miércoles, 11 de agosto de 2021

PUERTO DE PALO (circular)

Día 10 de agosto de 2021
Lápida
        
Hacía tiempo que Maite y un servidor teníamos en la agenda subir a este histórico lugar que se cuelga en lo más alto del barranco de Las Foyas, aunque a mi favor tengo que decir que pasé por él, en una de las etapas del trekking "Senda de Camille".
        La cantidad de monumentos megalíticos que se encuentran por esta zona, a uno y otro lado del camino, nos hablan de que el puerto de Palo era un importante paso de las gentes que, hasta el siglo XI, viajaban en busca del fin el mundo, Finisterre. Una lápida hallada en el Monasterio de Siresa, habla de este importante paso, el Sumo Pyrineo, ubicado a 1942 metros, enclavado en la antigua calzada romana Cesaraugusta-Beneharnum (Zaragoza-Bearn).
Cuentan los historiadores que la menor altura del puerto de Somport (1792 m.), de más fácil transitar para los carruajes romanos, relegó este paso cheso a un segundo plano, lo que motivó que poco a poco fuera abandonado.
        Aún se conservan una buena parte de los restos de la calzada romana que recorre parte del valle en el que, a duras penas, se mantienen algunos vestigios históricos como el Castillo Viejo.
        Pues allá que vamos. Frescos y cargados de lozana madurez, tomamos la carretera que sube hacia la Selva de Oza siguiendo el curso del río Aragón Subordán, hermano menor de aquel que dio nombre a esta región. Tras cruzar a la otra orilla alcanzamos el parking de La Mina (1230 m.).
Chipeta Alto
        Como hemos salido de casa con los atuendos correspondientes para la batalla encomendada, pronto estamos moviendo las tabas por el sendero que, en un principio, lleva al "ibón d´Acherito" (1875 m.). Sobre nosotros se alza, imponente, la proa de aquella nave que, hace poco más de un año, alcanzamos ambos dos: el "Chipeta Alto" (2175 m.).
        Un poco más allá, los Alanos, con sus crestas y sus achares, sueñan bajo las nubes, el sueño de lo imposible.
        El camino remonta el barranco de Las Foyas, pero este lo dejamos para la vuelta, pues pronto nos desviamos a la izquierda para adentrarnos en las primeras "cuestecicas" de la GR-65.3.3, que tras varios zigzagueos nos coloca sobre Guarrinza. Abajo, el barranco de Aguas Tuertas desciende con sus aguas rojizas para dar alimento al Subordan; sobre él, intentando esconderse tras las nubes, aquel que subimos hace ocho días mi amigo Toño y yo: el "Castillo d´Acher" (2384 m.).
Maite y, al fondo, el Castillo d´Acher
Valle de Guarrinza (camino hacia Aguas Tuertas)
Paso Añarón
        A nuestra izquierda vamos dejando el Mallo Añarón, tan alto desde abajo y baja colina desde aquí. Un pequeño esfuerzo más y alcanzamos el Paso Añarón (1820 m), que nos regala un gran y verde paisaje: las Foyas de Santa María. Allá abajo vemos el sendero por el que descenderemos; aquí, las vacas miran el paso de esta pareja que camina con la intención de no pisar una de las muchas señales que las majas de ellas dejan en nuestro camino. Un pastor y su perro, andan reuniendo el ganado para agruparlo en el entorno del sumidero de Las Foyas (foya en aragonés= depresión).
        Arriba, varios alimoches nos sobrevuelan, luciendo sus hermosas alas blanquinegras. 
Alimoche
        Lástima que en el camino, las nubes nos impidan divisar algunos picos como La Mesa de los Tres Reyes, Petrechema, Bisaurín, Anie, Moleta, Collarada, Anayet, Aspe...
        Pero, amigos, hemos de seguir las huellas de aquellos romanos que iban y venían, dudo que en carros, de la Galia a  la Hispania y de la Hispania a la Galia, huellas que en un último esfuerzo nos dejan en nuestro objetivo: el Puerto de Palo (o Col de Pau, según se mire) (1942 m.).
        El fuerte viento de sur, nos invita a refugiarnos un instante en la cara norte, bajo la atenta mirada del Pic Cotdoguy (2025 m.). 
        Instalados en la cima, aparece el primer humano de la mañana, un montañero, maduro como nosotros, que se aviene a fotografiar a esta pareja salerosa.
En el Puerto de Palo
Camino de la Libertad
        Resulta imposible permanecer en este lugar, no solo pensando en épocas del imperio romano, sino en tiempos más cercanos. Un cartel refleja: "Le Chemin de la Liberté". Tras la ofensiva alemana de mayo de 1940 y la división de Francia en dos partes, una zona ocupada al norte y una zona libre al sur, muchos civiles y militares, huyendo un mundo de persecuciones, de encarcelamiento y de ejecuciones, indisociables de la barbarie nazis, se refugiaron tan pronto como pudieron en esta zona libre, sinónimo de esperanza. Por este y otros puertos de los Pirineos cruzaban en busca de la libertad, aunque el régimen de Franco, en muchos casos, les devolviera al general Vichy y este a las autoridades alemanas para ser ejecutados.    
Descenso
        Son las cosas que las montañas nos enseñan; no solo de sus cumbres, no solo de su belleza, no solo de sus valles, no solo de sus bosques y fauna, ni tan siquiera de sus gentes: nos enseñan, también, de la historia, triste en este caso, de aquellas gentes que partieron huyendo de la represión franquista, primero y, de la masacre nazi después.
        Hay que descender, no queda otra, así que recuperamos nuestro habitual tono y ¡hale, p´abajo!. 
        Los primeros metros los descendemos por el mismo sendero de subida para, posteriormente, dejarnos llevar por la gravedad hacia la cuenca que presenta Las Foyas. 
        Pasando junto al ganado que aquel pastor había reunido, nos preguntamos si habría sido para facilitar a un par de sementales la tarea del apareamiento, pues la actitud de ambos toricos no ofrece ninguna duda. Nuestra ignorancia pastoril, quizá nos haya llevado a una falsa conclusión.
Toro busca vaquita
Por el pastizal de Las Foyas
        Recorrido, de norte a sur, el pastizal de Las Foyas, la senda se precipita sobre el barranco del mismo nombre. A nuestra derecha, bajo la sombra del Mallo Cristian (2072 m.), adivinamos la senda que asciende al ibón d´Acherito, que más abajo se encuentra con nuestro camino. Más adelante, el Chipeta Alto, nos muestra las impresionantes paredes de babor de la nave.
        A partir de aquí el sendero se torna en procesión, son fechas en que el personal, de todo tipo, se acerca a los lugares más populares de las montañas: un par de zagales calzadas con "lindas nikes" nos preguntan aquello de que "cuánto falta p´alago". Como cantaba Pau Donés: "depende"; pero, amigas, cuidad esos tobillos.
Babor de la nave
        Con algo más de temperatura que en la subida, dicen que llega una ola de calor, llegamos al parking.
        Nos cambiamos de calzado para volver a Siresa. Asusta la cantidad de vehículos que suben a la Selva de Oza, no sé si alguien nos tendrá que, como aquel ganado de Las Foyas, meternos en vereda.
        Mañana, tres generaciones de la familia, haremos una ruta circular entre Gabardito y la Cuta Baja, dando los últimos coletazos a estos días pasados con la familia de Maite y con nuestra nieta Yaiza, días que nos dejan buen sabor de boca y algunos gramos de más, pues ¡no veas tú como se come por estas tierras!
Grupo Cuta: Martín, Jesús, Marcos, Maite, Tomás, Pedro
y  "Candela, Lucía y Yaiza".
            Hasta pronto


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Datos técnicos
Recorrido
Perfil
Track

1 comentario:

  1. Después de este parón de verano, retomo con agrado tus relatos, que son para mí extraordinarios.- Muy buenos José Luis, continúa con tus crónicas.
    Un Saludo,
    Roberto.

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