martes, 21 de septiembre de 2021

CAMINO PRIMITIVO, 13ª ETAPA.- DE ARZUA A O PEDROUZO

Día 21 de septiembre de 2021
A por la penúltima, por el Camino do Lugar
            ¡A por la penúltima!. Parece que fue ayer cuando salimos de Oviedo, caminando con las manos vacías y la memoria cargada de ilusiones, desechando las lluvias y rencores que nos atormentan; caminando sin prisa, dejando que nos acariciara la suave brisa que peina los senderos del Camino.
          Hoy, caminando en esta espléndida mañana, abandonamos Arzúa por la porticada rúa do Camino do Lugar, calle que posteriormente cambia su nombre por el de Carmen. No sé, pero en cada etapa, los pueblos en los que nos detenemos parecen manar peregrinos; cada día somos más los que caminamos en la misma dirección, pero pocos los que se detienen ante viejas obras de arte religioso que siembran el Camino. Ejemplo es la Capilla de la Magdalena (S. XIV); por su bella puerta románica, pasamos a cientos: ¡qué triste y sola se la ve!; tan solo, además de nosotros, una persona se detiene a su paso.
Iglesia de la Magdalena.
Robles y eucaliptos
        Dejamos la ciudad bajando por un estrecho camino de arena humedecida por el rocío matinal, hasta cruzar el río Vello para adentrarnos en un cerrado bosquecillo de eucaliptos
        Poco después cruzamos el hito que, bajo la sombra de hermosos robles, nos indica los 36 kilómetros hasta la catedral y subimos hasta la aldea de Preguntoño.
        Salimos de Preguntoño por un túnel, para subir por un camino rodeado de extensas praderas de cultivo de maíz que, poco a poco van dejando algún rincón para que, a uno y otro lado del camino, crezcan los árboles. La oscuridad que nos envuelve en este pequeño bosque de eucaliptos y robles, se ve alterada por los pequeños rayos del sol que difícilmente pasan a través de las cargadas ramas.
Por el Camino
        Mojón tras mojón, el Camino capta el espíritu del que gastan algunos de los peregrinos que caminan hacia Compostela; se siente una huella imborrable, una huella que va quedando a su paso. Quizá, esa huella, sea para que el apóstol les tenga en cuenta; ¿huellas?, ¡sí!: pegatinas a cientos, pintadas en muros, piedras arrancadas del suelo o de los muros para ponerlas sobre los mojones, improvisados altares de culto plagados de papeles, altares que más parecen basureros o rincones de botellón.         
        Bueno, no describo más pues conforme llegamos a nuestro destino, "vestigium crescente". 
Ejemplos gráficos de la colección "La huella del peregrino":
Por maizales
         Dejémoslo, ¡vamos a lo que vamos!
   Atrás queda Calzada, caminamos pudiendo ver las extensas praderas de maíz que rodean el camino; pocas flechas amarillas se ven por este tramo, pero no hacen falta, pues otros carteles se encargan de guiarnos para no perdernos. 
        Atravesamos la pequeña aldea de Calle en la que podemos contemplar un antiguo hórreo de maderas grises decorando el paso del Camino de Santiago
        Dejamos atrás Salceda y cambiamos los extensos prados por verdosas llanuras de maizal con los agricultores metidos en plena faena de la cosecha.
Como el anterior, este Seat 600 nos transporta al pasado
        En Lengüelle nos detenemos a tomar un café, aquí nos encontramos con las amigas portorriqueñas Mirian y Lucy. Pero, no solo con ellas, el garito está repleto de peregrinos de todo tipo y pelaje. Fuera hay, incluso, un tenderete que, como el de ayer, nos reclama con un Seat 600. Me pregunto si el hecho de que en el Camino a Santiago se expongan estos viejos coches, quiere rememorar que el apóstol llegara a Compostela en 600 (no creo)
        Varias poblaciones nos ven pasar: Boavista, Dorindo, O Castro, Salceda.                 
        Entre aldea y aldea, Maite, viendo que en los tramos que quedan no hacen falta, se desprende de sus botas, eso sí, arrojándolas a un contenedor (nada que ver con esos peregrinos que cuidan el más allá y maltratan al más acá). Era hora de desprenderse del querido par; ya viejas, se olvidará de ellas, merecían un contenedor; eran botas que marcharon junto a las mías por muchos caminos, como marcharán las próximas hasta que, como estas, duerman en paz, con los sueños del pasado.
Aquí quedáis amigas
Inmejorablemente escoltado
        Un túnel nos indica un desvío a Santa Irene. Aquí, en un agradable bar, nos sentamos en la terraza para dar buena cuenta del jamón y queso que, acompañados del buen pan gallego que, depositados sobre la mesa, junto a unas cervezas de la tierra, nos muestra una imagen que nada tiene que envidiar a los bodegones de Paul Cézanne.
           Bajamos hasta la aldea de Rua y continuamos hasta Burgo, pasado el cual,  nos vamos aproximando a O Pedrouzo, nuestro destino por hoy. Llegando a esta población observamos que, como todas las que hemos transitado desde Melide, ciudad en la que confluye el Camino Primitivo con el Francés, ofrece todo tipo de oportunidades para que el peregrino deje en ellas el "santo parné": albergues en cada esquina, pensiones, hoteles, restaurantes, tiendas de camisetas, otras de recuerdos, lava-exprés, gabinetes de masajes, etc., incluso los de las plantillas de Podoactiva, tienen un servicio móvil para que adquieras sus plantillas. Ahora que la mayoría del personal va con los pies hechos polvo; digo yo, ¿no podrían haber ubicado la furgo móvil, al principio del Camino?. 
Y entre tanta oferta, en las afueras de la ciudad, la iglesia de Santa María de Arca, duerme en el olvido del peregrino.
Santa María de Arca
        Poco más que admirar en O Pedrouzo, solo nos queda dar un paseo, acercarnos a dicha iglesia y cenar en alguno de los garitos que, por cierto, ofertan el mismo o parecido menú y precio.
        Buenas noches


1 comentario:

  1. wundebarer bericht....traumhafter camino.....es kribbelt in den füßen....dieses jahr mußte ich aussetzen...aber nächstes jahr hat der primitivo mich wieder zum 6 mal...start wie immer in irun....dann von der küste nach oviedo.....buen camino holger

    ResponderEliminar