sábado, 4 de agosto de 2018

ESTANY BESIBERRI

Día 21 de Julio de 2018
Capaceo montañero.
               Los planes para hoy eran otros pero el cansancio acumulado y, sobre todo, los avisos climatológicos aconsejan no subir muy altos, lo sentimos por los que han venido de fin de semana.
        Solución: buscar una alternativa más corta, por lo que decidimos acercarnos hasta el estany de Besiberri, sus picos tendrán que esperar.
       Nos acercamos hasta el aparcamiento del refugio de Conangles, en la boca sur del túnel de Vielha. 
            La GR.11 y el río Noguera Ribagorzana nos guían, en dirección sur, hasta el barranco de Besiberri. Lo cómodo del camino nos anima en mil y una conversaciones:
Bosque de La Comtessa.
–– ¿lloverá?
–– si llueve que llueva, mientras no jarree
–– ese pájaro que canta, ¿es un carbonero?
–– creo que sí
–– ¡Cuánta agua baja por el Noguera Ribagorzana!
–– año de nieves...  
           Un cartel indica que debemos de tomar la senda que discurre (y sube) paralela a las aguas del barranco, concretamente por la margen derecha del curso.
         A la izquierda, sobre nosotros, la Tuca de La Comtessa (condesa), luce sobre sus faldas un hermoso bosque.
Barranco de Besiberri.
El agua se funde con las "máquinas" (muy usadas).
Rascacielos del pico picapinos.
                El desnivel de subida de la senda es proporcional a la belleza que la enmarca: el agua cristalina nos regala la vista de cascadas, rápidos, remansos; y el bosque, abetos, pinos (alguno de ellos taladrado por el "pico picapinos") y flores, mil flores en las que los insectos revolotean dudando cual de ellas dará más y mejor néctar.
                Un puente nos facilita cruzar a la otra orilla del barranco, el agua baja con gran fuerza. El bosque, cada vez más, va ganado en belleza; de entre las hayas me parece ver un duende que observa el paso de estos otros seres del bosque.
          Despierto de la alucinación cuando alcanzamos el estany de Besiberri; sobre sus aguas de plata se reflejan los picos del mismo nombre que el lago; los abetos se estiran para buscar el fondo del estany, pero el espejo líquido los pone en su sitio. A lo lejos, sobre una roca, adivinamos el reflejo metálico del refugio de Besiberri, desde el que se suele atacar el ascenso a los picos. En nuestro caso, programado estaba pero, amigos, el Besiberri Sur habrá de esperar.

Besiberris.

Bella y desconocida flor.
Un rincón del paraíso.
De bajada... ¿mal de altura?
          Nosotros, los catorce, captamos con la retina el espectáculo que nos ofrece este rincón del Pirineo. Y tal es así, que algunos deciden acercarse hasta el refugio y Estanyet, el resto, ante las previsiones meteorológicas, decidimos bajar hacia el refugio de Conangles, sacar el bocadillo y ¡leches!, las dos botas de vino se las han quedado los que se han quedado por arriba... ¡ojalá les llueva!...
       ...dos horas más tarde que nosotros llegan a Conangles, bajo un buen chaparrón y... ¡con las botas de vino!, las otras, la de los pies, caladas. Quedan excusados.
           Con los coches volvemos a Aneto, las jornadas acumuladas merecen un descanso, tras el cual nos acercamos al Centro de Interpretación del Parque Natural Posets-Maladeta; una modesta exposición nos descubre la riqueza de estas montañas y su relación con el hombre.
               En una pantalla dedicada a audiovisuales, Chema nos muestra las fotografías de su cámara realizadas hasta la fecha.
               Como cada noche, la cena que nos sirve la familia de Casa Moliné es rica, rica y... suficiente, muy suficiente.
                    En los postres, decidimos las personas que vamos a intentar mañana ascender a la Tuca de Mulleres, si el tiempo lo permite, en principio seremos media docena, o sea que esos seis, "a dormir que hay que madrugar".
                      Buenas noches.

Datos técnicos
(Al track se puede acceder pulsando sobre la palabra wikiloc del mapa)

No hay comentarios:

Publicar un comentario