Día 5 de septiembre de 2020
Río Guadalope |
Nosotros, Maite y un servidor, camino del Mediterráneo, hacemos una parada en Montoro de Mezquita con la intención de realizar esta corta, pero intensa, ruta circular.
El viaje hasta aquí es sumamente entretenido, máxime cuando, cobijado entre riscos, aparece el pueblo de Montoro de Mezquita, pedanía de Villarluengo, que hace un año no sobrepasaba los diez habitantes, eso sí, luce con orgullo su iglesia de la Asunción de estilo gótico-renacentista y un paisaje, como el que vamos a descubrir hoy, verdaderamente espectacular.
Iglesia de la Asunción |
El sendero, algo trillado por el paso del personal, desciende hasta las huertas para adentrarnos en el río Guadalope. Primero un azud y a continuación las paredes verticales, que caen del cielo al agua, las salvamos por las archifamosas "Pasarelas de Valloré", bello tramo que recorremos captando con cámara y retinas los rincones y pozas que, aunque algo escasas de agua, reflejan las rocas que las encierran.
Por las pasarelas |
Hasta aquí hemos llegado |
Barranco de Valloré desde el mirador |
Un brusco giro en dirección norte, en pocos metros, nos encarama en las paredes que hemos visto desde abajo, paredes no recomendables para quienes sufren de vértigo; afortunadamente están equipadas con sirgas los que nos facilita alcanzar el Mirador de Valloré.
Ascenso hacia el mirador |
Abajo queda el barranco de Valloré |
Caprichos de la naturaleza |
Sobre los valles, dibujados por la erosión, emergen grandes dientes y murallas calizas que sin ser chinas, no desmerecen.
Pero aquí arriba, sobre lo alto de una de esas murallas, se siente libertad, se olvidan los enojos que producen los descerebrados, jugamos con el viento sabiendo que nos esperan gratificantes días.
Montoro de Mezquita |
Aunque el equipamiento (grapas) desaparece, el descenso sigue siendo aéreo, eso sí, en ningún momento tenemos sensación de hacerlo sobre el vacío.
Finalmente llegamos a la senda sobre la que hemos comenzado esta ruta circular, pequeña en su recorrido pero gigante regalando sensaciones a quienes hemos disfrutado de esta parada; nosotros como las aguas del Guatizalema, como las del Huerva, como las del Guadalope, vamos camino del Mediterráneo a dejarnos abrazar por sus aguas.
Solo nos queda, que ye es historia, acercarnos al club social de Montoro de mezquita y tomar unas cañitas. Luego... hasta otra.
Solo nos queda, que ye es historia, acercarnos al club social de Montoro de mezquita y tomar unas cañitas. Luego... hasta otra.
Hola.
ResponderEliminarQue recorrido más bajo, corto pero intenso, en esperiencias y paisajes. El tramo circular, en qué sentido es más "sencillo" hacerlo? o más o menos es parecido.
Según tengo entendido, quieren ampliar las pasarelas y unirlas con las de Aliaga.
Un saludo
Hola Eduardo, algún comentario me ha llegado, esperaremos a ver qué pasa. Un saludo
Eliminar¡Qué recorrido tan majo! ¡Felices días en el Mediterráneo!
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Ester. Efectivamente, como decía en la crónica: corto pero, como apuntas, majo.
EliminarUn besazo