...Continuación.
Día 21 de Julio de 2015
Día 21 de Julio de 2015
Estirando garras ( a ver si no cascan). |
Como el resto de jornadas, amanece sin una sola nube, la noche ha lucido con el cielo repleto de estrellas, espectáculo que solo podemos disfrutar quienes nos levantamos a visitar el excusado.
Desayuno, calzado, estiramientos, crema protectora y, ¡a caminar! contra la ley de la gravedad.
Lo hacemos en dirección N.O. por la pista en que ayer llegamos a Amitges, pero pronto desaparece para convertirse en senda. Esta pasa entre los estanys de Barbs y Munydera.
Ya, en el extremo de los lagos, comenzamos a ganar nivel haciendo zigzag.
Por un nevero. |
La senda, ahora va por el canchal de la izquierda y, aunque cómoda de caminar, no deja de ascender metro a metro. Abajo, a la izquierda, va apareciendo la senda del GR-11 que pronto confluye con nuestro camino.
Tras una fuerte subida en la que debemos atravesar algún nevero, llegamos al ancho Port de Ratera (2643 m.), frontera entre la Vall D´Arán y el resto de Cataluña.
A partir de aquí y por una jornada, recorreremos el inmenso Circo de Colomers en el que se encuentra la mayor concentración de lagos de todo el Pirineo, 32 lagos mayores y un sinfín de menores.
Ya en el collado, hacemos una parada (la merecemos) para injerir alguna caloría y, como no, de nuevo: ¡ya q´estamos!...
De bajada. |
Al W. del camino tenemos la Tuc de Ratera (2862 m.) que hay que subir, pues ¡ale!. Como ya la subí en la anterior ocasión, me quedo con los que deciden no hacerlo y tirar para abajo. Además voy observando que Caco no anda muy cómoda que digamos.
Un perro y su joven dueña, que ha subido corriendo desde Saboredo, aparecen en el collado, descansan y de nuevo tiran p´abajo. Son esos detalles que te recuerdan que una vez "fuimos jóvenes".
Un perro y su joven dueña, que ha subido corriendo desde Saboredo, aparecen en el collado, descansan y de nuevo tiran p´abajo. Son esos detalles que te recuerdan que una vez "fuimos jóvenes".
Vemos partir a los compañeros, vamos a estar en contacto hertziano con ellos, así que poco a poco, con mucha parsimonia, vamos descendiendo por la GR-211-4.
En tierras aranesas los lagos ya no se denominan estanys, sino lacs y de estos, no faltarán en toda la ruta.
Siempre siguiendo las marcas blancas y rojas, vamos perdiendo altura. Cruzamos algunos barrancos vadeándolos en algunas ocasiones. Como vamos tranquilos, nos detenemos a descansar un rato a las orillas del lac Naut. Una trucha nos entretiene en una impresionante demostración de como se caza un insecto.
Más adelante, con un día inmejorable, pasamos otro lac, ¡sí, otro más!, el de Miei en el que oímos el llanto de un niño: con su madre y otra mujer, disfrutan de un buen baño en el "ibón" (déjenme reivindicar palabras de mi tierra).
Un pequeña cuesta entre pinos y ya estamos en el refugio de Saboredo (2319 m.).
Nos reciben un par de guardas (y la joven con su perro), no es tan frecuentado como los otros y parece que les alegra la compañía, eso sí, la cerveza no está muy fresca pero las latas quedan vacías. Van llegando el resto del grupo que había ascendido a La Ratera.
En el lugar, varias calaveras vacunas, adornan algún rincón que otro, una de ellas, sobre la fuente de agua fresca, indica el camino que debemos seguir si no queremos quedar así.
Pues nada, queda camino para rato, asoman las nubes de todos los días, o sea que a caminar en dirección a el coth (collado en aranes) de Sendrosa.
Descendemos unos metros para bordear el lac Baish, saltando de piedra en piedra su desagüe.
El camino va ganando nivel suavemente, al fondo se adivina por primera vez, algo de civilización: las pistas de Baqueira-Beret, la carretera que baja de La Bonaigua, algunas antenas, etc. Por primera y última vez, porque giramos hacia el W, en dirección a Sendrosa por la senda en la que el valle queda a nuestra derecha.
No es que sea muy fuerte la subida, pero hace calor, el día se está poniendo más pesado que los anuncios de colonias en Navidad. Pero como siempre, hay que llegar y ya estamos en el Coth de Sendrosa (2451 m.).
Un bonito lugar, idóneo para que cada cual se busque la piedra más adecuada a la forma y tamaño de sus posaderas, abra la mochila, extraiga una cosa parecida a un bocadillo y en agradecimiento a Víctor, eche un trago (solo uno) del poco vino que contiene la bota, ¿será por el tema del peso?.
Chema, que se alimenta de la nada, agarra el "ya q´estamos" y tira para arriba en dirección al tuc Grand Sendrosa, pero a medio camino, el primer trueno le hace dar media vuelta. El pico, allí queda, nosotros con las mochilas cerradas y protegidas, tomamos las de "Villadiego" y "p´abajo".
Como el cielo se esta cerrando y los truenos se van sintiendo más cerca, recogemos las cámaras fotográficas, apagamos los móviles y, por una estrecha senda abierta entre arbustos de boj, vamos descendiendo. De momento no llueve, vamos teniendo suerte.
Los GPS, nos indican que hemos de coger una senda a la izquierda, a fin de no perder altura, pero la vemos en mal estado, suponemos que al recorrer una fuerte ladera, ha debido quedar cortada por alguna avalancha, por lo que seguimos descendiendo en dirección al Pletiu dera Montanheta.
Abajo, caminamos bajo esbeltos pinos y como hemos bajado, ahora toca subir, cosa que hacemos rodeando un bello rincón a la altura del lac de Cloto de Baish en el que unos pescadores echan la caña y un pulso a la tormenta que ya está aquí. Nos protegemos y como suele ocurrir, cada vez que me tapo, ¡deja de llover!. Solo caen cuatro gotas.
Pronto estamos en el Lac Major de Colomers. Solo queda cruzar la presa, tras la cual, a modo de monumento, se alza el refugio antiguo. Seguimos unos metros más y llegamos al refugio nuevo de Colomers (2135 m.) que ya estrenamos en el 2009.
Definitivamente, el cielo se abre, los ángeles de allá arriba no se han podido contener y llueve. A algunos montañeros les ha pillado de lleno y llegan chipiados hasta los huesos y es que, cuando jarrea de verdad, no hay "goretex" que te salve.
En el interior del refugio, unos y otros, improvisamos cuerdas para tender, creando un ambiente más parecido a la "verbena de la paloma" en cualquier corrala de Lavapiés. Afuera, antes de la tronada, el helipuerto parece un locutorio público, es el único lugar en que llega cobertura y hay a quien le cuesta desconectar en la montaña.
La cena, a las siete de la tarde, cae de primera y como aquí no hay televisión y la noche no está para pasear, alguno se acuesta con las gallinas, el resto no tardaremos, eso sí, primero la partida de guiñote en las que unos ganan y otros no.
Buenas noooochessssszzzzrrrrrrrrrr.
Enlace al resto de fotos, haz clic aquí.
Datos técnicos:
Día 22 de Julio de 2015
Una intensa niebla cubre el lago, el helipuerto esta animado. Ya hemos desayunado y, como todos los días, intentamos posar en grupo para la foto de la salida, pero -¡falta alguien!, ¿donde está el Morata?...¡allí está, en el locutorio!, alguien habrá madrugado al otro lado de la línea.
Con las cámaras disparadas y L´Albada mal cantada, comenzamos a caminar por el mismo lugar que ayer accedimos a Colomers. A trescientos metros, encontramos la bifurcación que indica hacia el Port de Caldes, la niebla ya ha levantado y..., miramos atrás y observamos que Caco no va bien, lleva algún tiempo quejándose de una rodilla. La esperamos y en asamblea plenaria, con su aprobación y bendición de todos, concluimos que debe abandonar, es el sitio y momento adecuado, lo que queda es mucho y no puede continuar. Decidimos que yo, que conozco la zona, la baje hasta la pista que llega a la Ribereta desde baños de Tredos, hasta allí llegan taxis con turistas y luego ya me incorporaré al grupo con el que contacto de vez en cuando con la emisora.
Lentamente y con toda la precaución del mundo, vamos bajando Caco y yo, ella se apoya en los bastones con ese estilo que la caracteriza. Son alrededor de doscientos metros de desnivel que concluimos en la citada pista. La dejo en el primer taxi que hemos pillado para que la lleve a Salardú, me despido de ella y comienzo mi regreso y mi solitaria ascensión. Lo que había costado mas de una hora en bajada, lo subo en veinte minutos hasta la bifurcación de esta mañana.
De nuevo, por tercera vez, cruzo la presa de Colomers y el viejo refugio, para desviarme en el mencionado cruce.
No voy a correr, el día es largo y "ya los pillaré". Voy subiendo por la margen izquierda de un arroyo en el que las vacas han dejado su recuerdo. Poco a poco, el camino se va alejando del río y comienza un zigzag que llega a un amplio circo. Ya creo ver el Port de Caldes (2568 m.), pero antes voy a descansar un poco y tomar algo que me de fuerzas para llegar a él y de paso, comunicar y ver por donde andan lo demás. Han bajado el puerto y están comenzando a subir el siguiente. Pues nada, "yo sigo" y vuelta a zigzaguear para alcanzar el port. En este punto, de nuevo la frontera del Vall D´Arán y vuelta al resto de Cataluña. La verdad es que ni estas fronteras, ni otras, producen en mí ningún tipo de extrañas sensaciones, "hay a quien sí". Tan solo las vacas que han sembrado el camino y una joven pareja, habitan este impresionante balcón con vistas a dos grandes circos.
Delante de mí, entre nubes, asoma el Montardo (2833 m.) que sin ser el más alto de estos valles, sí que es el más visitado por los montañeros. Detrás, el paisaje se asemeja a una especie de rosa gigante en una mañana de rocío con sus gotitas de agua sobre sus pétalos.
Por las comunicaciones, deduzco que voy estrechando la distancia con mis queridos "estalentaos".
La bajada del port, la emprendo con alegría, un muchacho de un grupo de israelitas que nos han dado el "cognazo" un par de días, me ofrece café, les contesto -Thank you, I hope my friends.
La bajada concluye en el estany (sí, vuelven a llamarse así) del port de Caldes, para enseguida emprender la subida (¡ay! mis piernas) al Coll de Oelhacrestada. En la última comunicación me han dicho que algunos me esperan arriba y el resto bajan al refugio de Restanca a sellar el forfait, ya que el Montardo esta cubierto.
Solo me queda subir el próximo collado, cosa que hago con alegría, máxime cuando oigo una voz a lo lejos gritando mi nombre. Echo la mirada arriba y es Maite, todavía muy arriba pero que su aparición acelera mis pasos y, lógicamente, mis pulsaciones, ¿porqué será?. (Por no tratarse este, de un blog del corazón, el reencuentro no lo voy a relatar).
Los que me esperan, me cuentan que, finalmente, el resto no han bajado a Restanca, que como las condiciones han mejorado, han decidido atacar el Montardo.
En realidad, esto no es todavía el coll, se encuentra un poco más adelante.
Aunque no lo vamos a cruzar, nos acercamos hasta él, al col de Oelhacrestada, vale la pena asomarse al circo de Restanca, en el que se encuentra su refugio que ya visitamos hace un par de años cuando realizamos la travesía de Setau Sageth (quien la quiera recordar, haga clic aquí). Desde arriba vemos el Estanh del Cap de Port y más abajo se adivina el de Restanca.
A nuestra derecha (N), observamos como ascienden los que van en dirección a la cumbre del Montardo, nosotros giramos hacia el sur, en dirección al Estany de Monges, lugar elegido para comer y remojar nuestros esbeltos cuerpos (no pongo foto del momento para no herir sensibilidades). La bota de vino ha fallecido, una de sus venas ha reventado y un rojo derrame, ha teñido la piedra que aposentaba todo mi ser, DEP.
Hemos buscado un sitio alejado del camino, por eso de la intimidad, pero no estamos solos, el lugar está plagado de pequeños anfibios, se trata de las "ranas bermejas" que saltan a nuestro paso, incluso alguna se deja fotografiar.
Nos ponemos en contacto con los del Montardo y nos comunican que acaban de hacer cumbre, ¡Felicidades chavales! Nosotros vamos a seguir bajando de lago en lago: el Mangades, el Clot, el Travessani y no se cuantos más. A nuestra derecha (W), entre las nubes, asoman los Besiberris, nos acordamos de nuestro amigo Sancho, tantas veces poniendo el punto de mira en esa montaña.
Y a la izquierda, justo encima de nosotros, apuntando al mismísimo cielo, se encuentran las Agujas de Travessani (2740 m., la más alta), como indicándonos que a la vuelta de la esquina está nuestro destino.
Y así es, como si de una rotonda se tratara, giramos detrás de las agujas y ahí está, es el refugio de Ventosa i Calvell (2215 m.).
Mientras llegan "los alpinistas", Belén, la guardesa nos recibe con amabilidad, pero con firmeza (no perdona la señal de Caco, pese a que el refugio esta al completo, en el resto de refugios sí lo harán).
Bajo el Ventosa i Calvell, se encuentra el impresionante Estany Negre, cuyo nombre lo adquiere de el tono de sus aguas producido por sus 35 metros de profundidad. Desagua con fuerza sobre el embalse de Cavallers.
Al poco rato, ya estamos todos, a partir de hoy somos diez los "estalentaos".
Y ya se sabe: colada, ducha (fría), guiñote, paseo y...¡Cerrad todas las ventanas del refugio! - dice Belén. Les acaban de comunicar que llega un helicóptero con víveres (alguien les ha debido avisar de nuestro apetito, ¿o no?). Algunos salimos a observar la maniobra de como el pájaro descuelga la carga sobre una repisa del refugio y de como las guardesas la desenganchan. ¡Que pena!, no ha dejado cerveza.
Esta ha sido la primera sorpresa, la segunda se produce cuando les señalo, a lo lejos, "la tachuela" que hemos de salvar mañana y la cara que ponen: El coll de Contraix. Pero eso será en otra entrega. Nosotros como todos los días, a cenar, hoy tenemos un delicioso pollo acompañado de una sabrosa salsa. Tras la cena una charrada, subimos al dormitorio y entonam...
Buenas noches.
Víctor, todavía con las garras sanas, en el lac Naut. |
Más adelante, con un día inmejorable, pasamos otro lac, ¡sí, otro más!, el de Miei en el que oímos el llanto de un niño: con su madre y otra mujer, disfrutan de un buen baño en el "ibón" (déjenme reivindicar palabras de mi tierra).
Un pequeña cuesta entre pinos y ya estamos en el refugio de Saboredo (2319 m.).
Caco con el guarda del refugio de Saboredo. |
En el lugar, varias calaveras vacunas, adornan algún rincón que otro, una de ellas, sobre la fuente de agua fresca, indica el camino que debemos seguir si no queremos quedar así.
Pues nada, queda camino para rato, asoman las nubes de todos los días, o sea que a caminar en dirección a el coth (collado en aranes) de Sendrosa.
Señalización. |
Lac Baish. |
El camino va ganando nivel suavemente, al fondo se adivina por primera vez, algo de civilización: las pistas de Baqueira-Beret, la carretera que baja de La Bonaigua, algunas antenas, etc. Por primera y última vez, porque giramos hacia el W, en dirección a Sendrosa por la senda en la que el valle queda a nuestra derecha.
No es que sea muy fuerte la subida, pero hace calor, el día se está poniendo más pesado que los anuncios de colonias en Navidad. Pero como siempre, hay que llegar y ya estamos en el Coth de Sendrosa (2451 m.).
Llegando al Coth de Sendrosa. |
Chema, que se alimenta de la nada, agarra el "ya q´estamos" y tira para arriba en dirección al tuc Grand Sendrosa, pero a medio camino, el primer trueno le hace dar media vuelta. El pico, allí queda, nosotros con las mochilas cerradas y protegidas, tomamos las de "Villadiego" y "p´abajo".
Como el cielo se esta cerrando y los truenos se van sintiendo más cerca, recogemos las cámaras fotográficas, apagamos los móviles y, por una estrecha senda abierta entre arbustos de boj, vamos descendiendo. De momento no llueve, vamos teniendo suerte.
Los GPS, nos indican que hemos de coger una senda a la izquierda, a fin de no perder altura, pero la vemos en mal estado, suponemos que al recorrer una fuerte ladera, ha debido quedar cortada por alguna avalancha, por lo que seguimos descendiendo en dirección al Pletiu dera Montanheta.
Lac Major de Colomers |
Pronto estamos en el Lac Major de Colomers. Solo queda cruzar la presa, tras la cual, a modo de monumento, se alza el refugio antiguo. Seguimos unos metros más y llegamos al refugio nuevo de Colomers (2135 m.) que ya estrenamos en el 2009.
Definitivamente, el cielo se abre, los ángeles de allá arriba no se han podido contener y llueve. A algunos montañeros les ha pillado de lleno y llegan chipiados hasta los huesos y es que, cuando jarrea de verdad, no hay "goretex" que te salve.
En el interior del refugio, unos y otros, improvisamos cuerdas para tender, creando un ambiente más parecido a la "verbena de la paloma" en cualquier corrala de Lavapiés. Afuera, antes de la tronada, el helipuerto parece un locutorio público, es el único lugar en que llega cobertura y hay a quien le cuesta desconectar en la montaña.
La cena, a las siete de la tarde, cae de primera y como aquí no hay televisión y la noche no está para pasear, alguno se acuesta con las gallinas, el resto no tardaremos, eso sí, primero la partida de guiñote en las que unos ganan y otros no.
Buenas noooochessssszzzzrrrrrrrrrr.
Enlace al resto de fotos, haz clic aquí.
Datos técnicos:
Recorrido |
Perfil (incluyendo subida a La Ratera): Distancia, 13 Km. - Desnivel positivo, 1005 m. . Negativo, 1180 m. |
Día 22 de Julio de 2015
Retirada a tiempo de Caco. |
Con las cámaras disparadas y L´Albada mal cantada, comenzamos a caminar por el mismo lugar que ayer accedimos a Colomers. A trescientos metros, encontramos la bifurcación que indica hacia el Port de Caldes, la niebla ya ha levantado y..., miramos atrás y observamos que Caco no va bien, lleva algún tiempo quejándose de una rodilla. La esperamos y en asamblea plenaria, con su aprobación y bendición de todos, concluimos que debe abandonar, es el sitio y momento adecuado, lo que queda es mucho y no puede continuar. Decidimos que yo, que conozco la zona, la baje hasta la pista que llega a la Ribereta desde baños de Tredos, hasta allí llegan taxis con turistas y luego ya me incorporaré al grupo con el que contacto de vez en cuando con la emisora.
Vacas en Caldes. |
De nuevo, por tercera vez, cruzo la presa de Colomers y el viejo refugio, para desviarme en el mencionado cruce.
En el Pôrt de Caldes, al fondo el Montardo. |
Uno de esos pétalos. |
Por las comunicaciones, deduzco que voy estrechando la distancia con mis queridos "estalentaos".
La bajada del port, la emprendo con alegría, un muchacho de un grupo de israelitas que nos han dado el "cognazo" un par de días, me ofrece café, les contesto -Thank you, I hope my friends.
La bajada concluye en el estany (sí, vuelven a llamarse así) del port de Caldes, para enseguida emprender la subida (¡ay! mis piernas) al Coll de Oelhacrestada. En la última comunicación me han dicho que algunos me esperan arriba y el resto bajan al refugio de Restanca a sellar el forfait, ya que el Montardo esta cubierto.
Allá arribita, me espera... |
Los que me esperan, me cuentan que, finalmente, el resto no han bajado a Restanca, que como las condiciones han mejorado, han decidido atacar el Montardo.
En realidad, esto no es todavía el coll, se encuentra un poco más adelante.
En el Coll de Oelhacrestada. |
A nuestra derecha (N), observamos como ascienden los que van en dirección a la cumbre del Montardo, nosotros giramos hacia el sur, en dirección al Estany de Monges, lugar elegido para comer y remojar nuestros esbeltos cuerpos (no pongo foto del momento para no herir sensibilidades). La bota de vino ha fallecido, una de sus venas ha reventado y un rojo derrame, ha teñido la piedra que aposentaba todo mi ser, DEP.
Hemos buscado un sitio alejado del camino, por eso de la intimidad, pero no estamos solos, el lugar está plagado de pequeños anfibios, se trata de las "ranas bermejas" que saltan a nuestro paso, incluso alguna se deja fotografiar.
Rana bermeja. |
Otro lago. |
Y a la izquierda, justo encima de nosotros, apuntando al mismísimo cielo, se encuentran las Agujas de Travessani (2740 m., la más alta), como indicándonos que a la vuelta de la esquina está nuestro destino.
Agulles Travessani. |
Fuente del refugio y Estany Negre. |
Mientras llegan "los alpinistas", Belén, la guardesa nos recibe con amabilidad, pero con firmeza (no perdona la señal de Caco, pese a que el refugio esta al completo, en el resto de refugios sí lo harán).
Bajo el Ventosa i Calvell, se encuentra el impresionante Estany Negre, cuyo nombre lo adquiere de el tono de sus aguas producido por sus 35 metros de profundidad. Desagua con fuerza sobre el embalse de Cavallers.
Al poco rato, ya estamos todos, a partir de hoy somos diez los "estalentaos".
Estany Negre. |
Ahí viene el pájaro. |
Esta ha sido la primera sorpresa, la segunda se produce cuando les señalo, a lo lejos, "la tachuela" que hemos de salvar mañana y la cara que ponen: El coll de Contraix. Pero eso será en otra entrega. Nosotros como todos los días, a cenar, hoy tenemos un delicioso pollo acompañado de una sabrosa salsa. Tras la cena una charrada, subimos al dormitorio y entonam...
Buenas noches.
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