domingo, 12 de septiembre de 2021

CAMINO PRIMITIVO, 5ª ETAPA.- DE POLA DE ALLANDE A A MESA

 Día 12 de septiembre de 2021
Por la Reigada
        ¡Hale, vamos a por la 5ª! Hoy toca alcanzar la cota más alta de todo el Camino Primitivo, pero esto no rebaja ni un ápice el buen humor que caracteriza a estos cuatro caminantes. Realmente, ha sentado bien la jornada de descanso.
        Tras tomar un contundente desayuno, abandonamos Pola de Allande, por una carretera que transita en dirección NO. 
        Aunque pronto descendemos a las orillas del río Nisón remontando sus aguas, dejando atrás las aldeas de El Teixu y El Colobreu, bajo la sombra de acebos y madroñeras, para alcanzar un hermoso rincón al que llaman La Reigada. 
        
Por el Camino
Por el puente
La cosa se empina
        A partir de aquí se endurece la subida; cruzamos el río Nisón, cerca de su nacimiento, un par de veces más, así como la carretera AS-14, para iniciar una dura subida hacia el alto de El Palo (1146 m.).     
        El ascenso, aunque duro, tras una jornada de descanso, resulta gratificante. Además, el día ha salido espléndido, quizá con algo más de calor del deseado.
        Nos detenemos en la cima, desde la que se contempla un gran y hermoso paisaje de la parte más occidental de Asturias.
        Solo han pasado unos minutos y la dureza de la subida se ha olvidado; abajo ha quedado el Nisón regando los bosques; aquí arriba, se ha abierto el telón de un maravilloso espectáculo.
El paisaje asturiano
En la cima
Capilla de Santiago en Montefurado
        Una fruta, cuatro almendras y ¡p´abajo! Y vaya bajadita: el descenso es por una senda pedregosa dibujada en forma recta aprovechando una línea de alta tensión (digo yo, si el "Casto" no tendría otro sitio para bajar del Palo). El descenso, trescientos metros abajo, nos acerca al caserío de Montefurado con su pequeña capilla de Santiago y los restos de un viejo hospital.
        Pero como hemos bajado, ¡hale, a subir! Marchamos hacia el Alto del Sesto de la Fuente, allí, a la sombra nos encontramos con la pareja de Ávila con la que vamos coincidiendo. Una "charradica" y, salvando una portilla, iniciamos el descenso a Lago.

Iglesia Santa María de Lago
        Cuatro kilómetros más adelante, alcanzamos Berducedo, pueblo muy bien dotado del elemento que andábamos buscando: una terraza a la sombra, una mesa con cuatro sillas y unos cañones de cerveza para regar el material que hemos cargado hasta aquí y que, ¡caray!, nos lo hemos ganado con creces. No somos los únicos, van apareciendo los abulenses y otra de las parejas con las que coincidimos, estos de Holanda.
        Cuatro kilómetros de postre, nos acercan a A Mesa (La Mesa), una pequeña aldea con sus edificaciones dispersas por un ancho prado en el que el ganado sestea tomando baños de sol.
        Aquí se encuentra el alojamiento Miguelín, regentado por una familia que se desvive para que, quienes descansamos en este idílico lugar, nos quedemos con las ganas de volver.
        En A Mesa, no hay más lugares que visitar que la iglesia de Santa María que, además, se encuentra en obras, así que no queda otra que sacar el "rummy" y echar unas partidas antes de cenar.
Santa María en A Mesa
        La de hoy, ha sido una etapa durilla, pero los paisajes que hemos tenido ante nuestros ojos, son paisajes de pura ilusión en los que es enormemente fácil dar rienda a los pensamientos e imaginar cuántas historias han visto pasar.
            Buenas noches

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