             Otro puente, el de Santiago nos abre las puertas de la mayor transformación que Zaragoza ha conocido en los últimos tiempos, coincidiendo con la Exposición Internacional de 2008. Uno de los más importantes logros fue devolver a la ciudad su río, tantas veces cantado, tantas veces reivindicado, tantas veces defendido, tantas veces maltratado, amado por unos y odiado por otros.

La "juventud" y la Pasarela del Voluntariado
Bella imagen.
Por la Torre del Agua.
            Se realizo, también, en el terreno que ocupa el meandro de Ranillas, la construcción del Parque del Agua Luis Buñuel, siempre muy animado y más hoy que uno de sus garitos nos ofrece, previo pago, cervezas, cafés, bocatas, toilettes (gratis) y un lugar de  descanso.
             El grupo recorremos buena parte del parque. Pese al ritmo que llevamos nos da como para contemplar la transformación que se desarrolló en este entorno: allí donde había una, muy valorada, huerta, hoy tenemos canales, playa, atracciones infantiles, jardín botánico, zona hortelana, etc.

Avetorillo Común.
            Entre el parque y el río ejerciendo de barrera natural, tenemos el Soto de Ranillas con su vegetación típica de ribera (chopos, álamos, sauces, zarzas, etc.), que sometido a las crecidas estacionales del Ebro queda en ocasiones inundado por sus aguas. De muy difícil tránsito, su espesa vegetación hace que sea un lugar privilegiado para albergar un importante número de especies. Su fauna, es la típica de ribera por estos lugares: Ánades reales, Cormoranes y Gaviotas venidas del mar hasta aquí, Gallinetas, Avetorillo Común, Garcilla y Garza Real o el Martín Pescador por citar solo unos pocos entre los ejemplares de las aves que son las más representativos. Entre los mamíferos poca cosa al estar al lado de un recinto que es un gran parque donde pasea mucha gente (también mamíferos), tan solo citar el Erizo y el Ratón de campo.
Por el Pabellón Puente.
       Abandonamos esta joya de Zaragoza cruzando de nuevo el Ebro, esta vez por el Pabellón Puente para, por la margen derecha, regresar al punto de partida. Aquí nos espera Maite, la recuperación de su operación de menisco va viento en popa, pronto se irá incorporando a nuestras andadas, 
          Hace calor, los estiramientos los realizamos bajo la sombra de los porches de los antiguos juzgados que tantas historias esconden en sus paredes.
           Poco a poco lo marchadores nos vamos retirando, unos a sus casas, otros de paseo y algunos... "nos metemos unas buenas jarras entre pecho y espalda".

Organizadores y formadores.
           Concluyo estas líneas con el convencimiento de haber participado en la práctica de una modalidad que está revolucionando el concepto del ejercicio saludable. No importa la edad, son muchas las ventajas que el Nordic Walking aporta a nuestro cuerpo y poco los requisitos físicos necesarios para practicarlo. Se obtiene entre un 40% a un 60% más de consumo calorías, que el andar sólo, siempre que se emplee la técnica adecuada.
          Es ideal para todas las personas que les gusta andar o lo hacen por prescripción médica. Puedes practicar la marcha nórdica solo, acompañado, en grupo, etc. por parques, senderos, caminos rurales, calles, vías, playas, etc. No se necesita ninguna pista especial o terreno con unas características especiales. Además, con estas gentes de hoy, es muy divertido.
                Por esta vez he salido sin cámara fotográfica por lo que las imágenes que acompañan esta entrada las han realizado Jordi Pau e Ignacio Herrerero. 

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