martes, 20 de febrero de 2018

CUBA 2108 - 4º. MATANZAS

MATANZAS
Puente Bacunayagua.
         Algo más de 300 Km nos llevaron (pasando por La Habana a solucionar el tema del carro) a Matanzas. El último tramo discurre paralelo al mar, sopla un fuerte viento que embellece, más si cabe, el paisaje.
         Siete kilómetros antes de llegar, la autovía cruza el puente Bacunayagua, bajo el que corre el caudaloso río Yumurí que da su nombre a un profundo valle en el que asoma la palmera real, árbol nacional de Cuba. Existen varias versiones sobre el origen de la palabra "yumurí". La presencia en esa región de aborígenes y el contacto con los colonizadores españoles, dieron lugar a la leyenda que con más firmeza ha perdurado en el tiempo. Cuenta el mito que se trata del grito emitido por los nativos al lanzarse de uno de los elevados riscos, porque preferían suicidarse antes de tolerar los malos tratos que recibían de manos de los conquistadores. Según la fábula, al pararse en el peñasco proferían la palabra Yumurí o "yo muero", y de esa forma imitaban el castellano que escuchaban para que quedara claro a los enemigos el porqué de estas muertes. Existen otras teorías, pero como dije al principio no voy a escribir una guía, que relatada por este servidor resultaría totalmente infumable.
Río San José.
         A un tiro de piedra de las playas de Varadero y libre de los aglomerados tugurios y hoteles turísticos de semejante complejo se encuentra la que llaman la Atenas de Cuba, la Ciudad de los Puentes, la Venecia Cubana, la Bella Durmiente, la Ciudad de los Ríos (Yumurí y San José). Con todos esos sobrenombres se ha conocido a la ciudad de Matanzas.
      No olvidemos que Cuba recibió grandes y penosas cantidades de esclavos; la mezcla de blancos y negros dejó su herencia en Matanzas; no sólo los rasgos físicos de los lugareños de hoy la reflejan, también dejó en ellos el calor de África. Así, del sonido de los tambores  nació en Matanzas la rumba, el primer baile nacional de Cuba. El danzón, ritmo alimentado de danzas y cintradanzas europeos, también tuvo origen en esta ciudad.
Maite en la Farmacia Triolet.
        En Matanzas destacan, asimismo, sus decadentes pero encantadores edificios coloniales de estilo neoclásico. Iglesias católicas, un teatro y varios museos. Visitamos la antigua Farmacia Triolet, actual museo de esta botica colonial.
         Tras unos buenos paseos callejeros contemplando sus casas, edificios y gentes, nos tomamos unas piñas coladas (¡leches, estamos en Cuba!) en el bar de un precioso hotel para, finalmente,  retiramos a descansar en el Hostal "Cócteles y Sueños", una casa de vestigios coloniales regentada por la joven Zandra.

Una muestra:
"Cócteles y Sueños"

Hotel Velasco (el de las piñas coladas)

Museo provincial.

Banco Popular de Ahorro.

Río Yumurí.

Callejeando.

Plaza de la Vigía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario