Día 28 de Mayo de 2017
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Used. |
Quién más o quién menos de los que andamos por "aquestos montes d´Aragón", en alguna ocasión hemos ascendido a este pico, que no por ser de menor entidad que los de sus hermanos pirenaicos, deja de tener su gracia, o sea que subir, se sube pero...
Algunos de los amigos de hoy, subimos en otra ocasión por su cara sur, partiendo de Santa Cilia de Panzano.(
dejo aquí el enlace) Esta vez lo hacemos por su cara norte, desde las proximidades de Used que, de menos desnivel que las alternativas de Nocito y Bentué, el trazado circular propuesto endurece algo su recorrido.
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Tozal de Guara y Fragineto desde Nocito. |
Hemos quedado en el garito de costumbre de Arguís un par de coches pues somos "siete los magníficos" y un asiento vacío, producto de una ausencia de última hora de un amigo que echamos de menos en la de hoy.
Unos tomamos café, otros, como si se fuera a acabar el mundo, se meten el primer bocadillo de la jornada. La mayoría pasamos por el escusado para...
Un sinfín de curvas que atraviesan lugares ya muy conocidos como Belsué y su pantano, Lusera, Nocito y Bentué, nos dejan en un cuidado aparcamiento, junto a Used.
Miramos al cielo y concluimos que el día promete ser agradable en lo que a la temperatura se refiere. Eso sí, hay que protegerse de las agresiones del sol, estamos en esas fechas en las que el amigo Lorenzo descarga sus rayos con más rigor.
Comenzamos a caminar por una bien trazada senda que, entre boj y erizón, serpentea por suelo en el que, no sé por donde, el agua mana inundando nuestro camino y alimentando al río Used para que lleve nuestras huellas al Alcanadre.
Atrás va quedando Used (Osse hasta el s. XVIII) pequeño núcleo del Valle de Nocito que un día tendremos que visitar, pues me cuentan que, aunque en ruinas, tiene una interesante iglesia del XVII, San Martín de Tours.
Tras pasar por la Pardina de Zamora, alcanzamos un cruce que corresponde a la bifurcación en la que cerraremos el círculo de la jornada.
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Atajo. |
Ahora caminamos por un camino empedrado, cual calzada romana; este se alterna con algún sendero que alcorza algunos metros y ya se sabe: "el atajo cuesta trabajo". Un tramo se encuentra con árboles caídos, ramas, zarzas de las que aún conservamos su huella en nuestras pieles.
Tras "la aventurilla" alcanzamos "el camino que nunca debimos dejar (Flanagan)" y que, tras atravesar el barranco Petriño, nos acerca hasta el refugio de Fenales. Es un buen sitio para hacer una pequeña pausa y echar un poco de gasolina al motor, pues estos carros gastan bastante energía y ahora es cuando vamos a comenzar a subir de verdad.
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Una pausa en el refugio de Fenales. |
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Avanzando. |
Tomamos el sendero que asciende en dirección sur. En principio la vegetación la componen el pino negro acompañado de algunos pies de abetos, imponentes ejemplares de boj e, incluso, algunos grandes ejemplares de tejo. Conforme vamos ganando altura son el matorral y prado los que sustituyen a los árboles, lo que nos facilita echar un vistazo al paisaje. Atrás, hacia el norte, asoman las grandes cumbres del Pirineo central y al sur, allí arriba, nuestro objetivo.
Pero para alcanzar la cima aún queda bacalao que cortar, así que "china chana" vamos ganando metros. Incluso parece que nos ha dado el "mal de altura" pues el cráneo de una cabra que allí quedó, nos provoca algún que otro desajuste mental.
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¿Mal de altura? |
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¡Qué cruz! |
Vueltos a la cordura montañera, continuamos subiendo, una cruz de hierro, de esas de las que están poblados los montes, nos indica que estamos alcanzando el collado previo a la ascensión final. Aprovechamos para hacer un pequeño descanso. En estos días tan calurosos, aquí hace un viento que invita a su disfrute.
Un pequeño vistazo a la cara norte, arriba la contemplaremos, y ¡p´arriba!.
La senda se dibuja amable mientras subimos por la antecima para, en pocos minutos, alcanzar la cumbre del Tozal de Guara (2077 m.). Ya sé que no es la primera vez que alcanzamos este lugar pero, como siempre, las sensaciones de unos y otras se pueden leer en sus rostros.
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Cima del Tozal de Guara. |
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Embalse de Calcón |
Pese a la existencia de calima, el paisaje es impresionante: Al norte asoman, entre otros, Bisaurín, Vignemale, Taillón y la Brecha, Las Sorores y Marías; más cerca, justo debajo de nuestros pies, el valle de Nocito con el Santuario de San Úrbez y las aldeas de Lúsera, Bentué y Used. Conforme vamos girando la testa en el sentido de las agujas del reloj, van apareciendo Cotiella, Turbón, Aneto, Cabezo de Guara, Cubilars... En el sur, la calima no deja ver más allá de las tierras del Somontano y la Hoya de Huesca con su capital. Cerramos los 360 grados echando la mirada hacia el oeste para divisar el Matapaños, Gratal, Gabardiella, Corcurezo, el collado de Petreñales...
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Las Tres Sorores. |
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Se lo tendrán que hacer mirar. |
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Pozo de nieve de Vallemona. |
Todo un espectáculo del que disfrutamos montados sobre el cuerpo yacente de aquel gigante de la leyenda que publiqué en su día: "
el Gigante Guara".
De nuevo, a los más jóvenes de la expedición "se les va la olla" y posan asidos en la cruz (otra) en posición poco ortodoxa ante tan "respetable símbolo", -¡que cruz!.
Aunque nos lo tomamos con la tranquilidad propia de gente madura, iniciamos el descenso siguiendo el cordal de las Puntas de Vallemona.
Llegados al pozo de nieve de Vallemona, sacamos la "gastroartillería" de las mochilas con el fin de combatir en esa dura batalla que están librando los jugos gástricos y, además, ¡leches, nos lo hemos currado!.
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Dolina en los Llanos de Cupierlo |
Este pozo está construido con piedra sin labrar ocupando una superficie de unos seis metros de diámetro de forma cilíndrica cerrado con techo semicilíndrico sobre el que, de nuevo, se les va la olla a los "jóvenes" que alcanzan lo más alto de la construcción; -¡no se les puede sacar de casa!.
Con la batalla ganada, seguimos descendiendo por el antiguo camino de Santa Cilia de Panzano para alcanzar el Cuello de la Cruceta de Cubilars y descender hasta los Llanos de Cupierlo, extenso llano en las inmediaciones de la cumbre del Cabezo de Guara, en él se encuentran más de 100 dolinas de hasta 25 m de radio que en ocasiones se han unido dando lugar a grandes poljes (depresión de gran extensión con el fondo llano, los contornos escarpados y de forma ovalada, que se encuentra en regiones de relieve calcáreo como esta).
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Muro de piedra seca en Los Fenales. |
Entre pinos, algunos ejemplares de serbal y mucho, mucho boj descendemos hasta Los Fenales, un extenso pastizal en las que los muros de piedra seca delimitan cada una de las parcelas. Es una auténtica cuadrícula pétrea (parece ser que "fenal" proviene de "henal", o sea: pastos de heno).
Aunque la hierba ha cubierto la senda, unos hitos bien ubicados nos guían sin ningún problema en nuestro caminar por un bosque de coníferas.
Poco a poco, conforme se van escondiendo las montañas del Pirineo, van apareciendo aquellos pequeños núcleos que veíamos desde arriba.
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Pastos de Los Fenales, al fondo el Pirineo. |
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Ahí queda el Tozal. |
Used lo tenemos enfrente, atrás queda ese macizo de Guara, de historias y leyendas, de tozales, cabezos y puntales, que te atraen hacia sí mismos pero, amigo, ahora lo que nos atrae es llegar a los coches, quitarnos el sudor y tirar para Nocito pues toca reponer los electrolitos perdidos y, según dicen algunos expertos, nada mejor que la cerveza para tal fin. A los conductores nos toca menos dosis pero no importa -¡ya repondremos en casa!.
Volvemos a casa, como siempre, con el orgullo de haber cumplido con los objetivos: subir montañas, bajarlas que no es lo menos importante, y pasar un feliz día con estos buenos amigos. cuya afición nos une año tras año. "Gracias chavales".
Hasta pronto
LOS CLICS DE "VIEJAMOCHILA"
DATOS TÉCNICOS
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Recorrido |
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Perfil.
Distancia recorrida: 19 Km.
Desnivel acumulado positivo: 1205 m.
Desnivel acumulado negativo: 1205 m. |
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