Día 27 de mayo de 2021
Embriaguez |
Hoy, el equipo queda reducido a un par, Maite y yo, que, madrugando un poco más de la cuenta, cogemos el buga y ––¡tira coche, vámonos para el norte!––.
Hoy tampoco falta flora |
La mañana nos anuncia que la jornada va a donarnos una buena dosis de calorcito, por los que vamos ligeros de equipaje.
Los seis primeros kilómetros los recorremos por pista (PR-HU.45). Podríamos haber llegado con el coche, pero hemos venido a lo que hemos venido. Esto nos permite contemplar la densa vegetación de bosque mediterráneo compuesta principalmente por pino, coscoja, sabina, etc. y aromáticas como romero, tomillo, lavanda, etc., todas ellas acompañadas por una explosión floral en la que destaca la siempreviva amarilla o helicriso.
En la Font de Finestres |
Una hora de camino, sobre un promontorio, como con chulería, la ermita de San Marcos nos anuncia que pronto llegaremos al primero de nuestros objetivos, cosa que hacemos dejando la pista y tomando una senda que discurre junto a la Font de Finestres y que, en un momento nos deja en las ruinas del pueblo abandonado de Finestres.
Allá por los años cincuenta y sesenta del pasado siglo, el dictador de las Hispanias, tenía el capricho, por no decir obsesión, de inundar medio país sin ningún miramiento. Pues el "buen hombre" mandó construir el embalse de Canelles (la mayoría de los obreros eran represaliados del régimen) y en su procesión de inauguraciones, en 1959, corto la cinta de este para inundar las tierras, entre otras, de las gentes de Finestres que debieron de abandonar el pueblo. Es uno de los embalses más aislados de la península. Debido a su escarpado entorno, los alrededores del pantano no los recorre ni una sola carretera, solamente una multitud de pistas en diferentes estados de mantenimiento, propiciando que al no ser accesible a todo el mundo, se encuentra en un muy buen estado de conservación, para ofrecernos rincones como el Congost de Mont-rebei y las Pasarelas de Montfalcó, y otros como el que luego visitaremos.
El embalse en busca de la libertad |
Casa Coix |
La única vivienda que se conserva y que parece ser habitada en los meses de verano es "Casa Coix".
En el centro de la plaza se encuentra una fuente-lavadero y, completan el entorno, las ruinas del molino de aceite y la iglesia.
La iglesia estuvo dedicada a Santa María, tuvo sus orígenes románicos, aunque posteriores remodelaciones en los siglos XVII y XVIII, es lo único que se aprecia. Construcción sencilla, de una nave con acceso (ahora, mejor no) a través de un arco de medio punto y, en lo alto, conserva una espadaña que perdió uno de sus vanos.
El resto de construcciones, delatan la actividad que se desarrollaba en torno a la plaza
El resto de viviendas conservan algunas portadas, muros y depósitos de aceite que, cuentan, era de gran calidad.
Seguimos el camino por lo que parece ser la única calle, un cartel informativo indica los caminos hacia las ermitas de San Vicente y San Marcos.
Restos de la iglesia |
Por la "calle Única" |
Ermita de San Marcos |
Estamos ante una maravilla geológica de roca caliza, moldeada por la acción de los elementos y rodeada de las aguas celestes del embalse de Canelles. En concreto, se trata de dos estratos rocosos paralelos y completamente verticales. Las fuerzas tectónicas obraron el milagro hasta colocarlos en esta curiosa posición, tal y como podemos verlos ahora. Mires como mires esta maravilla, nada que ver con ningún país del oriente, y sí de la belleza con que la naturaleza crea estos espacios.
Vista de la "Muralla China" de Finestres |
Posando ante esa maravilla de la naturaleza |
Luego iremos hacia allí |
Maite asomándose en la cresta |
A lo lejos, entre muro y muro de la muralla, divisamos una construcción: se trata del castillo-ermita de San Vicente. Se ve algo lejos, pero ¡si hay que ir se va!.
Descendemos de la colina de San Marcos y antes de entrar en Finestres, tomamos una senda para acercarnos a una de las crestas de la muralla, para asomarnos al vacío que se abre sobre el embalse.
Para pasar al lado opuesto de la muralla, descendemos hasta la cota del agua del embalse, para, posteriormente, ascender al Castillo y Ermita de San Vicente y acceder a los restos, destrepando un par de metros con la ayuda de unas grapas. No hay más dificultades técnicas, salvo lo acusado de descenso del sendero.
Pequeño obstáculo |
Nave de la ermita de San Vicente |
La ermita de San Vicente es una construcción románica, obra del siglo XII, de una nave corrida culminada en un ábside semicircular, de la que se arrancó la portada.
La ubicación de ermita y castillo, me sugiere el carácter defensivo de esta muralla natural durante la Edad Media, cuando no existía el embalse de Canelles.
Una vez aquí, en lo alto de la muralla, es momento de echar la vista hacia el paisaje y disfrutar, por un instante, de este privilegiado balcón
En el refugio, tras el "lunch" |
Regresamos a "la plaza del pueblo" en busca de una sombra que nos proteja del fuerte calor que, a estas horas, comienza a darnos de lleno. Afortunadamente, la plaza está dotada de un rudimentario refugio, construido con paneles y listones de madera, de no muy buen diseño, pero, ¡eureka!, banco y mesa nos acogen como nos merecemos para dar cuenta del banquete mochilero.
Con un calor cuasi insoportable, por la misma pista de ida, regresamos al punto de inicio y dar por concluida la visita a este rincón de nuestra geografía.
Muralla, ermitas y aldea nos han contado, desde sus humildes ruinas, del alma de la roca, de esas piedras que perduran sumergidas en la rutina de la historia.
–––––––––––––––––––
Pero antes de regresar, con el buga nos acercamos a las cercanas Lagunas de Estaña, un complejo de balsas, el más importante y mejor estudiado de Aragón por lo peculiar de su modelado kárstico no habitual en estas clases de humedales que no reciben ningún afluente, cuya evaporación debe ser compensada por aguas subterráneas. Son dos lagunas, La Grande y La Pequeña, unidas entre sí por un dren.
Laguna Grande |
Fonz |
Dejamos el buga a la sombra de un gran árbol para recorrer las calles de Fonz, calle por las que no se ve ni un alma, lógico. El calor que cae como plomo sobre la urbe, tiene a los fonceses a la fresca, tan solo los pardillos como nosotros soportan semejante "chicharrina".
La población se estructura en torno a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (1606-1617), una imponente construcción que se alza en lo alto de una solemne escalinata.
Iglesia de la Asunción |
Hospital de Santa Ana |
La localidad recibe el nombre del latín fontes (fuentes) y será por eso que, en nuestro tórrido deambular, pasamos ante la "Fuente de los Seis Caños", otro monumento renacentista de 1567.
Por no extenderme en demasía, comento que transitamos ante toda una colección de vetustas casas y palacios como el de Valdeoliva (o casa de Ric), donado a la Diputación General de Aragón, hoy sede del Archivo-Biblioteca de los Barones de Valdeolivos.
El del Ayuntamiento, es uno de los edificios más imponentes y hoy en día alberga, además del ambulatorio y otras dependencias municipales, el Centro de Interpretación del Renacimiento en Fonz.
- Casa Guilleuma, de estilo barroco, uno de los pocos ejemplos de casa isabelina del Altoaragón
- Casa Camón
- Casa Bardaxí
- Casa Carpi, en un extremo de la plaza, frente a la Iglesia.
- Casa Moner
- Casa Montroset, donde nació Irene Montroset, la inventora de la mercromina.
- Casa Gil, de la cual solamente se conserva la fachada.
Casa Guilleuma |
Palacio de Valdeoliva |
Hasta pronto
Datos técnicos de la Muralla de Finestres
Recorrido |
––– Track––– |
esta muralla mola!!!!
ResponderEliminarel reportaje como siempre. Muy completo, arquitectura,paisaje, flora... como tu sabes mi amol
se os ve genial. me alegro
Este junio una quedada en la capital. Besos
Hola.
ResponderEliminarTambién la tengo en la lista de pendientes, ya quisieran los chinos, tener una muralla como la de Finestres, eso si, mejor para bien entrado el otoño, que ahora hace muchísimo calor por esa zona, las lagunas, no las conocía, veo que el día lo aprovechasteis al máximo, que esa zona, no cae nada cerca.
Un saludo