viernes, 3 de enero de 2014

ATOS (Un año de perros)

Se ha ido un año y otro llega, es el correr de los días que tan vulnerables nos hace ante esa unidad de medida que es el tiempo. 
Caballo de Madera Lang.
Este en el que entramos, es para los budistas el "Año del Caballo Masculino de Madera Lang", eso sí, comienza el 31 de Enero para acabar el 18 de Febrero del 2015. Existen varias leyendas sobre el popular caballo, un animal venerado, respetado y amado por su salvaje belleza, valiente y audaz, instinto de supervivencia, encantadora tenacidad y brillante inteligencia. Para el mundo budista es el año 2141.
Este en el que entramos es para los chinos también  "El Año del caballo" y coincide en fechas con el anterior (creo).
Este en el que entramos, es para los mayas  el "Año de la Semilla". El 2014 estará regido por la energía del re-nacimiento.  Para esto habrá un re-acomodo de las energías. Esto significa que tendrá fertilidad nuestra esencia. Se podrán lograr cambios en la medida en que uno se concentre en su energía y no en el afuera.
Este en el que entramos es para Mariano (el presi de la Hispania), el "Año de la recuperación". Y mira tú que sería difícil para un registrador de la propiedad, buscar un nombre de animal, de esos (u otros) de los que campan en su alrededor. A mi se me ocurre, bueno no es una ocurrencia, estoy convencido de que este en el que entramos, va a se un "Año de Perros".
Atos
Y como homenaje a tal acontecimiento, por fin le dedico unas líneas a nuestro perro Atos. Dicen que un año humano equivale a siete en los canes. No me acaba de convencer esa operación, pues Atos iría por los ochenta y cinco y aún es más, a pesar de andar ya contando el tiempo (otra vez con la medida) que le queda, para algunos quisiéramos su vitalidad, cuando estemos en esa  edad (si llegamos).
El Papá Noel, Sta. Claus, San Nicolas o como leches se llame, le ha puesto un regalo: Un par de salidas al monte para estirar las patas.

El pasado día 29 de Diciembre de 2013, salimos Maite, Atos y yo a la cercana Sierra de Algairen, la idea es volver a comer a casa.
Peña del Gallo.
Tras pasear a Atos, desayuno en casa acompañado de una de las mermeladas que tan apasionadamente hace Maite, la de hoy es de higos y está de rechupete.
En poco tiempo, estamos atravesando Cosuenda para dirigirnos la zona de recreo del Raso de la Cruz, en donde dejaremos el coche.
Nos ponemos las botas (Atos no) y comenzamos a subir en dirección al mirador de la Falaguera por el barranco de los Hortales. La umbría del recorrido se hace patente, sobre todo en este primer tramo que no recibe los rayos del sol, tan solo la cresta de la Peña del Gallo, recoge la preciada luz.


Atos.
Entre carrascas y algún pino, Atos va correteando olisqueando las mil y una marcas que otros animales, incluidos los humanos, han ido vertiendo por la zona.
Abandonamos el barranco y en un suave zig-zag, vamos ganando altura.
Bajo nuestros pies, el suelo cruje, se encuentra helado y la tierra está dura, exceptuando algún pequeño claro que deja pasar el sol y extrae el agua del suelo. Aquí, los pelados robles se mezclan con la poblada carrasca .
Atos va de aquí para allá como si fuera un cachorro, pero las canas que pueblan su hocico, le delatan.

En el portal de Belen...
No es la primera vez que pasamos por aquí y una vez más, nos detenemos en una cueva a visitar un pequeño nacimiento adornado con unas horrorosas flores de plástico.
No tardamos mucho en alcanzar el collado de la Falaguera que con sus 1160 metros nos abre la ventana de una suave pero fría brisa, Atos, como lleva puesto el "cortavientos marca tango-pelo" permanente, sigue a lo suyo.
Tomamos una pista hacia la derecha que nos deja en la caseta forestal en lo alto del mirador, a 1215 metros.


Al fondo, el Moncayo.
No estamos en ninguna de las cimas más míticas de la geografía, pero aquí cerca de casa, el lugar es de lujo. Hacia el NO, asoma, una vez más, el Moncayo, bien cubierto de nieve. Hacia el S., bajo nuestros pies, el valle del Río Grío, con sus poblaciones de Tobed y Santa Cruz de Grío. Y por encima de estas, la sierra de Vicor coronada por el pico del Rayo. Hacia el N, varias columnas de humo, delatan la quema de la poda de la vid del campo de Cariñena y a lo lejos, entre la bruma, se adivinan los picos mas significativos de los Pirineos. Eso sí, el lugar esta fresco y nos invita a abandonarlo.
Por la senda, entre rododendros.
Volvemos por la misma pista que hemos llegado, solo que ahora no bajamos por el mismo camino, continuamos en dirección al pico de Valdemadera hasta el collado de Valdecerezo para descender por el barranco del mismo nombre.
Tan cerca uno de otros, pero parecen distintos. Este discurre por un cerrado bosque tapizado con rododendros.
Visitamos la Nevera de la Falaguera, uno de los muchos pozos de nieve que se encuentran en nuestra geografía y que se usaban para guardar hielo en su interior.


Sitio de Emparrado.
Seguimos bajando por la fría senda, con el terreno algo resbaladizo (Atos baja sin problemas).
Más abajo, van apareciendo los robles abrazados por enredaderas, de tal manera, que en algunos arboles el tronco desaparece bajo el entramado de la "parrita". Estamos en el lugar denominado "Sitio del Emparrado".
Seguimos descendiendo, la senda desemboca en una pista por la que unos animales, perdón, unos motoristas surcan, bueno, hacen surcos a gran velocidad por un sitio que creo, no es el más adecuado para las carreras de motos.
Atos en la nieve.
Termina el año de crisis y comienza el de perros. Nos tomamos la uvas en Siresa con la familia de Maite y para bajar la cena de nochevieja, el día 1 de Enero de 2014, le hacemos el segundo regalo a Atos. Como la nieve le vuelve loco, tiramos con el coche hacia la Selva de Oza y desde La Mina, por la pista de Guarrinza, subimos los tres hasta Aguas Tuertas.
No cuento como se lo ha pasado el "cacho perro" con el regalillo, pero ya se le van notando los años y me parece que el próximo regalo será un chuletón de ternera.
Y nada más, tan solo que

Atos os desea un Feliz Año de Perros
Maite y Atos por la pista.

Con Atos.

Posando.

Vista de Aguas Tuertas

La chica de la mermelada.

Hasta pronto.

1 comentario:

  1. Tuve la suerte de conocer a Ato y me pareció un perro fenomenal, y tuvisteis la suerte de disfrutarlo. Un abrazo. Manu

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