miércoles, 30 de octubre de 2019

PICO JAVALAMBRE (Circular)

Día 27 de octubre de 2019
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                 Dejamos los colores otoñales del valle de Ordesa, esa paleta cromática que enamora a quienes tenemos la suerte de caminar por el bello Pirineo, para echar el cuerpo al sur, a esas otras cumbres que nos regalan las montañas turolenses. 
                 Son tierras esculpidas por el frío del invierno; en sus rocas quedan las huellas de tiempos no muy lejanos; en sus gentes la otra huella, la de el silencio de las noches frías cubiertas por el manto de las estrellas que alumbran la herencia mudéjar. En fin, son tierras que visitamos muy a menudo, unas veces por estrechos desfiladeros, otras por los senderos de sus sierras y otras, como hoy, por esas cumbres que nos ofrecen grandes vistas y algunas sorpresas.
               Hoy acompañamos a las gentes de Montañeros de Aragón, que en su 90º aniversario culmina en este pico de Javalambre, cuyos 2019 metros coincide con la cifra del actual año. Un proyecto realizado y ejecutado por algunas personas del club, consistente en realizar noventa ascensiones a picos, una por año de existencia. Esta de hoy, es de ejecución sencilla pero cargada de gran emotividad, realizada en una jornada en la que los foráneos del club, en ningún momento nos sentimos espectadores.
En el refugio Rabadá y Navarro.
           Partimos por la "Autovía Mudéjar, camino del sur de Aragón. La provincia de Teruel nos recibe oculta bajo una espesa niebla, ¿será que no quiere que la encontremos?, ¡nada de eso!: llegando al punto de encuentro, en la Puebla de Valverde, el cielo nos descubre un sol que no dejará de acompañarnos en toda la mañana. Aquí nos reunimos con el calamochino Enrique, conocedor de la tierra, gran persona y buen conversador.
          Aparcamos en el refugio Rabada y Navarro (1520 m.), que debe su nombre a los dos escaladores aragoneses que murieron cuando intentaban subir al Eiger en agosto de 1.963.
La comitiva.
En marcha.
               Pronto estamos en marcha, la mañana presenta una temperatura excelente, inusual en estas fechas. Dirige la comitiva "el calamochino" que nos lleva a realizar la ruta circular en la dirección de las agujas del reloj que, todo sea dicho, en esta noche hemos retrasado una hora para... ¡qué sé yo!.
            Apunto que contamos con la ayuda del sherpa del refugio, una hermosa perra, que nos acompaña durante todo el trayecto y que me voy a permitir llamarla "Track".
            Pero bueno, no le quiero quitar protagonismo a Enrique, que en todo momento nos dirige por el "buen camino" (creo).
Track.
Camarena de la Sierra.
            El sendero que, inicialmente, discurre entre pinos y enebros, conforme vamos ganando altura el paisaje se va abriendo; atrás queda Camarena de la Sierra, pequeño pueblo en el que destaca la iglesia barroca dedicada a San Mateo.
            Son varias las plantas endémicas de este entorno, como la "sideritis jabalambrensis" y "oxytropis jabalambrensis"; pero la que más abunda es la "ferrum lignum unum" (palo de hierro), pues no en vano estamos caminando por las pistas de esquí.       
               Como ahora no hay nieve y el pinar ha desaparecido, podemos disfrutar de un bosque muy original: la sabina rastrera (también llamada chaparra) que apenas levanta medio metro del suelo y puede vivir cientos de años. El sabinar rastrero forma un paisaje único que los botánicos describen como “piel de pantera”. 
Chaparra.
En la cima del Javalambre.

                Arriba se divisan la torre de comunicaciones, ubicada en pleno Alto del Ventisquero, que no tardamos en alcanzar y que, ora por senda, ora por prado, ora campo a través, alcanzamos dejando las antenas a nuestra derecha para acceder al objetivo de la jornada; el pico Javalambre (2019 m.) Dicen los historiadores que el nombre de Javalambre procede del árabe Yabal Amr, que significa “monte de Amr” (Amr es un nombre propio de varón). Otra posible etimología es la de montaña roja (djebel hambr) pues, además de calizas, en algunas zonas aparece el rodeno.
Yo también estaba.
               Como estamos en fechas próximas a "halloween", hay quien ha metido en las mochilas algunos disfraces que extraen para lucir en esta cumbre. Un servidor, que no ha llevado disfraz alguno, saca un par de tomates de la huerta aragonesa y un plátano canario que, acompañados por la bota de vino de Toño, le saben a gloria.
           Ni que decir que el momento está cargado de un alto grado de emotividad, principalmente de aquellas personas que se han currado el proyecto de "las noventa cimas" y que esta "Vieja Mochila" reconoce todo su esfuerzo.
¡De miedo!
¿Mal de altura?.
Observatorio del pico del Buitre.
             La desnudez de esta amplia cima nos muestra un paisaje algo desconocido para algunos; divisamos cumbres y les ponemos nombres intentando hacerlas coincidir con la realidad. Pero sí reconocemos algunas como el Penyagolosa, el alto de Pina, las sierra Espadán y Albarracín y por supuesto el pico Buitre, inconfundible con sus gigantescas cúpulas astronómicas coronando la cima. Ante nosotros, un hermoso valle con algunas cabras campando a sus anchas por el verde y lejano prado. Y las montañas, desnudas de árboles, muestran las heridas que cada año les infringe el despiadado invierno que las azota sin piedad. Allá abajo divisamos la villa de Rubielos de Mora; más lejos el color rojo de sus edificios delatan la existencia de Teruel, esa ciudad que, por encima de la leyenda de sus amantes, esconde una verdadera joya de arte mudéjar.
Teruel (zoom).
¡Huyen!
            Muchas emociones, fotos, videos, disfraces, vistas... pero, amigos, hay que descender.
           Nuestra guía, Track, nos lleva por la GR.10, no sin antes, en el barranco de La Tejeda, poner a un rebaño de cabras en su sitio.
             Poco a poco, el paisaje va cubriendo su desnudez, se va engalanando con las más preciadas joyas de la sierra, mostrándonos un precioso bosque de pinos, enebros y sabinas. En el suelo abundan buena cantidad de setas que mi ignorancia me impide reconocer (alguna vez me tendré que meter en el mundo de la micología).
Descendiendo hacia...
...alguna parte.
Por el sendero GR.10.
             El sendero desciende con alegría, zigzagueando por las proximidades de las instalaciones de esquí. Allá abajo, ya vemos como el río Camarena, vestido con chopos amarillos, va caminando hasta el pueblo para regalarle su nombre; aquí arriba, veinte personajes cruzan el barranco de la Fuente del Peral, cerrando esta ruta circular, y alcanzando el refugio Rabadá y Navarro para coger los coches y regresar, camino de La Puebla de Valverde.
            Aquí queda "Track", exhausta, en compañía de su pareja; esperarán a que otros montañeros necesiten de su compañía y les guiarán por los senderos de esta sorprendente sierra de Javalambre. ––Hasta otra, Track––
Chopos entre sabinas.
De raíz honda y constante.
             Nosotros nos refugiamos en un restaurante, sentados ante los manjares que tierra y fauna ponen a nuestra disposición para... ––¡señor, que rico estaba!––
            El café lo tomamos todos juntos, finalizando con unas emotivas palabras de Blanca, auténtica impulsora de este proyecto de las 90 Cimas. Palabras de agradecimiento a las gentes que le han apoyado de principio al fin y a quienes les han acompañado, aunque sea en escasas ocasiones como nosotros. Como esos pinos que crecen aquí: "fortaleza de paz y combate, ascensión sin fatiga, raíz honda y constante". 
                   Hasta pronto.

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Datos técnicos
Recorrido
Perfil:
Distancia, 9,05 Km.
Desnivel de ascenso, 517 m.
Desnivel de descenso, 517 m.

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