El Lago Maggiore, siempre protagonista |
Pueblos, ríos, puertos, senderos, bosques y una ración del deseo viajero, de querer mamar otras tierras, de ver pasar el tiempo con otros ojos que los de la cotidianidad.
Más que de una crónica montañera se trate, que también habrá algo de ello, podría calificarla en esta ocasión como "diario de un bello viaje", aquel que nos debíamos.
Días del 24 al 26 de junio de 2023 (Arlés)
Anfiteatro romano de Arlés |
Se trata de una pequeña ciudad bañada por el Ródano, que muestra con orgullo los recuerdos de su lejano esplendor.
Es un placer perdernos por sus estrechas calles y por las orillas de un río, en el que suben y bajan algunos barcos, en los que los pescadores echan la caña y el engaño: y es un placer tomar un café por la mañana o una "bière" por la tarde en la plaza de la République, en alguno de los cafés inmortalizados en los lienzos de Van Gogh.
Esta antigua ciudad romana posee numerosos monumentos de aquella época: Teatro, anfiteatro y varios templos. Además, fue una importante ciudad medieval. A finales del siglo XIX y principios del XX fue ciudad de veraneo y descanso de algunos de los pintores más importantes de la historia. Grandes del impresionismo y las vanguardias, como Van Gogh, Renoir, Matisse, o Picasso, vivieron o pasaron por Arlés.
Teatro romano |
Café Van Gogh |
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Día 26 de junio de 2023 (hacia destino)
Lago Maggiore |
Proseguimos el viaje, unas veces por autopista y otras por carreteras, como la que se adentra en los Ecrins. Disfrutamos del paisaje, bueno, Maite más que yo, pues con el volante en la mano…
Más tarde que pronto, vamos llegando al Lago Maggiore que, como diría nuestro amigo Toño, es algo así como la balsa de Jaulín, pero a lo bestia, pues tiene una superficie de más de 200 kilómetros cuadrados y se extiende desde el norte de las regiones de Lombardía y Piamonte hasta penetrar en el sur de Suiza. Es de origen glaciar y está perimetrado, en su zona norte, por los Alpes Lepontinos, con cimas cercanas a los 2.000 metros de altitud, no muy lejos del Monte Rosa. Pese a todo, su altura sobre el nivel del mar es de unos 200 metros, más o menos como el Ebro a su paso por mi ciudad, pero con alguna “gotas” más de H₂O.
Todo muy “guay”, pero nosotros nos alejamos de la orilla para alojarnos 600 metros más arriba, en un tranquilo pueblecito, Trarego. Aquí, a las vistas sobre el lago, se une el canto de los pájaros tan solo acallados por el tañido del “campanille” de San Martino. El pueblo se caracteriza por calles estrechas y escaleras pavimentadas de piedra que crean rincones sugerentes, casas antiguas y villas.
En Trarego |
Antiguo Hotel Miramonti de Trarego |
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Día 27 de junio de 2023 (islas Borromeas)
Isola Madre |
Aquí abordamos un barco para recorrer las llamadas “Islas Borromeas”: Isola Madre, Isola dei Pescatori e Isola Bella.
La primera en la que desembarcamos, la más grande, es la Isola Madre. Recorremos su jardín botánico al aire libre de ocho hectáreas que rodean el palacio, construido en el siglo XVI, y su pinacoteca, con obras maestras italianas del siglo XIX.
Construido en cinco niveles, constituye un auténtico oasis vegetal de estilo inglés en el que, además de contemplar miles de variedades de flora exótica, paseamos entre pavos reales, faisanes, papagayos y loros de vívidos colores. De entre los pavos, llama la atención un ejemplar totalmente blanco del que cuentan que, históricamente, han simbolizado la pureza, la eternidad y el amor incondicional.
Tras la visita, uno se siente estúpido pensando en el esfuerzo que le cuesta mantener vivos media docena de geranios.
Fuente en los jardines de Isola Madre |
Pavo real blanco |
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Isola dei Pescatori |
Por las calles de Pescatori |
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Palacio Borromeo en la Isola Bella |
Estamos ante un verdadero palacio real en miniatura, con salones y habitaciones tan recargadas que incluso críticos de arte italianos han preferido emplear el término kitsch para referirse a él.
Abrumador sería el mejor adjetivo para describir el jardín y las diez terrazas sobrepuestas, con juegos de agua y estatuas del artista Carlo Simonetta. Pirámides de esculturas y flores cuyo poder de atracción logró conquistar la admiración de Napoléon Bonaparte y su esposa Josefina.
Salón de la música |
Jardín |
Una joya |
Jardín de las diez terrazas |
Regresamos a tierra firme. Ciertamente, las Borromeas nos han impresionado, tanto por la arquitectura de los palacios, y lo que en ellos se encierra, así como por esos espectaculares jardines, ¿cómo estarán mis geranios?
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Día 28 de junio de 2023
Cascada del río Piumesc |
Para comenzar, nos echamos a la espalda unas mini-mochilas para darnos un garbeo por una ruta circular que aúna un precioso bosque, en el que predomina claramente el castaño, la cascada de agua del río Piumesc y la memoria de los que lucharon por la libertad del pueblo italiano, que aquí sí, aquí parece que lo de la memoria va en serio.
Memorial a los guerrilleros |
Este tramo discurre en descenso, atravesando una pequeña cascada del Piumesec, aunque esta no es la más espectacular.
Tomamos un desvío para visitar un monumento dedicado, como decía, a los guerrilleros antifascistas que lucharon y murieron en estos montes.
Por el bosque |
Todo lo que habíamos descendido, ahora se torna en un agradable ascenso por el bosque, hasta que van apareciendo prados, huertas, viviendas y el "campanile" de Trarego
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Por el "Borgo" |
En el "campanile" suenan seis toques, una buena hora para descender a la orilla del Llago Maggiore y vistar Cannobio, la última población antes de cruzar la frontera con Suiza.
Nos dejamos perder por el centro de la ciudad, llamado "Borgo", un entorno intemporal de casas antiguas, tramos de escaleras y callejuelas que conducen hacia la orilla del lago. Estas calles estrechas y cerradas, fueron diseñadas para proteger a los habitantes de las incursiones hostiles desde el lago.
A las orillas del lago |
Casi sin querer, nos encontramos en la Piazza Vittorio Emanuele III. Esta plaza es el lugar de encuentro de la ciudad, sobre todo en estas fechas que la invadimos bastantes turistas. Los edificios de colores que vemos a la orilla del lago, con sus pórticos pintorescos, boutiques y bares, datan de los siglos XVIII y XIX.
Cannobio es también conocida por su Lido, una amplia playa, muy bien equipada, que es un imán para los bañistas, así como para la realización de deportes acuáticos.
Subimos a la parte alta, al llamado "Barrio Antiguo", pasando por la Colegiata de San Vittore. Tras la iglesia, se encuentra un "campanile", de aquí arranca una animosa y curiosa calle, eje de algunas otras, todas ellas adornadlas con mandalas.
En el Barrio Antiguo |
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Día 29 de junio de 2023 (Montes Ologno y Carza)
En la cima del monte Carza |
Arrancamos a caminar en la misma puerta de nuestro alojamiento, en dirección al fondo del pueblo (W), pero antes de llegar, tomamos un sendero, a nuestra derecha, que se dirige en dirección norte. Como todos de esta zona, este discurre bajo un denso bosque de castaños, principalmente en sus primeros metros en los que se salva un buen desnivel.
Hayedo camino del Ologno |
Tras cruzar una pista asfaltada, el sendero vuelve a picar "p´arriba" hasta, a través de un hermoso hayedo, encaramarnos a la cima del monte Ologno. Pese a encontrarnos en alto, la espesura del bosque impide ver más paisaje que el que nos rodea.
Un pequeño descenso, casi inapreciable, nos acerca al "Yellow Big Bench" (gran banco amarillo). Nos subimos al "banquico" en el que nos sentimos más pequeños de los que ya somos, máxime ante el paisaje que se divisa desde este altero en el que se nos abre buena parte del gran lago.
Vistas desde el Gran Banco Amarillo |
Toca descender, así que, como lo hiciere Don Quijote, tomamos las de Villadiego para detenernos en una especie de capilla que se encuentra bajo la cruz del Carza.
El sendero se va tornando en pista de tierra; aquí comenzamos a ver a algunas gentes que suben, pues por esta vertiente se puede llegar en coche por una carretera, vía que, más abajo, tomamos nosotros, para no dejarla hasta la localidad de Cheglio, muy cercana a nuestro destino: la terraza de nuestro apartamento en el que ¿tomar una birra italiana?, ¡no, unas Ámbar acarreadas de Zaragoza!.
Vistas desde el Monte Carza |
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Día 30 de junio de 2023
Vista de Canneroi Riviera |
Por la tarde, de nuevo nos bajamos a las orillas del Maggiore y nos damos un garbeo por la población de Cannero Riviera, muy conocida por el cultivo de cítricos.
Nos dejamos perder entre sus estrechas calles de trazado medieval, plagadas de casas del siglo XVIII. Perdidos, también, descubrimos la "cascada del río Cannero", un espectacular desfiladero ubicado en la propia población.
Dejamos el salto para acercarnos a la iglesia de San Giorgio ubicada sobre la "Grotta de Cannero" una especie de copia de la de Lourdes, sin más interés que el de hallarse cerca del lago.
Aunque no accedemos a él, una isla en el centro de la Riviera Cannero acoge las ruinas (ahora en restauración) de su castillo construido entre los siglos XI y XII. Esta fortaleza, a lo largo de su historia, ha sido motivo de disputas entre familias, e incluso refugio de contrabandistas y pescadores, además de hogar de falsificadores.
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Día 1 de julio de 2023 (Carmine Superior)
Descenso hacia Carmine |
Con el buga nos acercamos al cercano pueblo de Viggiona, lugar en el que comenzamos el recorrido circular que he marcado en el sentido contrario a las saetas del reloj, ¡error!. El poco más de un kilómetro que nos separa de Carmine es un descenso de un desnivel de 400 metros que en circunstancias normales sería algo penosos, pero, amigos, ayer y esta pasada noche ha llovido y la humedad del hermoso barranco por el que discurrimos, con sus rocas y raíces, convierten la bajada en una especie de seudo-tobogán.
En Carmine Superior |
Aquí nos detenemos un buen rato, pues desde el muro que sustenta la iglesia, el paisaje sobre el Lago Maggiore y las montañas que lo rodean son espectaculares. Aunque el templo se encuentra cerrado, podemos ver, a través de una verja, las pinturas que decoran sus paredes y techumbre, lo mismo que en la fachada exterior.
Interior de San Gottardo |
Pinturas en la fachada |
Balcón con vistas |
Una de las calles de Carmine Superior |
En las afueras del pueblo, las terrazas hechas de muros de piedra seca son testimonio restante de los antiguos viñedos, que fueron el último bastión en el terreno inclinado frente al bosque.
Es, entre estos muros, por donde tomamos el sendero para proseguir el camino. Aunque vamos a retornar a Viggiona, el hecho de que el mismo desnivel lo recorramos en poco menos de cuatro kilómetros, lo hace más llevadero. Además, transitamos bajo la sombra de un bosque de, como casi todos de por esta zona, castaños. Chino, chano, vamos avanzando; pasamos ante una fuente, la Fontana di Prevet.
Camino de regreso |
Iglesia y campanile de San Maurizio en Viggiona |
Decididamente, nos ha salido una ruta que, aunque algo penosa en un principio, alcanzar ese pequeño pueblecito, encaramado sobre la roca y caminar por un agradable bosque, compensa cualquier esfuerzo.
Día 2 de julio de 2023
Toca preparar las maletas, una ración de vagueo y un garbeo por los jardines de Villa Taranto. Por su belleza y riqueza de especies, es considerado el arboreto más importante de Italia.
En 1931, el escocés Neil Boyd McEacharn, hijo de una rica familia de armadores y apasionado de la botánica, compró la propiedad de lo que se conoció como la villa "La Crocetta" construida en 1870.
McEacharn inmediatamente comenzó la renovación de la villa, que pasó a llamarse Villa Taranto, El jardín formal se transformó en un césped con una fuente central. Con el tiempo, McEacharn compró varias parcelas de tierra alrededor de la propiedad y amplió el parque a su tamaño actual de 16 hectáreas.
Paseando entre los jardines, no dejamos de asombrarnos ante esa verbena de colores florales y de los grandes ejemplares de coníferas y otros árboles. Creo que lo mejor es mostrarlos.
Fontana de los Amorcillos |
Ninfea ecuatorial |
Explosión floral |
Loto |
Flor de loto |
Flor de loto abierta |
Jardín |
Liatris care |
Junto al invernadero |
Solo queda, tomarnos la última birra "made in Italia", asomarnos al balcón y observar cómo la luna se esconde tras las nubes y el campanile de Trarego y... "Ciao Italia".
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Día 3 y 4 de julio de 2023 (regresando)
Plaza de la Comédie |
Aun con todo, no paramos de ir de aquí para allí. Nada más dejar el equipaje en el alojamiento, nos vamos hacia el centro, comenzando por la Plaza de la Comédie, también llamada «plaza del huevo» por su forma ovala. El centro de la ciudad constituye uno de los más amplios espacios peatonales de Europa, dominado por la Ópera Comédie. Pero como había dicho, las vallas de las obras no nos dejan disfrutar de la plaza. Aun así podemos admirar la Fuente de las Tres Gracias, diosas emblemáticas de Montpellier.
Ópera Comédie |
Uno de los tranvías |
En 2000, con la línea 1, los diseñadores Garouste y Bonetti anunciaron con sus golondrinas la renovación del transporte en Montpellier.
Inaugurada en 2006, la línea 2, con sus flores multicolores, es un testimonio de la belleza estival del paisaje mediterráneo.
En 2012, Christian Lacroix diseñó las líneas 3 y 4 con un diseño muy contemporáneo. Pulpos, peces y estrellas de mar decoran la línea 3, mientras que grabados antiguos de color dorado decoran la línea 4.
Cuando caminamos por alguna de estas ciudades europeas, algunas con menos de la mitad de habitantes que la nuestra, en la que la creación de una única línea generó tanto rechazo por parte de "algunas mentes", hoy en el poder, nos preguntamos el porqué de esa cerrazón al implante de un medio de transporte rápido, limpio, cómodo y, como en Montpellier, artístico.
Línea 3 |
Catedral De San Pedro |
Su mayor característica visual en el exterior es el extraño porche sostenido por dos gruesos pilares terminados en punta frente a la entrada principal. Parecen elementos pertenecientes más a un castillo de Disney que a un templo católico.
En el interior, además del altar mayor, se encuentra un gran órgano encargado al mayor fabricante de la época, Jean-François L’Epine en 1778.
Órgano |
Arco del Triunfo |
Intentamos visitar parque de Peyrou, pero se encuentra vallado y cerrado al público. Es una pena no poder darnos un paseo y disfrutar de un amplio mirador, abierto en todas direcciones, que alberga una estatua ecuestre de Luis XIV y que su arquitecto, Jean Giral, finalizó en 1774. Fuera del vallado, tenemos el arco del triunfo y la torre de agua, diseñada en el siglo XVII, que prolonga el acueducto, ambos constituyen modelos de arquitectura neo-clásica.
Arco del Triunfo, más iglesias y sobre todo las calles del centro histórico, abarrotadas de juventud, por la que una vez más nos dejamos perder, ejercen de colofón a este viaje del que, como en otros, otras tierras, otras gentes, otros paisajes... se nos quedan alojados en la vieja mochila de los recuerdos.
Mañana, igual que las golondrinas en primavera, volveremos a casa, allá en Zaragoza. Un largo viaje carretero para reencontrarnos con esa cotidianidad que orgullosamente disfrutamos. Cuando recuerde aquellos jardines borromeos, saldré al balcón, regaré mis macetas para multiplicar la savia vital; sus flores pintarán de colores el mundo de la clorofila para fusionar lo humano y lo vegetal.
"Au revoir mes amis"
Como siempre buenas fotos y mejor crónica.
ResponderEliminarSaludos.
Alfredo Barberan
Tr’es bien mes Amis.
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