martes, 22 de octubre de 2019

VALLE DE ORDESA (Por el camino de Turieto Alto)

Día 19 de octubre de 2019
               Un, pero que muy buen, intento de unir fuerzas por parte de los clubs Esbarre y Stadium Casablanca por aquello de llenar autobús. Por las previsiones metereológicas se temía que el personal se iba a quedar en la cama: ¡nada de eso!, estas gentes no reblan ni aunque caigan chuzos de punta, así que no solo se han cubierto expectativas, sino que ha habido que fletar otro carro para transportar las tribus de los dos clubs.
           Uno se pregunta el porqué de estas disparidades de la raza humana; unas veces tan pocos y otras tantos: ¿será el síndrome posfiestas zaragozanas?, ¿será que las aguas del condado andan revueltas y necesitamos un poco de evasión?... ¡No, rotundamente no!: es el magnetismo de la naturaleza que, en estas fechas, año tras año, se viste de gala luciendo los más hermosos y cautivadores colores.
Los colores de Ordesa.
Dentro del bosque.
               Embriagador como el vino, el rojo; atrayente, como el oro, el amarillo; el ocre le da la última pincelada otoñal que se abraza entre el verdor de pinos y abetos. A esta fiesta multicolor, hoy se suman las nubes que han prometido (falsamente) respetar nuestra participación en el lienzo del Valle de Ordesa. Los cuadros que retratan el otoño en estos bosques, parecen tener algo en común, como si la estación hubiese almacenado en la naturaleza todo el calor del verano, que en este año no ha escaseado.
                 Los de Esbarre, como de costumbre, salimos desde las mismísimas puertas de la Facultad de Veterinaria (¿?); los del Stadium, defensores de los valores aragoneses, lo hacen desde la Puerta del Carmen. Nos veremos en Fiscal. Los de la Puerta han salido media hora más tarde que los de la Facultad que, tareas cumplidas, bajo la sombra de Peña Canciás esperan la llegada de las gentes de Casablanca:
Preparados.
––Ahí llegan
––¡pedazo autobús traen!
––¡que no para!
––irá a dar la vuelta
Ricardo (jefe de las centurias esbarristas) recibe llamada de Antonio (boss del Stadium): ––estamos empujando al tanque este que, dando la vuelta s´ambarrado hasta los cojinetes––
          Finalmente llegan a Fiscal, les saludamos y ––¡aquí os quedáis!, que el reloj no para y las nubes tampoco––.
            Dejamos atrás Fiscal; Sarvisé y Broto, todavía dormidos, nos ven pasar, solo queda atacar las últimas curvas, magistralmente tomadas por nuestro conductor Javier, para llegar a Torla, que nos recibe con una impresionante estampa coronada con el Mondarruego, vergonzosamente escondido tras las nubes.
Torla, detrás el Mondarruego cubierto por las nubes.
La gacela.
           Con la característica y disciplinada formación esbarrista, descendemos camino del río Ara, ahora con triste caudal, para cruzar sus aguas por el puente de La Glera.
            Remontando la corriente, el último fichaje, Sacha, nos demuestra las dotes propias de su juventud ascendiendo las primeras cuestas con la mismísima agilidad de una gacela. ¡Qué envidia dan estos jóvenes!.
            A nuestra izquierda se siente el rumor del agua del Ara, que pronto dejamos para ser deleitados por la del Arazas, ese río que se descuelga desde las faldas del Monte Perdido para dibujar uno de los más hermosos valles del Pirineo.
La centuria esbarrista.
               Llegados al desvío de los dos caminos cogemos el de Turieto Alto para, si el tiempo lo permite, descender por el Turieto Bajo, históricamente conocido como el "Camino Viejo", utilizado por las gentes del valle para subir a Ordesa, donde pastaban los ganados,  hasta que se construyó la carretera.
              Metidos en harina caminamos sobre una alfombra de hojas manchadas de colores otoñales; alguien comenta que este es mundo de duendes, de gnomos, de elfos, de hadas... (¿mal de altura?).
                 No es de estrañar, estamos en las mismas entrañas del Bosque de Turieto, un rincon del planeta que te transporta a paraísos multicolores: entre verdes pinos y abetos, colorean sus tonos el arce, el abedul, el fresno y el sauce, hasta que el haya comienza a reinar en este camino que transita junto al musgo que pinta de verde los troncos de los árboles, algunos de importante porte.
No son gnomos.
Entre verde y amarillo...
...caminan los mozos.
Paleta cromática.
Con Ricardo; al fondo, el Tozal del Mallo.
            China chana, metro a metro, vamos acercándonos a la pradera de Ordesa, hoy muy concurrida, bajo la mirada del espectacular Tozal del Mallo. Mirando sus paredes, recuerdo aquella ocasión que los de Esbarre nos encaramamos en lo alto del "pedrusco" (aquí la describí).
               Aunque es algo temprano, decidimos sacar los bocadillos de las mochilas y dar buena cuenta de ellos bajo el entoldado exterior del restaurante del lugar, acompañando las viandas de unas buenas jarras de cerveza.

Patrulla d´Esbarre.
Pradera de Ordesa.
Amenaza celeste.
                   Comienza a jarrear, los del Stadium Casablanca todavía no han llegado, esperemos que no se estén mojando mucho. Como parece que la cosa no va a mejor, se propone abortar el descenso por el camino Bajo de Turieto (lástima), propuesta que es aceptada por el grueso del grupo, pues además de la lluvia, la marcha se ha ido retrasando en relación con lo previsto.
                Llegan los primeros efectivos del Stadium y, tras saludarles, emprendemos el regreso a casa con la pena de no haber concluido el total de la excursión, pena enormemente compensada por haber sido partícipes de ese cuadro otoñal pintado con esa bella variedad cromática, en tiempos de decadente hermosura. Pronto la nieve cubrirá el valle, el haya mostrará toda su esbelta desnudez y nosotros nos reuniremos alrededor del brasero de la sensatez, calor mucho más sano que el de la idiotez de algunos insensatos que pululan por nuestro querido condado y, recuerde el amo de esa tierra aquellas palabras de Perich que me permito emular: ¡cuando algo se quema en las calles, algo suyo se quema, señor conde! y añado: ¡más fuerte será el fuego si le echan leña los patriotas del reino!.
Hasta pronto.

Datos técnicos (el track pulsando sobre la palabra wikiloc del mapa)

1 comentario:

  1. Caramba qué bonita excursión, aunque se haya quedado en la mitad.
    Como siempre, un gusto leerte, disfrutar de ese gracejo y ver las preciosas fotos que cuelgas, esta vez con mi "gacelica".

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