jueves, 9 de septiembre de 2021

CAMINO PRIMITIVO, 3ª ETAPA.- DE SALAS A TINEO

 Día 9 de septiembre de 2021 
Puente de Borra
        Dejamos Salas como cuatro reyes, que para eso hemos dormido en palacio; las piernas ya empiezan a estar duras como piedras.
        Para comenzar la jornada tenemos una pechugada de unos 400 metros de desnivel hasta el Alto de la Espina, pero como contrapartida es uno de los tramos más hermosos de este Camino, colmado de casonas, quintanas, molinos de agua, cruceros, antiguas ermitas y una bonita cascada, todo ello arropado de robles y castaños; verdaderamente hermoso (¡ah!, si es así, vengan cuestas). 
        Salimos de Salas y poco a poco, tras sus últimos edificios, nos encaminamos hacia la senda que discurre junto al río Nonaya. 
Junto a la cascada
        Ascendemos entre zonas boscosas hasta su tramo final de dicha senda, desde donde se puede apreciar magníficas vistas de los paisajes asturianos. 
        Cruzamos el puente Borra y a poco después el de Carcabón. Es el momento de abandonar el Camino y desviarnos a admirar la cascada de la que hacía referencia; no es de un gran caudal, tampoco bate récord alguno de altura, pero el entorno en que se encuentra nos transporta a esos lugares mágicos de los cuentos de duendes y hadas.
        Es tal la densidad de la vegetación, que invade hasta construcciones como las paneras que encontramos a nuestro paso.
Cascada en el río Nonaya
Puente de Carcabón
Panera invadida por la vegetación
Hermosa criatura
        Volvemos al Primitivo, todavía estamos frescos y, china-chano, vamos ganando metros hasta el final de la pechugada, rodeados de molinos de viento muy cerca de la aldea de Porciles, que atravesamos para dirigirnos a la de Bodenaya, situada en lo alto de la Sierra de Boudenaya.
        El bosque, por un instante, ha dado paso a verdes pastos en los que vacas y caballos disfrutan de un exquisito almuerzo vegetal.
        Por un hermoso sendero nos dirigimos a La Espina, última población del concejo de Salas. Llegó a contar con dos hospitales de peregrinos, la Malatería de Bazar y otro que fueron fundados para albergar peregrinos y caminantes, antes de 1268, fecha que, parece ser, ya era dependiente del arzobispado de Santiago. Cuenta, asimismo, con un bar en el que nos tomamos un café y una tienda en la que adquirimos nuestra reglamentaria barra de pan (el resto de material gastronómico, lo llevamos nosotros). Lógicamente, el bar está concurrido, en él nos encontramos los personajes que, día tras día, compartimos el Camino.
Por estos senderos
        Abandonamos La Espina por un camino que pronto se torna en un agradable sendero que nos lleva a cruzar aldeas como La Pereda, El Espín, La Millariega, El Pedregal con su ermita de los santos Justo y Pastor, así como otros núcleos dispersos.
        El camino, aunque de forma suave, sigue ascendiendo con un perfil en forma de dientes de sierra; el río Nonaya ha quedado lejos, ahora es el Ferroiro el que atravesamos para alcanzar el campo de la ermita de San Roque, uno de los lugares más significativos del Camino y antesala de Tineo, que ya lo vemos allá abajo y que nos recibe con la imagen de un peregrino.
Retablo de los santos Justo y Pastor en El Pedregal
Ermita de San Roque
Nuestro recibimiento
        Llegados a nuestro destino, procedemos a la ceremonia de cada día: ducha, descanso, organización equipaje, etc., par, posteriormente, dar un garbeo por la ciudad.
            El monumento más interesante es la iglesia de San Pedro, que formaba parte de un antiguo convento construido por los franciscanos en el siglo XIII y que pasó a ser la iglesia actual a finales del siglo XIX. Del edificio original tan solo se conserva una portada y una pequeña parte de la nave. Otros edificios emblemáticos son el palacio de los García de Tineo y el de Merás, este último construido en 1525 y que en esta ocasión tiene el honor de acoger a cuatro ilustres visitantes. Tineo fue la primera de las villas asturianas a las que Alfonso IX otorgó Carta Puebla. 
Palacio de Merás
Portal de San Pedro
Palacio de los García de Tineo
Patio del Palacio de Los Merás
        Hemos concluido tres etapas y estos compañeros de viaje, ¡como si nada!. No obstante, la cama de palacio ejerce un alto poder magnético.
            Buenas noches

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