martes, 20 de febrero de 2018

CUBA 2108 - 8º. VALLE DE LOS INGENIOS

Valle de los Ingenios
En el tren.
         En Trinidad, tomamos un viejo tren de principios del siglo pasado arrastrado por una máquina dotada con un motor de tanque ruso de doce cilindros. Me cuenta el maquinista que en los 64 kilómetros del recorrido, consume 56 litros de combustible. No está nada mal en esa distancia por viejas vías. Cuenta con un pequeño bar y un cantante que nos ofrecía un concierto "mata-canciones".
        Se denomina ingenio a una antigua hacienda colonial española (con precedentes en las Islas Canarias) con instalaciones para procesar la caña de azúcar con el objeto de obtener azúcar, ron, alcohol y otros productos. 
Valle de los Ingenios.
         El Valle de los Ingenios de Trinidad es todo un complejo monumental en un marco natural, con una extensión de 253 km², y altos valores paisajísticos que guardan los testigos materiales de un modo de vida y de producción de la historia azucarera de una región privilegiada en Cuba, donde confluyeron hombres de diversas etnias y culturas que se unieron en un largo y decantador proceso que desembocó, primero en lo criollo y después, definitivamente en lo cubano.
         El tren recorría toda la ruta a través de zonas agrícolas en las que predominaban los campos de caña de azúcar, en el camino se veían algunas casas simples en las que no faltaban gallinas, "puercos", etc. 
Torre Iznaga.
          El tren se detuvo en Manacas Iznaga donde en un pasado estuvo el más valioso complejo agrícola-habitacional-fabril del área azucarera del Valle de los Ingenios. Hoy en día solo queda en pie, tras 190 años de su construcción, la Torre Iznaga. La torre fue diseñada originalmente como un punto de observación para mantener un ojo sobre los esclavos que trabajaban en los campos, con una campana que los convocaba a trabajar. 
           Lo primero que hicimos al descender del vagón, fue tomarnos un guarapo (jugo de la caña de azúcar) con un trozo de la caña que, cuando la chupaba, me recordaba mi niñez en Guinea Ecuatorial.
El guarapo y la caña.
Manacas Iznaga.
          El camino de acceso a la torre está jalonado por tenderetes de artesanía entre los que destacan las mantelerías de hilo bordado.
          Una vez en lo alto de la torre, se divisa buena parte del valle, también llamado de San Luis, así como la cercana sierra de Escambray, aquella que visitamos unos días antes cuando fuimos a El Nicho.
         Tomamos, de nuevo, el tren que nos acercó hasta un ingenio abandonado que en la actualidad ejerce de Museo del Valle de los Ingenios y de escenario para un grupo de músicos que nos recibe al ritmo de alegres sones.
        En su regreso a Trinidad, el viejo tren se traga los kilómetros con alegría, no sé si por el viento, el descenso, o los tragos de ron que se iban echando el conjunto de la tripulación, en el interior de la máquina. Pero llegar... ¡llegamos!.

ENLACES AL RESTO DE CAPÍTULOS
Introducción
1.- La Habana
2.- Las Terrazas - Santa Lucía - Cayo Jutías
3.- Viñales
4.- Matanzas
5.- Cienfuegos
6.- El Nicho
7.- Trinidad
8.- Valle de los Ingenios
9.- Sancti Spíritus
10.- Camagüey
11.- Holguín
12.- Baracoa
13.- Parque Nacional Alejandro Humboldt
14.- Santiago de Cuba
15.- Regreso a casa

Raíles sobre el puente.

Subiendo a la torre.

"Hombres"

Palmeras y torre.

Rumberos.

El maquinista de la General.

Industria azucarera abandonada.

¡¡¡Más leñaaaa!!!

Historia del pasado.

Valle de los Ingenios y Sierra de Escambray.

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