miércoles, 27 de agosto de 2014

BULGARIA - TREKKING POR LAS MONTAÑAS DE RILA Y PIRIN (Capítulo VII- Día 10 de Agosto)

Día 10 de Agosto de 2014
 
Primeros pasos.
Tras recoger el equipaje, desayunamos y comenzamos una jornada de lo más variada. Algunos, la mayoría, cambiamos las pesadas mochilas por ligeras bolsas en las que tan solo llevamos agua. No va a llover, no hará frío, todo lo contrario, estamos en una zona calurosa y ya por la mañana comenzamos a sentir en nuestras carnes, la chicharrina a la que ya  estamos acostumbrados en nuestra tierra.
Cargado el equipaje en el remolque de Dimitri, iniciamos la marcha, ¡hoy nos acompaña Lola!. Las calles y caminos urbanos de Melnik, son de arena y bajo nuestros pies quedan las huellas que no tardarán en quedar borradas.
Iglesia de Santa bárbara.
Una cuesta nos deja en las ruinas de una iglesia, la de Santa Bárbara, que fue asolada durante el gran incendio en 1912 cuando toda la ciudad desapareció bajo las llamas. Nos cuenta Nely, que en la actualidad se realizan en ella algún que otro concierto.
Casi enfrente, entramos, previo pago de las entradas, en la "Casa Kordopulov".
En las inmediaciones se encuentran otras como la Pashova, la Tsintsarova y Bolyarska. 
Cristaleras.
 Pero la más impresionante de estas casas es la casa Kordopulov, construida en 1754, además es el mayor edificio de viviendas en la península de los Balcanes de la época del renacimiento. Fue comprada por Manolis Kordopulos, comerciante de vino, tabaco y seda (el hombre más rico de Melnik). Hay una leyenda de que la casa es víctima de una maldición, porque todos los hombres que vivían en la casa de Kordopulov fallecían antes de los 40 años La casa fascina por su arquitectura, las magníficas tallas de madera y adornos elaborados en armarios y techos. Las veinticuatro ventanas con vidrios de colores veneciano en la sala de recepción parecen lanzar su mirada a toda la ciudad en un círculo completo.
Comedor.
En la cocina, detrás de un armario, camuflado de forma muy ingeniosa, hay un estrecho escondite. Nos cuenta la guía de la casa, que allí solía encontrar refugio el revolucionario Yáne Sandánski, conocido participante en las luchas emancipadoras de los búlgaros de la zona, contra los turcos a finales del siglo XIX y principios del XX, quien fue íntimo amigo del dueño de la casa, Manól Kordopúlov, el último heredero que se conoce de esta familia. Lo más impresionante en la casa del Kordopulov es la bodega, la más grande de Melnik, excavada en la roca. Aunque no la medimos, ocupa 200 metros cuadrados que albergan una buena colección de barriles, de los cuales el mayor tiene una capacidad de 40000 litros de vino (a nosotros, nos durarían 20000 días).
Barril.
Dentro de la bodega, como estrellas, brillan cientos de monedas de todo el mundo que los visitantes colocan en una húmeda pared para desear buena suerte (si se caen al suelo, date por j...). La suerte la tienen los dueños que, aparte de las monedas, poseen una joya de casa. Finalmente. nos sirven una copa del vino de la bodega. A mí, me sabe muy diferente al que estoy acostumbrado, confieso que no soy una persona muy entendida en la materia.
Abandonamos  "la chabola" y por una cuesta, bajamos a un camino que coincide con el lecho seco de un barranco. Nos protegemos ante posibles agresiones de los mosquitos que campan por esta zona.
Paso con "buena protección".
El paisaje que se asemeja a algunos rincones del Valle del Ebro (Aguarales de Valpalmas, Monegros, Bardenas...). Vamos a conocer "Las Pirámides de Melnik". Estas pirámides rocosas se han formado a consecuencia de la erosión de rocas areniscas. En ese lugar durante el verano hace mucho calor. En invierno hace bastante frío. Cuando llueve, "llueve a cántaros". Las condiciones climáticas han formado esas impresionantes pirámides. Las más altas y las más impresionantes se encuentran cerca de Rozhen, en la proximidad de la aldea de Karlanovo.

Pirámides de melnik.
La pirámide más alta tiene 100 metros de altura. Un pequeño trekking recorre buena parte de las pirámides, vamos caminando y parando en algún que otro mirador, a disfrutar de estas curiosas formaciones. El sendero es cómodo, aunque un paso lo hacemos con cuidado, pues el terreno está descarnado y no es cosa de andar midiendo paredes.
Anda que te anda, china chana, desde uno de los miradores, abajo, vemos una edificación, se trata del Monasterio de Rozhen. Pues, mira tu que, cogemos los bártulos y nos vamos a su conquista.
Entrando en el Monasterio de Rozhen
                                               Aunque se desconoce la fecha de construcción del monasterio, su nombre fue mencionado por primera vez en un manuscrito griego que se remonta al siglo XIII. La región Melnik era gobernada por un déspota, un sobrino del rey búlgaro Caloyan (1197-1297).  Es el único monasterio en Bulgaria, que fue restaurado en los primeros siglos de la dominación otomana y ha sobrevivido hasta nuestros días.
Más tarde es mencionado en un manuscrito del abad Cosme. En 1551, el complejo del monasterio original había sido destruido por el fuego y saqueado varias veces, por lo que el aspecto actual de este antiguo claustro santo remonta al siglo XVI. La iglesia principal, el comedor y varios edificios residenciales se remontan a la misma época.
Iconos.
Tras la última reconstrucción en el siglo XVIII, fue cien años después, cuando desempeñó su principal función como un centro espiritual regional, además poseía numerosas tierras en los alrededores.
En su interior, destacan sus iconostasios tallados y frescos increíbles. El atrio de la iglesia principal se enriquece con frescos del período más antiguo (siglo XVI) y la mayoría de ellos representan escenas que ilustran la vida del Cristo Pantocrator después de la Resurrección.


Comedor.
Según una inscripción, la imagen del Cristo Pantocrátor, junto con los doce apóstoles que se halla encima de la puerta de entrada de la iglesia principal de la Santa Virgen, fue pintada en 1597.
En la parte norte-occidental de la iglesia se encuentra la capilla  de los "Santos Cosme y Damian ", ricamente decorada con pinturas murales de siglo XVIII.
Frente a la iglesia, en la que se está celebrando un bautizo, se encuentra una construcción de dos plantas, en la que se hallan, el comedor, las habitaciones, las bodegas del abad y las celdas de los monjes. También se encuentra el comedor de los monjes, con una larga mesa y unos originales murales  y fragmentos de la escena "La última cena".
Patio del Monasterio de Rozhen
 En los jardines exteriores, el calor aprieta de lo lindo. En el parking, se encuentra Dimitri con su microbús y el remolque con nuestros equipajes. Nos cambiamos de modelitos, montamos y nos vamos por una retorcida carretera, rumbo a otro Monasterio, el de Rila.  Un par de horas de viaje en dirección norte, nos separan.
Poco antes de llegar, nos detenemos en un restaurante que, en su exterior, nos brinda los alimentos que, creo yo, nos hemos ganado. Y es que esto de los monasterio y otras maravillas de la historia, ¡cansan!. El sitio es agradable, la cerveza también. Un río, lleva sus agua cerca de nosotros y su sonido se mezcla con el de cucharas y tenedores, afanados en coger el bocado más apetitoso.
Monasterio de Rila
Con el postre en la boca todavía, estamos entrando en el monasterio. En su exterior, los mercaderes se reparten los espacios para asaltar al turista. La iglesia ortodoxa comparte las formas de ingresar cuartos, de la misma manera que el resto de religiones.
El Monasterio de Rila se encuentra a 1.147 metros de altitud en el corazón de los bosques de coníferas de la montaña de Rila.
El conjunto del edificio, incluidos viviendas y edificios agrícolas, ocupan cerca de 9000 metros cuadrados.

Torre de Hreliova
El Monasterio de Rila tiene una arquitectura única. En el exterior, el monasterio parece una fortaleza. Sus paredes de piedra de 24 metros, forman un pentágono irregular. Cuando entramos en el patio del monasterio por una de las dos puertas de hierro, quedamos sorprendidos por su arquitectura: Arcos y columnatas, cubiertas escaleras de madera, terrazas talladas, las celdas monásticas, torre de Hreliova y en el centro, la iglesia principal "La Natividad de la Virgen" conviven en el recinto monástico. La torre fue creada por el señor feudal local de Hrelio en 1335. Un campanario se añadió a la torre en 1844. 
La iglesia principal "La Natividad de la Virgen" fue construida en este mismo tiempo. Su arquitecto fue el maestro Peter Ivanovich, que trabajó en ella entre 1834 y 1837. El templo cuenta con cinco cúpulas, tres altares y dos capillas. Tal vez lo más importante en la iglesia es el iconostasio de una impresionante talla de madera. Las pinturas murales fueron terminadas en 1846 por muchos maestros de Bulgaria, pero sólo Zahary y Zagraph firmaron sus pinturas. En la iglesia hay un montón de iconos creados en el XIV-XIX.
Iconostasio en el exterior.
El Monasterio de Rila fue fundado en la primera mitad del siglo X. En toda su existencia, ha sido muchas veces destruido y reconstruido. El aspecto actual, corresponde hacia la mitad del siglo XX.
Se considera que el creador del Monasterio de Rila es el primer ermitaño búlgaro Ivan Rilsky, que a principios del siglo X, eligió vivir de esta manera como un método de perfección espiritual y una forma de expresar su protesta contra la supresión de la alta moral. Fue testigo de la caída del primer reino búlgaro en la época del rey Pedro I y fue entonces cuando "Ivan Rilsky se convirtió en el santo" más respetado en el cristianismo ortodoxo en ese momento. A principios del segundo reino búlgaro, las reliquias de San Ivan Rilsky fueron trasladadas a la capital del país Veliko Tarnovo como la reliquia más importante para los búlgaros.
Ante una de sus puertas.
La entrada a la iglesia es libre, y al igual que en el resto de iglesias ortodoxas, los fieles más devotos pagan una cantidad voluntaria por una vela para encenderla y ofrecerla. Neli, nos explica algunos detalles del interior que no me atrevo a exponer por no hacer de estas páginas una guía turística, en la red, existe un montón de información. A lo que sí me atrevo, es a contar que en extramuros, una panadería vende una especie de rosquillas contundentes, que compro y reparto entre el personal del grupo.
Vuelta al auto de Dimitri y "carretera y manta", que nos vamos hacia la capital, Sofía.
Otra de las puertas del Monasterio de Rila.
Los girasoles.
Otras dos horas de viaje nos separan del destino. Carretera y autopista nos llevan por una llanura que al E. la cierra la Montaña de Rila. Los campos están repletos de varios cultivos, entre los que el maíz y el girasol predominan sobre el resto. A nuestra derecha, un tren se empeña en llegar antes que nosotros, finalmente se pierde entre dos colinas. La entrada a Sofía es lenta, el tráfico denso impide a Dimitri, hacer gala de su pedal. Algunos robustos edificios, delatan un pasado cercano en el que lo ostentoso privaba sobre la sencillez. De pasada, adivinamos  la catedral y alguna otra joya que mañana visitaremos. Varias hábiles maniobras por parte de Dimitri, nos dejan en la misma puerta de hotel. Tras tomar posesión de las habitaciones, unos se van a cenar a la ciudad, otros que consideramos que "el depósito está lleno", compramos algo de fruta y yogurth y los disfrutamos en una verde plaza. Y como estamos más cansados que cualquier otro día de trekking, nos retiramos a descansar. "Mañana será otro día". Buenas noches.

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Datos técnicos:
Recorrido Pirámides
Perfil pirámides: Distancia. 3,7 Km.   Desnivel subida: 290 m. - De bajada. 87 m.

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