martes, 16 de abril de 2024

PICOS CUCULO Y SAN SALVADOR

 Día 13 de abril de 2024
        Hoy nos vamos a tierras de la Jacetania, más concretamente a aquellas que encierran buena parte de nuestra historia, en las que el Monasterio de San Juan de la Peña, joya del románico aragonés, se consideró cuna del Reino de Aragón, importante parada del Camino de Santiago y lugar de leyendas que se esconden bajo las rocas. 
El Cuculo desde Santa Cilia
        Son las siete en punto de la mañana, Pablo, habitual "chofeur" encargado de llevar a los de Esbarre a buen puerto, arranca la máquina y tira "camino del norte". En estas fechas es un gustazo disfrutar del paisaje que nos ofrece la mies de la Violada, paisaje regado por las recientes lluvias (y aspersores) e iluminado por los primeros rayos de sol que, por cierto, anuncian que van a calentar de lo lindo.
Monasterio Viejo de San Juan de la Peña
        Parada en Huesca para recoger "al personal", otra en Sabiñánigo para echar algo al cuerpo y, sin más dilación, todos "p´arriba".  En Santa Cruz de la Serós nos detenemos para sacar de la bodega las mochilas, pues en el punto en el que debemos de comenzar la marcha, no puede aparcar el "ómnibus de Pablo".
Vista de Santa Cruz de Serós
        En una curva de la carretera que sube al monasterio, la A-1603, un viejo aljibe ejerce de plató para la primera fotografía recogida por el "maquinón de Ricardo", justo antes de comenzar el camino (1018 m.).
Ricardo sacando un selfie con su "maquinón"
        El sendero, en dirección oeste, se adentra en un bosque de pinos; a nuestra izquierda se escucha el rumor de las aguas del Barranco Carbonera; de entre las ramas de los árboles, el trino de los pájaros endulzan el esfuerzo del personal, pues, ¡leches!, el desnivel del caminito se las trae.
Primeros pasos
        La pendiente del sendero desafía cada paso del personal, el resto lo aportan la mochila y el calor, haciendo que las primeras gotas de sudor broten, marcando el inicio de una jornada cargada de sorpresas.
        Seguimos ganando altura, a nuestra derecha asoma un montículo similar al "Huevo de San Cosme". Desconocemos si dicho montículo tiene nombre, por lo que Celso propone que lo bauticemos con el  de "Güebo de Charbonera" (está claro que este hito no va a pasar a la historia).
El "güebo" de...
        Seguimos: Un pequeño y fácil vadeo (nada que ver con los del Guatizalema) nos transporta a la otra orilla del barranco. El sendero sigue picando "p´arriba" sin compasión alguna para quienes andamos, ya entrados en años, y para el resto, ¡caray! No es de extrañar que uno de los componentes del batallón pinche y haya de, en compañía de los "chefs" Celso y Fernado, regresen hasta Santa Cruz de la Serós. Allí nos esperarán.
Vadeando el Barranco Carbonera
        Afortunadamente, la cosa se suaviza cuando alcanzamos  el Collado Betito (1373 m.). En 1,4 kilómetros,  hemos superado más de 350 metros de desnivel, lo que exige una pequeña parada para reagrupar al personal.
Alcanzando el Collado Betito
        A nuestra derecha (norte) asoma el Cuculo, a la izquierda (sur) el San Salvador, las dos cimas que hemos de coronar. Javier, el otro de los chefs (los tenemos a raudales), se sube con dos zagalas, que andan más flojas, hacia el segundo de los picos; el resto tiramos hacia el Cuculo.
Hacia la cima
        El sendero es algo más amable con mis garras que lo ascendido hasta aquí, ya que el desnivel es menos pronunciado, se abre paso entre un denso tapiz de erizones (Echinospartum horridum).
        Uno a uno vamos alcanzando la cima del Pico Cuculo (1549 m.), humilde en su altura, pero inmensamente espectacular en sus vistas, especialmente  al echar la vista hacia el norte: a lo lejos, vestidos de blanca nieve, los Pirineos se abren en toda su grandeza desde el oeste, allá en tierras navarras, hasta el lejano este, en donde se pierde el viejo Reino de Aragón: Desde el Ori hasta los Malditos, pasando por las Peñas Ezcaurre, Forca y Agüerri, Bisaurín, Aspe y sus Llanas, Middi d´Ossau, Collarada, Telera, Sorores... bajo nuestros pies se abre la Canal de Berdún, punto de partida para los valles de Ansó y Hecho. Y más cercano, el siguiente de nuestros objetivos.
Las Sorores
Collarada
Middi d´Ossau
        Quedan otros puntos cardinales, pero los dejo para el siguiente pico, así que sin perder tiempo, descendemos lo ascendido hacia el Collado Betito y, ¡sorpresa!, nos encontramos con las amigas Sara Piqueras y Marisa Begua que, acompañadas por Chiqui, la mascota de esta, andan pateando estos picos. 
Bonito encuentro
        Pequeña charrada con ellas y, ¡hale!, a subir otra "cuestecica" por un sendero que discurre en dirección sur.
De nuevo, ¡p´arriba!
        A mitad de subida, nos desviamos unos metros para visitar el monumento en el que se recuerda el fusilamiento, por parte de los franquistas, del combatiente por la libertad Paco Subías Duque, que aquí mismo cayó un 28 de octubre de 1944. Murió él, su memoria y las de todos los que el régimen asesinó, nadie la podrá borrar.
Memoria
        No tardamos en alcanzar la siguiente cumbre, el Pico de San Salvador (1547 m.) en el que se aloja una pequeña ermita dedicada al santo e invadida por el progreso. 
Con "los Luño" en el Pico San Salvador
        Desde este nuevo mirador, que se suma al del Cuculo, disfrutamos de una vista panorámica hacia el sur, donde se perfilan imponentes Peña Rueba (o Ruaba) y los Mallos de Riglos. Más allá de ellos, la majestuosa silueta del Moncayo nos recuerda la vastedad de las montañas, donde los límites son apenas una ilusión. Girando un poco el cuello, divisamos la Sierra de Guara, y con un ligero giro más, volvemos la mirada hacia el macizo que nos ha observado toda la mañana: la venerada Peña Oroel, a la que toda la región de Jacetania rinde tributo.
Peña Oroel
En la cima
        Dejamos al santo en paz, y seguimos el sendero que ahora transita, por una agradable loma, en dirección este. A la derecha, vertiginosos acantilados, entre los que destaca La Atalaya, albergan las buitreras en la que se posarán sus dueños que ahora andan dándose un garbeo. En contraste, vemos unas cabras que, atentamente, observan el paso de los humanos.
La Atalaya y San Salvador
¡Qué miradas!
        El camino continúa por el cordal hasta alcanzar unas instalaciones de comunicaciones con su bosque de antenas. Igual que en todo el recorrido, este tramo también nos ofrece buenas vistas, como la del Monasterio Nuevo. Por unos metros descendemos por la pista de acceso a las antenas, hasta tomar un sendero, en el que nos esperan los tres que han eludido el Cuculo.
Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña
        Seguimos cuesta abajo, pasando por una fuente y una instalación ganadera, hasta tomar la vertiginosa senda maderera. Solo nos queda alcanzar la carretera de monasterio y esperar que Pablo nos recoja.
Por la senda maderera
        Así es, pero de momento no nos devuelve a casa, nos traslada hasta el aeródromo de Santa Cilia, allí tenemos la mesa preparada para pasar un buen rato que, amigos, no todo va a ser gastar calcetín: Primer plato a elegir, segundo plato a elegir, postre a elegir, destilados...
Calentando la garganta
        El viaje de regreso a Zaragoza es un "placer": los nombrados destilados han conseguido sacar del coro trasero de bus, las más populares canciones que van, desde el pop de los 60 y 70 hasta las entrañables canciones de las tunas universitarias. Por encima de las dulces voces, algunos tenores han dado muestra de la fortaleza de sus cuerdas vocales. Lástima que el concierto haya concluido a nuestro paso por Almudevar. Una pena.


Nota.- Tras la publicación de la presente entrada, Rosa, una amiga de Santa Cruz de la Serós, me ha aclarado algunas cuestiones referentes a varios puntos:
  1. El camino de subida lo llamaban "Las Gradas"
  2. El "Guebo", que inocentemente bautizamos, se llama "Peña Cagallón"
  3. El collado en el que se divide el sendero al Cuculo o a San Salvador, le dicen "Cubilar Nuevo" (cubilar=zona de pastos"
  4. El camino por el que bajaamos es el antiguo camino de herradura por el que se subía con caballerías al monte de Santa Cruz para buscar cargas de leña. Se llama camino del Paco Viejo (como sabemos la denominación "paco", en estas tierras se refiere a lugar sombrío.
  5. La ermita es a las que se va de romería desde Santa Cruz el 26 de junio. Tras la misa sale el cura a la puerta y bendice los términos (los cuatro puntos cardinales) para proteger los sembrados que en esa época allá están empezando a amarillear
Gracias Rosa
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