Conforme vamos ganando altura, el suelo de estas montañas, nos va mostrando, uno a uno, siete lagos de origen glaciar.
Los Siete Lagos de Rila se encuentran en la parte Damgskiya de la montaña de Rila noroeste. Están situados en peldaños en un gran circo, rodeado de los picos Suhi Chal, Otovishki y Haramiya. Cada uno de los lagos tiene su propio nombre, inspirado por su forma y características. El lago más alto es "Salzata" (gotas de llanto). Se llama así por sus aguas cristalinas. Se sitúa a una altitud de 2535 metros, debajo del pico Otovishki. Sigue "Okoto" (el ojo) de forma ovalada y de color azul profundo.
Debajo de él, está “Babreka” (el riñón). El lago siguiente es “Bliznaka” (el gemelo): tiene la forma de un reloj de arena. Debajo de la ruta se encuentran los lagos "Trilistnika” (el trébol) y Ribnoto (de pesca), junto a cuya orilla se encuentra el refugio en el que hemos pasado la noche.". El lago más bajo, a unos 2095 metros sobre el nivel del mar, “Dolnoto” (el bajo) pone inicio al río Dzherman. Todos los lagos están conectados por estrechos barrancos.
Todo un espectáculo que a estas alturas nos encoge el alma, poco a poco los vamos superando.
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Lagos bajo las nubes. |
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Más lagos, y van... |
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¡Vamos p´arriba! |
Sí, sí, pero la función no es gratis y si la quieres ver, hay que sacar localidad de palco alto. Pues eso, que atravesando "la boira" (niebla), vamos ganando altura metro a metro. El paso es lento pero firme, Neli nos va describiendo cada uno de los lagos que vamos descubriendo. Las cámaras de fotos echan humo y la humedad y desnivel, arrancan de nuestros poros ese fresco sudor de mañana que ¡todavía se puede aguantar!.
Pronto adivinamos el primero de nuestros objetivos, el Pico Ezerni que con sus 2500 m. espera a ser conquistado por estos "jóvenes muchachos".
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Pico Ezerni (2500 m.) |
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Collado Razdela. |
Las nubes dejan ver. en alguno de sus claros, los lagos que allá abajo van quedando.
Descendemos, solo un poco, la senda transcurre por terreno de prado alpino y engañosamente llana, vamos ganado metros entre la niebla. Sin darnos cuenta, hemos ascendido 100 metros más, cuando un artilugio metálico nos indica un cruce de caminos coincidente en un collado que creo que se llama Razdela (una vez más, disculpas por los nombres). Zona, esta, que suele ser víctima de las nieblas y vientos, por lo que unas campanas avisan de su presencia, ¿estaremos en el mar?. Unas aletas, movidas por el viento golpean las campanas, aunque hoy no es el caso -¡marineroooo, viento en calma!-
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En la cresta. |
A partir de aquí, la senda se convierte en una larga culebra que anda por lo alto de una cresta a veces o cordal en otras. En mi tierra la denominaríamos "lomera".
Subimos un poco, bajamos otro poco, pasamos por el Pico Dodov (2630) y otra vez "p´abajo".
La senda va girando al Este, a nuestra derecha, 1500 metros abajo, vemos el Monasterio de Rila que días más adelante visitaremos.
Y de frente, la cumbre de la jornada: el Pico Malyovitsa de 2729 metros y que alcanzamos en pocos minutos.
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En el Malyovitsa. |
Neli, muy prudente ella, tenía dudas de que pudiéramos llegar hasta aquí, la mañana estaba cerrada pero, en argot alpino, una ventana se nos ha abierto y ¡zas!, que hemos tocado cima.
El descenso, en principio suave, lo hacemos entre bloques de granito. Alguien del grupo recuerda el descenso de Mulleres por el Ibón de Cregüeña allá en el lejano Pirineo.
Una terraza, nos da un respiro, pero al final, otra bajada entre bloque y ¡otra terraza! y ¡más bloques!. Las piernas me tiemblan más que a la Gospe cuando escucha ¡podemos!.
Y con el símil marinero, alguien grita: tierra no, ¡aguaaaaaa!
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Lago Elenski. |
Se trata del Lago Elenski, de aguas cristalinas y de rasgo acogedor. ¿por qué?. Pues porque sacamos de nuestras mochilas el resto de comida que ayer por la mañana cargamos y no dejamos ni una miga, ni una gota.
Javier Lacadena, hunde sus robustas piernas en húmedo y frío medio. Dice que va bien "pa las tabas". Pues preparadas, que llevamos tropecientos metros de desnivel y aun nos quedan por bajar, cerca de 800. Ya nos había dicho Neli que hoy es el día fuerte y esta chica ¡no miente!.
Pues nada, recogida de material, cordones apretados y...
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Ahora, p´abajo. |
...p´abajo. La música es la misma que la de antes de llegar al lago: terraza, bloques, terraza, bloques...
Eso sí, nos vamos tragando el desnivel a pasos agigantados.
Poco a poco, la senda suaviza su trazado, el pino y el abeto comienzan a aparecer. El suelo comienza a florecer, el río, a nuestra derecha, nos regala su clásico sonido al salvar, roca tras roca, el desnivel de su curso. Vamos, como lo hemos hecho nosotros, solo que el sonido era otro: ¡cagüenla!.
Al fondo, un edificación. Es el refugio de Malyovitsa (1960 m.) en el que paramos a realizar un ligero descanso.
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Llegando al Refugio Malyovitsa. |
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El grupo al completo. |
¡Sorpresa!. Hasta aquí han subido Lola y Luis a recibirnos, les saludamos con la camaradería que nos distingue. Lola dice que la pierna va bien. Sacamos unas latas de birra y emprendemos el descenso que, aunque bastante suave, se hace interminable tras tan larga y dura jornada.
Llegamos al centro alpino de Malyovitsa. Varias edificaciones de montaña se esconden entre los abetos que pueblan la zona.
Nosotros nos dirigimos a uno de ellos en el que pasaremos la noche. Dimitri nos espera con el equipaje que subimos a las habitaciones para, tras cenar..., "a ñoñon". Zzzzzzzzzzzz
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Mapa de la etapa. |
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Recorrido.- Distancia: 18,3 Km - Desnivel acumulado de ascenso: 1075 m., de descenso: 1453 m. |
Capítulo anterior (I)
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