Día 5 de julio de 2021
Radiante mañana. |
Comenzamos la de hoy |
Hace más de un año que decidimos pasar unos días en este valle, la pandemia lo retrasó. Había preparado varias e imponentes rutas, pero ahora la meteo de "ces montagnes" nos aconsejan tirar de prudencia.
Afortunadamente, el centro vacacional organiza salidas a la montaña, cosa que aprovechamos y nos apuntamos por aquello de que es mejor ir acompañados. Es una buena razón para descubrir algunos lugares que en anteriores visitas por este impresionante valle, cegados por las rutas más conocidas, no habíamos recorrido.
Cabaña alpina |
Una serpenteante y estrecha carretera nos deja en el parking de La Bettey (1310 m.). Como el sol promete no enseñar su cara, no perdemos tiempo en darnos cremas protectoras, así que pronto comenzamos a caminar, en dirección norte, por una pista forestal que se adentra en un bosque en el que reina el abeto.
Algunas cabañas alpinas (chalets) adornan el camino que pronto se torna en una senda que pica para arriba. Aquí el bosque va dando paso a amplios prados en los que el rododendro ejerce de bello tapiz.
Hacia Pierre Blanche |
La senda sigue su curso ascendente. Mónique, octogenaria ella, parece no reblar, pues lleva una animada conversación con Maite, lo que le vale a esta última para perfeccionar su conocimiento del idioma francés.
En el cielo, las nubes ejercen de techo alpino, pero de momento se portan con la típica amabilidad gala.
Monique y Maite entre rododendros |
Seguimos ascendiendo por un florido prado multicolor: flor de lis, siempreviva, botón de oro, rododendro, orquídea, cincoenrama dorada y algunas otras variedades que mi ignorancia floral me lleva a omitir.
Sobre el Valle de Chamonix |
Claciares colgados del cielo |
Flor de lis |
Siemprevivas |
Hacia Chailloux |
Con el valle de Chamonix abajo y las cumbres del Mont Blanc arriba, sentados en unas piedras hacemos una parada para comer. Aquí, el amigo Ronan les instruye a los dos zagales de 10 y 12 años, que nos acompañan, de los útiles que deben llevarse a la montaña. Como de una chistera, va extrayendo de su mochila los diferentes utensilios, algunos de ellos de viejas tradiciones montañeras, como el de hacer chispas para encender fuego, brújula, impermeable, etc. Arriba, unas águilas nos sobrevuelan ––¿qué querrán?––.
Cardo |
Nos detenemos en una zona de turberas en la que Ronan nos explica sobre los "esfagnos", esa especie de musgo que coloniza estos humedales, ejerciendo de auténticas esponjas. De hecho, el asfagno puede acumular agua, diez veces su peso. Nos llama, también, la atención una variedad de cardo, el "cirsium palustre".
Dejamos las sendas, nuestro paso por la coqueta aldea de La Flatière nos anuncia que la excursión está tocando a su fin.
Recogidos en el alojamiento, mientras pensamos en la de mañana, disfrutamos de ver como llueve en el valle.
Buenas noches
Datos técnicos (el track, pulsando sobre la palabra wikiloc del mapa)
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